Introducción
La docencia y los espacios educativos han experimentado cambios importantes en los últimos años, siendo convocados a responder a las nuevas necesidades y fenómenos estudiantiles.1
Las instituciones educativas y los currículos juegan un rol central en el crecimiento y capacidad de innovación de los países, la producción de la cultura y la sociedad en su conjunto. Asimismo, estos espacios están permeados e íntimamente influenciados por lo que ocurre en su entorno. Así, estudiantes y docentes ingresan a la sala de clases trayendo consigo una serie de experiencias, expectativas y valores que configuran una interacción compleja y dinámica. En ese sentido, el docente, como responsable último de este espacio, tiene la tarea fundamental de atender y conducir dicha interacción. La pregunta entonces es cómo los apoyamos en esa gran tarea.
Las sociedades actuales enfrentan transformaciones significativas: digitalización acelerada, redes sociales como principal mecanismo informativo y de socialización, escenarios económicos fluctuantes, percepción de incertidumbre e inseguridad generalizada, salud mental como problemática nacional, demandas por mayor inclusión, entre otros. En este contexto, las prácticas pedagógicas están llamadas a atender estas realidades.
Responder este desafío implica comprender que los logros académicos y resultados de aprendizaje están íntimamente relacionados con las trayectorias vitales de los estudiantes y su interacción en el aula.
La estrategia de progresión estudiantil y el origen de dos herramientas claves
En 2023 comienza la implementación de la Estrategia de Progresión Estudiantil en Duoc UC, un plan institucional para potenciar el proceso formativo y trayectoria de los estudiantes desde una mirada integral. Dentro de sus líneas de desarrollo, se incorpora la “alerta posible desertor RAGC”, alojada en el Registro de Asistencia y Gestión de Clases (RAGC). Este mecanismo permite a los docentes levantar alertas hacia los equipos administrativos en caso de detectar problemáticas puntuales que puedan afectar el rendimiento o la permanencia de los estudiantes, y, con ello, retroalimentar a su vez el sistema de alertas institucional.
Luego del primer semestre de implementación, y con la intención de seguir ampliando las herramientas para apoyar la docencia en la progresión de los estudiantes, se realizaron focus groups con docentes para explorar las necesidades de información y los apoyos requeridos para gestionar el aula de mejor manera. Con esta información nace el informe: “Información sobre estudiantes: apoyo para la gestión del aula y la inclusión” (DEPE, 2023).
De este informe se desprenden los siguientes resultados: la necesidad de una mayor comunicación e interacción con los equipos administrativos, el fomento de una cultura orientada a la inclusión y la disponibilidad de información contextual sobre los estudiantes se constituyen como demandas imperiosas. Atender a estas necesidades se reconoció como un recurso esencial para propiciar el aprendizaje y la progresión a lo largo de la trayectoria académica.
Con este diagnóstico, en 2024 se crea Gestión del Aula, una herramienta que entrega más información a los docentes sobre sus estudiantes, al tiempo que permite potenciar el uso de la alerta RAGC. A continuación, se describen como estas herramientas han permitido potenciar la docencia y la progresión estudiantil:
- Alerta RAGC: propiciando la articulación con equipos de apoyo para una progresión efectiva
- Gestión del aula: favoreciendo una práctica pedagógica contextualizada e inclusiva
1. Alerta RAGC: propiciando la articulación con equipos de apoyo para una progresión efectiva
En las instituciones de educación superior, el cuerpo docente suele estar separado de las labores administrativas, las cuales, aunque esenciales, muchas veces se perciben como complementarias o adicionales al proceso de aprendizaje. Por su parte, los docentes evidencian cada vez más la necesidad de incorporar acompañamientos emocionales, psicoeducativos y de otro tipo, en el proceso académico.
Los docentes que participaron en el estudio mencionado (DEPE, 2023), manifestaron que la realidad del aula se ha vuelto más compleja ante la diversidad de problemáticas y necesidades que enfrentan los estudiantes: trastornos de ansiedad, dificultades en el manejo de la ira, mayor presencia de neurodivergencias, estudiantes que deben postergar sus estudios por trabajo, situaciones familiares complejas, entre otros. Todo ello genera estudiantes que ingresan a la sala de clases con barreras importantes y ante las cuales el docente, muchas veces percibe que, en solitario, debe hacer frente y encontrar la manera de generar un clima de aprendizaje óptimo. Esto ha provocado, en ocasiones, una sensación de frustración, al sentirse superados por dichas situaciones. En esta línea, es relevante trabajar como comunidad educativa y de forma colaborativa en el desafío de integrar la diversidad y promover una mirada inclusiva en el aprendizaje para responder a la diversidad del estudiantado.
Este contexto nos llevó a desarrollar una herramienta, complementaria al RAGC, que actuara como un puente de comunicación más directa entre docentes y equipos que acompañan a los estudiantes, (académicos, financieros y de desarrollo estudiantil), y que, a su vez, permitiera al docente conocer las diversas acciones que estos equipos realizan: orientación académica, apoyo financiero, asignación de becas, activación de programas e intervenciones específicas.
La alerta RAGC se convierte así en el primer punto de comunicación entre el aula y los equipos administrativos. A través de ella, los docentes reportan situaciones críticas, los administrativos las observan mediante el Sistema de Alertas y activan un contacto inmediato con el estudiante. Ese contacto marca el inicio de un plan de acción que luego el docente visualiza en Gestión del Aula, esta nueva herramienta creada para ello. Esto le permite comprender las ausencias de ciertos estudiantes, reprogramar evaluaciones a tiempo o realizar adecuaciones pedagógicas de acuerdo con las situaciones detectadas.
Con este mecanismo, los docentes establecen una interacción más directa con los equipos de apoyo, se sienten más acompañados en la gestión de los estudiantes, al tiempo que, generamos sinergias entre el aula y la experiencia estudiantil entregando al estudiante un acompañamiento más integral y oportuno.
Hasta la fecha contamos con 69.000 alertas RAGC levantadas por docentes, 2.975 docentes utilizando esta herramienta activamente y más de 36.000 estudiantes monitoreados.
2. Gestión del aula: favoreciendo una práctica pedagógica contextualizada e inclusiva
Se ha evidenciado que los docentes tienen mayor posibilidad de gatillar cambios profundos en el estudiantado cuando previamente conocen sus motivaciones y características (Merellano, et. Al, 2016). Esto ha llevado a que, hoy día la labor docente en educación superior exija otras responsabilidades: disposición a conocer y comprender al alumnado en sus particularidades individuales y situacionales, monitorear su evolución en el contexto del aula, así como, generar estrategias pedagógicas inclusivas (Pérez, 2020).
Para potenciar este nuevo rol docente, se ha creado Gestión del Aula, un dashboard en Power BI que consolida información de distintas fuentes sobre los estudiantes. Permite observar características sociodemográficas y contextuales, antecedentes académicos (como NEM, resultados de diagnósticos de lenguaje y matemáticas, avance curricular, número de veces que ha cursado la asignatura, entre otros), así como un consolidado de los patrones de asistencia en sus diversas asignaturas.
Este panorama de caracterización, especialmente útil al inicio del semestre, permite a los docentes conocer la diversidad de su grupo de curso y orientar sus prácticas pedagógicas en función de esas necesidades. Por ejemplo, si un curso tiene varios estudiantes que ya han cursado la asignatura, el docente puede diversificar las metodologías para potenciar el aprendizaje; si cuenta con un número importante de estudiantes que trabajan, puede priorizar actividades en aula más que tareas para la casa, por nombrar algunas.
Esta información sociodemográfica, académica y contextual, justo con las gestiones derivadas de la alerta RAGC y las otras alertas, permite al docente comprender al estudiante en su diversidad y complejidad desarrollando un acercamiento más humano e inclusivo con el proceso educativo y, junto con ello, potenciar la progresión de los estudiantes.
Elaborar estas herramientas no es suficiente para garantizar su uso; es por esto, que a lo largo de la creación de estas herramientas se ha trabajado de forma conjunta no solo con docentes sino también con coordinación académica, jefes UAP y los asesores de tecnología educativa, quiénes se han vuelto en un rol clave para socializar y acompañar a los docentes en el uso de estas herramientas. Así, también, se incorporó un módulo particular sobre la progresión estudiantil y el rol docente en el curso de inducción institucional, que todo nuevo docente debe desarrollar; se ha generado material para las jornadas de Bienvenida Docente, y el 2025-2 se realizó un ciclo de talleres tecnológicos, dirigidos por asesores de tecnología educativa para todos los docentes. Adicionalmente, el Comité de Progresión de cada sede, constantemente genera capacitaciones e instancias para promover el buen uso de estas y potenciar el rol docente en la progresión.
Reflexiones finales
La progresión estudiantil es un compromiso compartido que requiere de herramientas, estrategias y, sobre todo, de una mirada integral hacia el aprendizaje. El trabajo colaborativo entre docentes y equipos de apoyo, sumado al uso de información oportuna y pertinente, permite comprender mejor las trayectorias de los estudiantes y acompañarlas con sentido y efectividad. La alerta RAGC y Gestión del Aula son ejemplos concretos de cómo la tecnología y la gestión institucional pueden ponerse al servicio de la docencia, fortaleciendo la toma de decisiones pedagógicas y promoviendo entornos educativos más inclusivos, humanos y conscientes de la diversidad estudiantil.
Los desafíos que nos queda van de la mano con seguir generando comunidades e instancias de aprendizajes que ayude a los docentes a crear, innovar y seguir probando estrategias pedagógicas y metodologías en post del aprendizaje y la progresión.
Seguir avanzando en esta línea significa seguir confiando en el aula como el espacio donde se concreta la misión educativa: propiciar aprendizajes significativos y una formación que transforme vidas.
Referencias
DEPE (2023). “Información sobre estudiantes: apoyo para la gestión del aula y la inclusión” (DEPE, 2023). Ver: https://duoccl0.sharepoint.com/:b:/s/Dir.EstudiosyProgresinEstudiantil/GestionInternaDEPE/EYFwVkTOE3BFsEunKdg1pF0BTbUqzdQ-3_jPbBWnk6xBkQ?e=vDqx7Z.
Merellano, E., Almonacid, A., Moreno, A., Castro, C. (2016). Buenos docentes universitarios: ¿Qué dicen los estudiantes? Universidad Autónoma de Chile, Talca, Chile. Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29848830005.
Pérez, M.V. (2020). Comunicación del o la docente como fuente de motivación en Fomento de la autorregulación del aprendizaje en el aula universitaria. Coord. Alejandro Díaz Mujica, Karla Lobos Peña, Daniela Bruna Jofré. Editorial Universidad de Concepción. Concepción, Chile.
- Columna publicada en el Boletín N°75: https://observatorio.duoc.cl/boletin/boletin-n75-trayectorias-que-transforman-bienestar-sentido-de-pertenencia-progresion-y-actualizacion-profesional-de-los-estudiantes-de-duoc-uc/ ↩︎
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