El 15 de julio recién pasado más de 1.000 misioneros de Duoc UC nos congregamos en nuestras Sedes y en el templo Votivo de Maipú para empezar un gran desafío. Partimos a visitar, acompañar y compartir la experiencia de Cristo en 31 zonas de misión, repartidas principalmente en las cercanías de Ovalle, Illapel y Cañete. En esta oportunidad visitamos 10 parroquias con sus 31 comunidades. Llegamos a las casas de cada comunidad; realizamos 120 talleres para niños, jóvenes y adultos y pudimos concretar cerca de 100 proyectos solidarios.
Bajo el lema “Misioneros al encuentro de Cristo, uniendo corazones con alegría”, nos inspiramos para llevar adelante esta misión. Las 31 comunidades visitadas nos acogieron con gran amor y pudimos compartir la alegría de conocer a Cristo que se veía muy presente en todas las zonas visitadas.
Todo esto no pudiera ser posible sin los años de trabajo que hay detrás de las misiones en Duoc UC. Sin el trabajo y compromiso de capellanes, asesoras, coordinadores y especialmente de los cientos de misioneros miembros de los Consejos de Zona.
Durante el año estos grupos de jóvenes de las distintas Sedes de Duoc UC trabajan en conjunto para poder llevar a cabo este proyecto. Son jóvenes estudiantes de diversas Carreras, que por iniciativa propia han decidido dedicar su tiempo libre en pos de ayudar y servir a los más necesitados.
Realizan encuentros periódicos, visitan los lugares que serán misionados para saber cuáles son las necesidades de cada comunidad y que es lo que se puede hacer, se trabaja formando a los nuevos integrantes y jefes que asumen la responsabilidad de participar en este encuentro.
Hoy se cree que los jóvenes y los miembros de la sociedad en general somos cada vez más individualistas y centrados en lo material, en lo inmediato y no en lo trascendental; pero los más de 1.000 misioneros que nos hemos comprometido con Cristo y las Misiones Solidarias hemos demostrado lo contrario. Queremos salir al encuentro, que Cristo está en el otro y lo hemos visto realmente en el tiempo de Misión que vivimos.
Queremos recalcar el orgullo que sentimos como misioneros, por ser jóvenes comprometidos. Con la convicción de ser solidarios y serviciales, llamados a vivir la experiencia de la mano de Cristo y hacer crecer nuestra fe.
Este proyecto crece día a día y esperamos que muchos jóvenes más se comprometan con los proyectos de Misiones que tenemos en la Pastoral. Que conozcamos cada vez más a Cristo y podamos construir una sociedad inclusiva, que sea más justa y consciente con el prójimo.
Sigamos fortaleciendo nuestro corazón para la visita del Papa Francisco a Chile y así estar preparados para recibir su mensaje.
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