El presente artículo es un resumen de una actividad realizada en la Sede Plaza Norte que se propuso realizar una etnografía fotográfica y una exposición a partir de este trabajo en el marco del Mes del Trabajo. Duoc UC tiene una reconocida tradición y se ha constituido como parte importante de la historia de la educación en Chile, manteniendo con el paso de los años y las reformas políticas incólume su compromiso social y su voluntad de servicio; convirtiendo la educación en un instrumento para el desarrollo de la sociedad con una impronta ético-cristiana. Duoc UC entiende al hombre en toda su dimensión y trascendencia, en relación e interacción con los otros en su comunidad; un ser humano que transforma la realidad, la humaniza a partir de sus potencialidades, habilidades, conocimientos y destrezas. El ser humano habitante de su comunidad, que hace su historia y que en este devenir la dignifica con su trabajo. (Escudero, 2012).
De este modo, el establecimiento de vínculos significativos con la sociedad permite que la institución sea un eje articulador y al mismo tiempo actor activo del impacto social significativo por lo el que todos trabajamos como colaboradores. Desde esta perspectiva nos propusimos una nueva estrategia para el intercambio de conocimientos y para acceder al capital cultural de la comunidad que rodea a la Sede Plaza Norte: una etnografía fotográfica, una iniciativa en el marco de celebración del Mes del Trabajo. Esta actividad se propuso como objetivo capturar y divulgar el legado histórico patrimonial presente en la herencia cultural de los oficios de la comuna de Huechuraba y en particular de la emblemática Población «La Pincoya
Escogimos los «oficios» porque simbolizan el factor común denominador del trabajo y la tradición de Duoc UC. Los oficios son reconocidos como aquellos roles que desde la antigüedad han transformado las condiciones materiales aprovechando los recursos materiales existentes para suplir las necesidades básicas de una comunidad u organización social, no sólo entregando los servicios o productos necesarios y requeridos por otros, sino además, cumpliendo un papel protagónico en el soporte social, el desarrollo económico y aportando asimismo a la identidad cultural de la comunidad a la que pertenecen. De este modo, el desafío consistió en recopilar los oficios presentes aún en la comunidad circundante a partir de una herramienta de observación participante que nos permitiera conocer, vincularnos y generar un aporte cultural para el mutuo enriquecimiento. Considerando el carácter ontológico de la fotografía se seleccionó un encuadre y un instante concreto para la exposición (Montalbán, 2006). De este modo, no sólo pretendimos definir un encuadre de la realidad social, sino de capturar y construir un momento síntesis que representara el inmenso universo de estudio sociocultural con el que nos conectábamos.
Los rostros relatan historias en la mirada; las historias susurran esfuerzos en los surcos de la piel y entre hojas de calendarios. Fuimos a recorrer la ciudad, fuimos al encuentro de las personas que todos los días construyen la Patria, respiran sueños y levantan esperanzas. Celebramos a la gente generosa que con sus manos nos sostienen y acogen, nos otorgan significados de convivencia social. Fuimos al encuentro de la gente que nos rodea, de la gente que amamos, que con su trabajo silencioso mueven nuestras vidas, las endulzan, las embellecen. Cada fotografía es un instante fecundo de herencia viva, el patrimonio que vive entre nosotros. Cada fotografía es una sonrisa cordial que nos invita a ser parte de una sociedad más generosa y más justa.
Cada ícono fotográfico como forma de conservación y comprensión cultural contiene los detalles percibidos en el encuentro original in situ acompañada de la fuerza evidencial de una producción textual para guiar la lectura de la fotografía. La significación de los mensajes (pie de fotos) actúa como interpretación-transformación de lo real capturado a partir de signos lingüísticos (el plano de la expresión y el plano del contenido), como un ejercicio colectivo y cultural, la búsqueda de los parentescos y similitudes evocadas por el espectador ulterior. Las fotografías son prueba del encuentro entre un observador etnográfico y la construcción de las historias de estos fortuitos protagonistas que en la imagen se resignifican como un personaje en su oficio en un determinado momento histórico de la comunidad. La población «La Pincoya» ha lidiado por años con los estigmas de los barrios populares, no obstante, se levanta al mismo tiempo con el orgullo de una lucha social reflejada en la entereza de costumbres y tradiciones en las figuras de estos vecinos que mantienen los lazos de confianza, la simpleza y la cordialidad. Cuando nos identificábamos como colaboradores de Duoc UC no dudaron en abrir las puertas de sus vidas, responder nuestras preguntas y sonreír para la fotografía.
Nuestro objetivo permitió una reconstrucción de los oficios a partir de la interacción y del diálogo, representar estos significados en la exposición fotográfica. La exposición como resultado facilitó el categorizar y comprender cada uno de los íconos fotográficos en los contextos culturales en el que fueron capturados. Esto evidentemente permite dar cuenta de la interacción en el lenguaje con las personas en su cotidianeidad enriqueciendo el proceso de selección y estilo visual de las imágenes resultantes. De este modo, para una correcta contextualización de cada fotografía se llevó a cabo un proceso de observación y conocimiento de los fotografiados, un diálogo para reconstruir memoria y transmitir en la exposición la situación social de la que fuimos testigos y participantes. Consideramos este trabajo un rescate patrimonial congruente con la identidad institucional. La importancia de cada fotografía está dada no sólo por sí misma, sino por la reflexión que puede ser desarrollada a partir de cada una de ellas; desde la observación participante y hasta las reacciones y nuevas significaciones elaboradas por quienes las escudriñan posteriormente. Intentamos contribuir a la construcción de estos diálogos sociales en el contexto de nuestra sede y su vecindad. Una fotografía es “siempre el resultado de la acción de la luz sobre un soporte sensible, o sea una huella de la realidad” (Montalbán, 2006) y al mismo tiempo es el resultado de quién la percibe, la juzga y recuerda en sus propia experiencia.
Duoc UC en el contexto dado por una sociedad del conocimiento debe continuar dirigiendo su mirada introspectiva y a su entorno para continuar fortaleciendo su identidad y funciones sustantivas relacionadas con la enseñanza-aprendizaje, pero también con la investigación y extensión orientadas al servicio de la comunidad de la que somos actores y parte.
Fue una hermosa y enriquecedora experiencia. Agradecemos el apoyo de la dirección de la Sede Plaza Norte, a Pamela Cifuentes por respaldar la iniciativa en todas sus etapas y su compromiso con cada detalle del proceso. Agradecemos a los alumnos y colaboradores por compartir esta mirada y construir juntos estos significados sociales y especialmente, nuestra gratitud para cada uno de los vecinos que dialogaron y nos abrieron las puertas de sus vidas cotidianas y nos regalaron un instante que convertirlos en memoria.
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