Ser docente es una de mis grandes motivaciones. Tiene recompensas maravillosas como las infinitas muestras de agradecimiento genuino de mis alumnos y alumnas cada vez que culmina alguna experiencia de aprendizaje, o ven el resultado del trabajo en equipo y metodológico que desarrollan cuando les doy un encargo. Ahora bien, no lo negaré, hay instantes en que mantener la motivación y el ambiente en el aula no siempre es del todo fácil y, en esto, la innovación y la aplicación de estrategias educativas es fundamental para hacer la diferencia.
Les detallo una experiencia que desarrollamos este semestre, con un curso de tercer semestre de ecoturismo de la sede Antonio Varas y que resultó realmente increíble.
Como parte de la asignatura “Interpretación del patrimonio Cultural” nos propusimos dar a conocer y relevar el valor patrimonial de la Iglesia de la Divina Providencia (ubicada en la misma comuna). Para ello, un grupo de cuatro estudiantes tomó el desafío de desarrollar un guiado cultural-religioso en que los turistas sería la propia comunidad educativa de la Sede (administrativos, consejeros y estudiantes).
Este proyecto nació como un piloto que me propuso la Dirección de Carrera, Sonia López, tras las conversaciones que sostuvo con la Pastoral de Duoc UC, y cuyo principal foco era la posibilidad de trabajar en otras oportunidades con experiencias reales del Patrimonio.
Teníamos poco tiempo (un mes) por lo que dividimos el trabajo y definimos las etapas así:
1.Levantamiento de Información. Los estudiantes debieron buscar datos históricos, bibliografía, simbolismos e información sobre la vida dentro de la iglesia.
2.Trabajo con el padre Rodrigo Delazar de nuestra Sede. Quien actuó como nexo con la Iglesia y participó en el guiado.
3.Reconocimiento del lugar. Visitamos cuatro veces el lugar donde se identificaron estaciones o paradas del guiado y que elementos se iban a interpretar del lugar.
4.Entrevistas con responsables de la iglesia. Aplicación de una entrevista abierta con el sacristán de la Iglesia de la Divina Providencia.
5.Diseño de la Experiencia del Guiado. Estructura del guiado. Tiempos. Protocolos.
6.Ejecución del Guiado. Invitación a los turistas. Desarrollo de la actividad. Interpretación por parte de tres estudiantes (Belén Villavicencio, Javiera Luz, María Paz Serrano), el padre Rodrigo y y yo como docente guía.
7.Aplicación de Encuesta de Valoración. Aplicación de una encuesta de calidad del Servicio y Retroalimentación para los estudiantes
En cada una de estas etapas los estudiantes fueron protagonistas del cumplimiento de los indicadores estratégicos del proyecto. En mi caso, como docente, orienté el proceso en conceptos claves tales como la Interpretación Patrimonial; Datos Históricos; Revisión de Fuentes; Técnica y Manejo de Grupo; Comunicación Efectiva.
¿Cómo fue el guiado?
Días antes del guiado se envió una invitación formal a quienes quisieran inscribirse de manera voluntaria. Es así, como logramos reunir a diez integrantes representativos de la comunidad educativa de la Sede, quienes disfrutaron de una actividad que tuvo una duración aproximada de una hora y veinte minutos.
Una vez en la iglesia, una estudiante informó los protocolos COVID-19 y comenzó la actividad, mostrando la Capilla con sus simbolismos asociados a los ritos de la Iglesia Católica; contexto histórico; apreciación de la Nave Central con la identificación de los principales santos. También los guías se apoyaron con el uso de tablets para mostrar fotografías del antes y el después y así invitarlos a viajar en el tiempo.
¿Cuál fue el resultado?
En cuanto a los resultados concretos me da orgullo decir que nuestros estudiantes obtuvieron un 93 % de valoración positiva de los turistas, destacando el profesionalismo en la entrega del guiado, lo entretenido de la experiencia o ayudarles en la revaloración de un patrimonio religioso que muchas veces, por la cotidianidad o la rutina, pasa inadvertido.
Ahora bien, si lo llevamos a la realidad de la industria del Turismo, uno de los grandes desafíos es diversificar la oferta turística. Por lo mismo, realizar actividades en que los alumnos y alumnas puedan aprender y poner en práctica competencias actitudinales y conceptuales, requeridas y valoradas por las empresas y agencias, los motiva para estar más preparados y entregar un mejor servicio a los turistas.
Además, la actividad académica profundiza la mirada del Patrimonio dinamizado a través del turismo, es decir, cercano y entendido desde las comunidades y para estas.
Otra conclusión interesante es que los estudiantes recibieron una retroalimentación casi al instante, una vez concluido el recorrido por parte de los turistas, lo cual es un excelente indicador de cómo están sus competencias profesionales y qué tan efectivas son a la hora de persuadir y motivar a una audiencia que esperaba de ellos aprender y disfrutar de un recorrido patrimonial.
Agregar que esta actividad fue recibida con mucho entusiasmo por los pares de los estudiantes que participaron de este piloto, por lo que decidí replicar la misma estrategia con mis dos cursos, pero tomando como foco zonas típicas de la comuna de Providencia.
Finalmente, atreverse a innovar en el aula, acorde a lo solicitado por el PIA y el PDA, promueve la adquisición de aprendizajes autónomos, en que los estudiantes son el centro del proceso formativo, y el docente fortalece y obtiene nuevas herramientas que le ayudan a evaluar el aprendizaje y mantener esa motivación que tan bien hace.
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