Hasta fines del siglo XX las instituciones educativas de educación superior, en general, no tuvieron estrategias ni conocemos de acciones significativas para estudiar y vincularse de manera permanente con sus egresados/as y titulados/as. Solo algunas carreras vinculadas a la economía y la ingeniería, mostraron cierto interés por generar actividades que pudieran acercar alguna vez en el año a sus egresados/as con su alma mater. Además, la tendencia por obtener algún diplomado, postítulo, magister o doctorado, solo aumentó desde la década de los noventa del siglo pasado. Es decir, solo llevamos 30 años con una vuelta cuantitativamente importante de los titulados/as a las aulas para obtener alguna ventaja competitiva en el mercado o por la presión por actualizarse o especializarse en algún tema específico que les diera más empleabilidad.
Sin embargo, hoy es cada día más importante generar acciones permanentes para crear vínculos estables y de larga duración con los egresados/as y titulados/as. El cómo seguir a los egresados/as pasó a ser una de las estrategias más relevantes en muchas instituciones de educación superior en el mundo.
Las razones para este cambio son variadas y complementarias. Si bien desde hace 40 años es una frase popular referirse al aprendizaje a lo largo de la vida, es en los últimos 10 años y como consecuencia de los cambios disruptivos provocados por el avance de la ciencia y tecnología, que las instituciones saben que ya no solo educan por 2, 4, 5 o 7 años, sino para que sus egresados/as continuamente vuelvan hasta el fin de su vida laboral. Esto significa que la relación académica se volverá de larga duración entre el estudiante y su alma mater. Es un cambio de paradigma.
Estar cerca de los egresados/as y titulados/as les reporta a las instituciones numerosos beneficios de toda índole:
-Para comprobar con rapidez si los programas de estudios están alineados con la demanda de habilidades, conocimientos y capacidades requeridas en cualquier momento por el mercado laboral.
-Para verificar la eficacia de lo enseñado y aprendido por los estudiantes/as: ¿Son exitosos en empleabilidad nuestros titulados/as?
-Para ajustar los programas de estudios vigentes o también como insumo valioso para estudiar el término programado de alguna actividad académica.
-Para mejorar y actualizar nuestro concepto de calidad.
-Para fortalecer la educación continua, de tal modo que ese/a estudiante/a considere siempre a su alma mater como su institución preferida para actualizar sus habilidades, capacidades y conocimientos.
Por todo lo anterior, las instituciones líderes cuidan sus bases de datos y las mantienen actualizadas; realizan encuestas de opinión a sus egresados/as; organizan actividades recreativas para mantener el contacto con sus egresados/as y titulados/as; invitan a los técnicos y profesionales destacados a prestar servicios como tutores/as o mentores/as académicos/as; crean mecanismos para saber dónde están trabajando sus titulados/as; qué disciplinas son las más exitosas de todas las impartidas por la institución, lo que les permite mejorar a las más débiles y mantener a las con más prestigio; ofrecen capacitaciones específicas de acuerdo a la evolución del mercado laboral; los invitan a participar de proyectos de investigación aplicada; en algunos casos, los más exitosos, pueden llegar a ser donantes para proyectos específicos, etc.
En el caso de Duoc UC, con el tiempo se ha tomado conciencia de la importancia de conocer más y de mantener un vínculo estable con sus titulados/as. Regularmente organiza reuniones para invitarlos a actividades en que exponen sus experiencias, como también a que sean tutores/as de los actuales alumnos y alumnas. Se observan señales de un mayor acercamiento con sus egresados/as, y esto es una buena noticia para una fortalecida comunidad de Duoc UC constituida por sus docentes, administrativos/as, estudiantes/as y egresados/as. De este modo, la institución fortalece su propósito institucional: Formar personas para una sociedad mejor.
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