En el nuevo escenario dominado por la globalización, las tecnologías de la información han impactado en el quehacer de las bibliotecas Duoc UC, dando paso a un nuevo concepto: la biblioteca híbrida, en la cual cohabitan formatos impresos y digitales.
El atributo más notable e innovador de la biblioteca digital es constituir un espacio de interacción en el que la gente se comunica formando redes, grupos de interés y foros de discusión. En los que se comparte información y experiencias que generan nuevos conocimientos, derribando así el concepto tradicional de biblioteca: anaqueles con libros vetustos, llenos de polvo y fuertemente custodiados por un rígido personal cuya principal función se centraba en evitar las pérdidas y entregar libros, además de asociarlas a espacios y recintos cerrados, fríos, oscuros, tristes y aburridos.
Gracias a estos revolucionarios avances, las bibliotecas se han constituido en comunidades participativas y deliberantes que contribuyen a la democratización y acceso a los libros, a la información y al conocimiento. En relación a los espacios, las bibliotecas Duoc UC se han trasformado en “el tercer espacio” en ambientes de aprendizaje, abriéndose a la comunidad, implantando la modalidad de estantería abierta, para apoyar directamente el desarrollo de habilidades de búsqueda, procesamiento y análisis de información de diversas fuentes, de manera que el usuario aprenda a discriminar la información primaria y fidedigna de la no arbitrada y crear nuevos conocimientos.
La biblioteca en este escenario debe habilitar la información y el conocimiento para apoyar al alumno en su proceso de enseñanza, y proporcionarle la autonomía en la búsqueda de información. Para el cumplimiento de este propósito, la biblioteca además tiene que saber comunicar oportuna e integralmente a través de los múltiples medios y formas actuales de comunicación, redes sociales, inducciones, capacitaciones, y actividades culturales que sean aportes de contenidos académicos a los currículos de los estudiantes.
Para satisfacer las demandas en esta nueva concepción, indagar en la experiencia de usuario es clave, ya que su percepción, tras haber utilizado y conocido un servicio o producto, está asociada a la usabilidad de estos, además de la impresión que le provocó la atención: satisfacción, frustración, malestar y alegría, entre otros.
En este contexto, y consciente de este nuevo desafío, la biblioteca Antonio Varas el año recién pasado, quiso averiguar en los alumnos convocándolos a una encuesta audiovisual, que los invitaba a ser partícipes en la construcción de su relato e invitándolos a imaginar juntos su futuro, plasmándola en dos preguntas muy simples y abiertas: ¿Cómo te imaginas la biblioteca en los próximos años? y ¿Qué haces en la biblioteca?
Los testimonios recogidos nos permitieron tomar algunas medidas muy concretas frente a sus demandas siendo la principal: mejorar la comunicación. Es así como pusimos en marcha el servicio de WhatsApp que estaba operativo en otras sedes, pero que en este caso, nos ha permitido difundir sistemática, oportuna y efectivamente nuestros productos de información, servicios, actividades de extensión, ya que en este universo textual (publicidad, tics y comunicación) se requieren caminos precisos y directos que ayuden a los usuarios a encontrar el sentido último a esta pluralidad de textos.
Otras medidas como ampliar y diversificar la oferta temática. En el área de recreación, crear y redistribuir más y mejores espacios; sectorizar el acceso del tercer piso, entre otros, impactaron positivamente en nuestra imagen, avalada posteriormente en los resultados de la encuesta de servicios, resultados altamente gratificantes y motivantes para el equipo, ya que constituyen un gran desafío que nos convoca este año a perseverar en esa línea, para mantener la alta valoración de nuestro quehacer, y lo más importante, centrar fundamentalmente nuestra tarea en los alumnos y su formación humana integral distintiva, uno de los cinco ejes estratégicos institucionales.
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