Falta poco para que se cumpla un año desde nuestro Encuentro de inicios de enero del 2023. Luego de un paréntesis para la presencialidad, provocado por las circunstancias por todos conocidas, nos reencontrábamos.
Resultaba sobrecogedor observar la alegría de aquellos saludos, donde no solo los apretones de mano, abrazos y besos emergían con espontaneidad, también los ojos demostraban emoción.
En lenguaje y saludo Zulú el equivalente a nuestro “hola” se dice: Sawu Bona (que significa: Te veo) a lo que el otro miembro de la tribu responde Sikkhona (que significa estoy aquí). El orden del diálogo es importante: mientras no me hayas visto, no existo. Es como si al verme me dieras la existencia.
Desde mi perspectiva este es el altísimo valor de la presencialidad, que estas reuniones sean este lugar de encuentro, donde nos veamos y nos demos la existencia; Por ello seguiremos insistiendo en que por lo menos una vez al año tengamos esta oportunidad.
Estamos aquí para compartir y por extensión, ojalá, poder aprender. Una apretada, intensa, variada y completa agenda nos ha preparado el equipo de inclusión (Lorena, Carolina y Claudia, quienes componen el equipo de inclusión se han esmerado en ello). Transitamos desde la oración que nos ha regalado el Capellán General, al marco de acción ya dado por nuestro Vicerrector Académico; del mensaje propuesto por el Sr. director de Senadis (a quien agradecemos su presencia), a las experiencias que el Dr. Figueredo enfatizará sobre la urgencia, importancia y necesidad de la perspectiva multidisciplinaria en la educación inclusiva. Posteriormente, Edita Núñez, sicóloga del centro síndrome de down de la PUC, abordará el desafío que significa para la educación superior la discapacidad cognitiva. Tendremos el testimonio de Lucas, estudiante de la sede San Bernardo de Duoc UC y finalizaremos la jornada con un taller minuciosamente preparado para ponerlo a disposición de todos ustedes.
Si reparan con detención en el programa general, Lorena, Carolina y Claudia (con el apoyo de todo el equipo de la dirección) nos ponen una muestra inclusiva. Efectivamente, la cartelera contempla al mundo público y privado; nacional e internacional; teórico y experiencial; incisivo y lúdico; cognitivo y kinestésico; simulado y testimonial.
La pregunta, entonces, que podría surgir para alguien de esta sala o alguna persona interna o no a Duoc UC sería: ¿y todo esto para qué?
Intentaré dar respuesta diciendo, inicialmente, que todo lo que hemos hecho durante el presente año no ha tenido más finalidad que favorecer la inclusión. Pero, Sebastián, puede estar pensando más de alguna persona presente, ¿y eso qué significa?
Pensar en inclusión en la educación superior, donde nos encontramos, implica aspirar a reducir las múltiples barreras presentes en este nivel educativo con el fin de asegurar cuatro momentos esenciales: el acceso, la permanencia, el egreso y la inserción laboral del estudiantado, prestando especial atención a todas aquellas personas que, por distintas razones, están en situación de desventaja.
Por ello es por lo que este año nos hemos forjado un desafiante plan de trabajo que ha llevado consigo la visita a todas las sedes y campus de la institución. Hemos ido a compartir este sentido de favorecer la inclusión desde la Vicerrectoría Académica de Duoc UC. Trabajamos y levantamos en conjunto necesidades propias de cada espacio educativo de la institución; buscamos potenciar nuestra colaboración interna por medio de un sinnúmero de jornadas, encuentros, talleres, acciones formativas y reuniones… Muchas reuniones. Buscamos llegar, atender y apoyar cada situación; estuvimos alertas e intentando anticiparnos a situaciones de normativa gubernamental y prepararnos para escenarios futuros.
Este año caminamos por senderos escasamente transitados institucionalmente, en materias de inclusión, concursando en los “Fondos de Áreas Estratégicas de Desarrollo Institucional para la Educación Superior, del Ministerio de Educación”, adjudicándonos el proyecto “Estrategias de acompañamiento para el fortalecimiento de la progresión en estudiantes con discapacidad”, el cual se encuentra en la tramitación final del acto administrativo ministerial.
Conjuntamente, favorecer la inclusión, también ha significado actualizar la política interna para estudiantes con discapacidad, recientemente comunicada a toda la comunidad. Asimismo, hemos firmado el convenio con el Centro de Síndrome de Down de la Pontificia Universidad Católica, el pasado jueves 14 de diciembre. Ello significa la decidida voluntad institucional de abrir espacios en la educación superior para estas personas y el consecuente compromiso de Duoc UC con sus principios de identidad católica y centralidad del estudiante. El mismo día 14 se firmaba otro convenio, esta vez con el programa ELEDUC (En libertad de educación), también de la Pontificia Universidad Católica, para responder a los intereses de continuidad en la educación superior de las mujeres del Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín.
Favorecer la inclusión nos impele y alerta, como comunidad educativa, a materializar nuestro Proyecto Educativo siendo fieles al “sentido de acogida, del respeto a toda persona y la tolerancia ante la diversidad, características esenciales de nuestra identidad” (Proyecto Educativo p 8)
Favorecer la inclusión es hacer realidad nuestro Proyecto Educativo cuando nos interpela para asumir un compromiso con cada estudiante, acogiéndolo tal como es, en toda su dignidad y su ser personal, sus características específicas, capacidades inquietudes y necesidades, reconociendo la riqueza de la diversidad. (Proyecto Educativo p 18)
Favorecer la inclusión no es más que ser fieles al Plan de Desarrollo que generamos en 2021 y que expira en 2025.
A veces, cada vez con mayor insistencia, es conveniente que releamos y volvamos a revisar los documentos que son fundamentales para todas las personas miembro de esta comunidad. Acompáñenme en este rápido y pequeño repaso y veremos que lo que este año hemos avanzado en inclusión, encuentra sus raíces más profundas en lo que declaramos hace dos años en el Plan de Desarrollo institucional y, si queremos ir más allá, hace 55 años cuando se creaba el Departamento Universitario Obrero Campesino como un espacio para ayudar a los más desfavorecidos.
En efecto, en la página 8 del Plan de Desarrollo se plantea el concepto de “aldea de educación”,idea tomada del Papa Francisco cuando el año 2019 se dirigía a la Congregación de Educación Católica, en el marco del lanzamiento del Pacto Educativo Global.
En aquella aldea, Su Santidad señalaba que “En un itinerario de ecología integral, se debe poner en el centro el valor propio de cada criatura, en relación con las personas y con la realidad que las circunda, y se propone un estilo de vida que rechace la cultura del descarte”.
Asimismo, también argüía: “formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad. El servicio es un pilar de la cultura del encuentro” Lo reitero: El servicio es un pilar de la cultura del encuentro.
Así, entonces, es que pretendemos favorecer la inclusión. Así, entonces, es lo que hemos hecho todo este año.
Algunas personas presentes recordarán que el 04 de enero del presente año les comentaba que nuestro Plan de Desarrollo se compone de cinco grandes objetivos, 14 estrategias y más de 70 iniciativas. Una de aquellas estrategias es la que proporciona el marco que guarece a las distintas acciones que vamos desarrollando, para favorecer la inclusión y posibilitar el reforzamiento del programa de apoyo y formación de docentes y equipos de las UAP, y así potenciar prácticas educativas inclusivas que aseguren el acceso, permanencia y aprendizaje y participación de todos los estudiantes reconociendo su diversidad.
Más allá de todo lo ya dicho y quizás rozando la impertinencia, les quiero recordar que Duoc UC es una institución católica y, por eso, nada más que por eso, tenemos el imperativo ético y moral de defender la inclusión. Desde la Vicerrectoría Académica hemos comenzado por lo físico y cognitivo, en la medida que seamos capaces de responder al aprendizaje de las personas que están en estas condiciones, veremos cómo ir ampliando las fronteras.
Lo que es claro tiene que ver con que como comunidad cristiana hemos de ser un lugar donde la pertenencia y la inclusión no sean palabras que se pronuncien en ciertas ocasiones, sino que sean derroteros diarios de acción.
Acoger a las personas con discapacidad y responder a sus necesidades es un deber de la comunidad civil y también eclesial, porque la dignidad humana, incluso cuando está herida en la mente o en sus capacidades sensoriales o intelectuales, es un sujeto plenamente humano, con los derechos sagrados e inalienables propios de toda criatura humana.
Hemos de transformar la indiferencia en proximidad, en cercanía. Hemos de insistir de manera decidida y permanente en la defensa de los derechos de las personas. Siendo aquello un buen primer paso que ha de complementarse con el persistente esfuerzo por responder a sus necesidades existenciales, en las diferentes dimensiones: corporal, psíquica, intelectual, social y espiritual.
Responsables de las Unidades de Apoyo Pedagógico, personas que se desempeñan como asesoras en inclusión, muy respetadas profesoras y muy respetados profesores, personas que coordinan las Unidades de Bienestar Estudiantil, señoras y señores: permítanme algunas ideas que se han ido convirtiendo en fuerzas orientadoras para el equipo de inclusión liderado por Lorena Concha, secundada por Claudia Newman y Carolina Recabarren:
-Hay inclusión si hay fraternidad.
-Hay inclusión si existe coherencia entre lo declarado como institución y lo que hacemos en beneficio de nuestros estudiantes y colaboradores.
-Hay inclusión en la medida de que flexibilizamos nuestras práctica y reglamentaciones en beneficio del aprendizaje individual y colectivo de cada persona.
-Hay inclusión si superamos nuestros prejuicios y nos ponemos al servicio de cada cual.
-Hay inclusión si somos conscientes de que Duoc UC es la casa de todos, “el corazón del cristiano es la casa de todos” nos señala el Papa Francisco.
-Hay inclusión cuando entendemos y practicamos que todas las personas somos capaces de aprender y, por tanto, debemos encontrar sus peculiares senderos para el logro de sus aprendizajes.
Ya terminando, les pido por favor que entendamos que la inclusión es un proceso y un horizonte con sentido. No es una estrategia para ayudar a las personas para que calcen dentro de sistemas y estructuras existentes. Es un proceso que busca transformar aquellos sistemas y estructuras para que sean mejores respuestas para todas las personas; pero también, con un fin: que la dignidad humana sea una realidad para todos.
Generar y mantener comunidades inclusivas significa satisfacer de manera concreta y específica la necesidad de cada persona de sentirse reconocida y de sentirse parte de un conjunto social.
Sawu bona: te veo….
Sikkhona: estoy aquí….
Al verme me has dado la existencia. Muchas gracias y muy buena jornada.
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