El lema de la sede Viña del Mar el pasado año 2015 fue “El alumno en el centro de nuestro quehacer”. Este lema nos acompañó en todas las actividades, le dio sentido a nuestra comunidad y nos mantuvo cohesionados. Motivados e inspirados por esta frase, sabemos que nuestras metas y acciones influyeron en nuestros estudiantes de manera importante el respaldo de los indicadores de gestión y la percepción general de alumnos y colaboradores dan cuenta de ello.
El hecho de escoger un lema que identifique a la sede y la oriente hacia uno o varios objetivos institucionales, es algo que hemos implementado sistemáticamente desde el año 2014 como una acción más de conformación de la comunidad. Maya Jariego (2004) señala que la existencia de símbolos compartidos y el sentimiento de pertenencia e identificación a partir de éstos, hacen que las personas se muevan hacia fines comunes y conformen comunidades. Es así como la Sede ha trabajado fuertemente para que esta premisa se logre, conscientes de que el primer paso para el logro de indicadores cuantitativos es trabajar sobre las emociones, los sentimientos y las voluntades de los integrantes de la comunidad. Si no hay convicción, difícilmente existan logros que perduren en el tiempo. Somos seres emocionales que se mueven y motivan a partir de la convivencia y la relación con el otro.
Es por esta razón que en la Jornada de Comunidad 2015, tradicional encuentro en nuestra sede en el mes de mayo, la consigna fue “Todos somos Superhéroes” porque sabemos, antes y ahora, que tenemos el poder de influir en el cambio de la vida de nuestros alumnos y eso nos hace Superhéroes ante sus ojos. Nos disfrazamos, nos reímos y analizamos cómo nuestras acciones pueden cambiar las historias personales de los estudiantes que nos escogen.
Así como en esa jornada, juntos recorrimos el 2015 como comunidad, reconociéndonos y construyendo, entendiendo que el liderazgo nace desde el trabajo colaborativo que visualiza un bien común (Astin, HERI 1996).
Esta premisa siguió desarrollándose más tarde en las “Jornadas por equipos” en el mes de septiembre, ocasión donde tres viajes imaginarios nos llevaron a lo profundo de nuestra esencia de “Personas formando Personas”, donde una mirada retrospectiva, otra mirada actual y una mirada al futuro, nos ayudaron a recordar quienes somos y hacia dónde vamos.
Pero este lema no solamente se queda en el terreno interno, también se extrapola a las acciones propias de las carreras y la sede en el medio regional, a la vinculación y colaboración con las empresas, sectores públicos y privados de nuestra región; que se traducen en posicionamiento, aumento reputacional y por ende, empleabilidad para nuestros estudiantes. Ejemplos de ello son: Pasarela Valparaíso, de la carrera de Diseño de Vestuario; las Escuelas de Fútbol TPS-Duoc UC de la carrera de Preparador Físico; Operación Renta, el encuentro de auditores, la vinculación con el Puerto, todos de la Escuela de Administración y Negocios; el convenio de cultura con la Municipalidad de Viña del Mar, los videos realizados para personas sordas que les ayudan a recorrer el Museo Marítimo Naval, preparados por el área de Audiovisual; la participación en la red RESI regional (Instituciones de Educación Superior Inclusivas), CRPC, CORFO, CNCA, Industrias Creativas, ASIVA y muchas otras. Importantes logros en otros ámbitos también aportaron a este 2015 en la sede Viña del Mar como la reacreditación de carreras de varias Escuelas, el reconocimiento de la equivalencia internacional de la Escuela de Diseño, la consolidación del espacio de Ambientes Colaborativos para la innovación y el Emprendimiento, las visitas internacionales que validaron nuestro Design Factory y la reinauguración del teatro.
La sede Viña del Mar ha logrado una presencia regional de importancia y un ambiente de clima laboral óptimo, ya que se vive desde el significado de reconocer a cada integrante, a cada colaborador, desde la mirada del “legítimo otro” tal como lo describe Humberto Maturana: “sin aceptación y respeto por sí mismo uno no puede aceptar y respetar al otro, y sin aceptar al otro como un legítimo otro en la convivencia, no hay fenómeno social” (Maturana, 1992). Esta es la base que sustenta la línea teórica de la sede Viña del Mar, un modelo que se basa en el desarrollo de las personas, en el respeto y la convicción de ser firmes en el rol y cercanos en el trato.
Estas reflexiones, que hemos llevado a la práctica en estos últimos años, nos han permitido alcanzar buenos indicadores de desempeño como sede, ya que estos logros provienen de la profunda convicción de que, cuando las personas se reconocen como parte de una comunidad feliz y comparten sus objetivos e ideales, todo se hace más fácil y alcanzable.
Este 2016 seguiremos adelante por nuestros estudiantes, por nuestra comunidad y por nuestro compromiso con la excelencia, por esto el año 2016 la premisa será:
“Sede Viña del Mar: una comunidad comprometida”.
Comprometida con nuestros alumnos y su desarrollo integral, eje de nuestro quehacer.
Con nuestra cultura interna y las personas que conforman nuestra comunidad, donde el bienestar, la salud y la felicidad son la base que sustenta nuestro proyecto de sede.
Con la mejora continua y la excelencia en todo lo que hacemos.
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