¿El presidente de la mayor economía del planeta preocupado de un sempiterno dilema de la educación pública?: “Existe una gran cantidad de estudios que dicen que el tamaño de la clase es relevante (para el aprendizaje), especialmente en los primeros niveles”. Esta frase la dijo el presidente Barack Obama, en 2012, durante la campaña que lo condujo a su segundo período presidencial. Desde luego la frase no encierra nada que el sentido común no nos pudiera ya haber informado. Pero viniendo del líder del país que –además- es objetivamente la nación más emprendedora e innovadora del orbe…por algo será. La razón es muy simple y la conocemos desde hace mucho tiempo: la directa relación entre educación y productividad; esto es, la capacidad de generar valor. La productividad varía según el sector productivo y depende de múltiples factores (Infraestructura, energías, innovación, fuerza laboral, educación, etc.). Según el nobel de economía Paul Krugman, para que puedan crearse las condiciones de un entorno más productivo los países deben competir consigo mismos. Deben instalar en la cultura de su población lo que se conoce como COMPORTAMIENTO PRODUCTIVO [7].
En este contexto, y a la luz de la evidencia científica en materias de investigación en educación, ahora podemos entender la preocupación del presidente Obama: para desarrollar la actitud productiva, especialmente en los niveles de educación terciaria, y para alumnos que vienen de familias y entornos de bajo capital cultural y social, es esencial que experimenten un alto grado de interacción, con sus pares y con los docentes.Y aquello requiere dimensionar de manera inteligente el número de alumnos en aula.
Indicadores vinculados con el Class Size
Un aspecto que es menester aclarar es que el tamaño de una clase (n), no es lo mismo que el número de alumnos por profesor (Np). Este último indicador incluye las horas de apoyo administrativo que los profesores puedan realizar en directa vinculación con la docencia. De esta manera, Np es siempre menor que el n promedio. Desde el punto de vista de la administración, la razón Np es muy importante, porque permite saber, aproximadamente, la cantidad de recursos humanos invertidos por alumno. Desde el punto de vista de la psicología del aprendizaje, que se vincula a cómo los estudiantes aprenden, lo importante es el número de estudiantes que están físicamente presentes interactuando entre ellos mismos y el profesor [5].
Fundamentos históricos
Para revisar las primeras ideas respecto al impacto del número de alumnos en la educación sistemática debemos remontarnos a la época del rabino Maimónides, quien ya en el siglo XII identificó una correlación entre los resultados académicos de sus alumnos y el tamaño de la clase, fijando en 40 el número máximo de alumnos por clase [1]. Maimónides estableció una simple regla: agrupar de 1 a 40 alumnos en una única sección; en dos secciones si el número de alumnos fuera de 41 a 80; en tres secciones si fuera de 81 a 120, etc.
El tema del impacto del tamaño de la clase en los resultados educacionales ha sido sujeto de investigación formal desde hace casi un siglo [4].
Desde entonces, los diversos hallazgos han demostrado que el número de estudiantes en una clase tiene el potencial de afectar el proceso enseñanza/aprendizaje en diferentes maneras [5].
Intervalos de clase
Un problema común es intentar clasificar a los cursos en función del número de alumnos inscritos. Este problema se vuelve aún mayor si lo que se quiere es comparar el desempeño de diferentes grupos de alumnos. Benton y Pallet [2] realizaron un estudio en que propusieron los siguientes intervalos de clase:
Categoría | N° de alumnos en aula |
Pequeño | 10 a 14 |
Medio | 15 a 34 |
Grande | 35 a 49 |
Muy grande | >50 |
Respecto a los resultados académicos, los predictores más importantes para el éxito académico de un estudiante de educación superior son dos: (1) Motivación (2) Hábitos de estudio. Se denominan Comportamientos Productivos [7].
Investigación en cómo se aprende en la Educación Terciaria
En una rápida revisión de la literatura especializada en opinión e investigación educacional [1-10], es posible encontrar las luces necesarias que nos pueden conducir hacia un –imprescindible- estadio superior de análisis. Las principales conclusiones de estos estudios podrían resumirse en las siguientes evidencias:
- La efectividad de un método de enseñanza depende no sólo del objetivo enfatizado, sino que de la cantidad de alumnos. El simple escalamiento no es garantía de poder alcanzar los logros académicos en el diseño original.
- Un docente bien preparado puede modificar sus prácticas instruccionales y tomar ventaja de ello cuando se enfrenta a cursos más pequeños.
- En una clase de gran tamaño se reduce la profundidad de razonamiento del alumno.
- Las clases numerosas son adecuadas para proporcionar los fundamentos de una temática desde un punto de vista general.
- En una clase numerosa el docente tiende a realizar una clase bajo el paradigma tradicional. Esto es, una clase pasiva y muy poco participativa.
- En grupos más pequeños la actitud del estudiante hacia el campo de estudio mejora.
- En cursos muy grandes la asistencia tiende a disminuir. La integración social se dificulta. Y con ello se debilita la retención.
- Un incremento en el tamaño promedio de una clase disminuye la probabilidad de que un alumno desertor retorne al aula.
- La poca interacción pedagógica que permiten los cursos muy grandes conduce a la falta de compromiso del alumno con el proceso (se instala en su cabeza la idea de que es irrelevante asistir a clases).
- Si el curso es muy grande es muy probable que –para muchos de los asistentes a una clase – no exista ninguna interacción entre el alumno y el profesor.
- Los cursos de tamaño menor son especialmente recomendados para estudiantes con perfiles de ingreso de bajo capital cultural y social.
Este último punto cobra especial relevancia en la realidad de la Educación Superior Técnico-Profesional (ESTP), donde una parte importante de sus estudiantes proviene de los primeros quintiles de ingreso familiar; justamente de realidades sociales con un bajo capital cultural y carente de redes. Esta perversa indexación es una de las grandes tareas pendientes del país y que constituyen un “freno de mano” para el avance al desarrollo.
Finalmente, y quizás lo más complejo, sea el hecho evidenciado de que, en clases de gran tamaño, el docente es menos proclive a inspirar y motivar al alumno a fijarse y alcanzar sus propias metas. Dos aspectos clave en el desarrollo del tan importante Comportamiento Productivo. Este comportamiento no debe entenderse únicamente en su dimensión utilitaria; sino que invita a avanzar hacia un estadio superior de análisis respecto a cómo una sociedad avanza hacia un desarrollo más integral y no puramente económico. Ayudarse mutuamente a entender los conceptos y las ideas serán la base de una nueva sociedad, verdaderamente justa y participativa.
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