El pasado miércoles 17 de abril nos sumergimos en una experiencia inigualable junto a los alumnos que participan en Pastoral de Sede Plaza Vespucio. Fuimos partícipes de una actividad solidaria en la Comunidad de Personas de Tercera Edad de la Parroquia San Vicente de Paul ubicada en la comuna La Florida. Esta parroquia se ubica muy cerca de nuestra Sede. El voluntariado surgió en 2023 como una iniciativa de la Pastoral y el Programa de Formación Cristiana de la Sede Plaza Vespucio. En ese entonces se planteó a la Parroquia la posibilidad de realizar un proyecto dirigido específicamente a los adultos mayores de la comuna. Gracias a los Padres Javier Manterola y Héctor Bascuñán la iniciativa se pudo llevar a cabo, lo cual fue un gran logro ya que la parroquia no contaba con una comunidad católica del adulto mayor.
Esta noble acción se ha enraizado en los primeros y terceros miércoles de cada mes, y en este año 2024, será liderada por los alumnos vespertinos y diurnos de la sede Plaza Vespucio, quienes, en su primer encuentro, se comprometieron con fervor a continuar la misión de llevar alegría a los adultos mayores. Compromiso que resonó con fuerza al decir: “¡Sí! ¡Aunque no vengan de DUOC, ¡vendré yo!”, palabras que pronunció Constanza, una de las alumnas, y que todos los estudiantes que se encontraban allí asintieron con la cabeza.
En la parroquia, dos momentos enriquecieron nuestro encuentro: el primero dedicado a la formación en la fe católica y el segundo, donde cada alumno se presentó, compartió las carreras que estudian, sus intereses en aprender de las experiencias del grupo, e incluso algunos relataron sus creencias y metas para el año. También los adultos mayores se presentaron, compartieron cómo llegaron al grupo y lo agradecidos que se sienten de tener este refugio en sus vidas. Esta última parte fue esencial para experimentar verdaderamente la alegría del cristiano, esa alegría auténtica que nace del saberse amado por Dios. “El cuerpo es solo un recipiente”, expresó con una sonrisa una de las adultas mayores de la comunidad, quien irradiaba felicidad al ver a los alumnos frente a ella. Les dijo con cariño: “Quiero impregnarme de su energía y su deseo de vivir”.
Muchos testimonios de madurez nos motivaron a seguir participando, preparando las instancias de recreación con actividades y juegos que ellos mismos están dispuestos a organizar. Los adultos mayores, quedaron felices, para ellos es una gran instancia cada tarde que se pueden reunir, así lo han manifestado las señoras Rosa, Ximena, Luisa, don Carlos y otros miembros de la comunidad que se sienten acogidos y escuchados y que esperan con ansias las distintas reuniones.
Expresamos nuestro profundo agradecimiento a los estudiantes Gerardo Jara, Thalia Ramírez, Andrea Sarmiento, Constanza Astorga y Aleisha Espada que nos acompañaron en esta ocasión y se comprometieron a ser constantes en el servicio a los Adultos Mayores de La Florida.
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