22 de Enero, 2024

Tendencias en salud y plan estratégico de la Escuela de Salud

María Isabel Catoni Salamanca

María Isabel Catoni Salamanca

Directora de la Escuela de Salud de Duoc UC

6 minutos de lectura

De la época del imperio romano es un refrán popular que llama la atención sobre lo riesgoso de “dormirse en los laureles”, refiriéndose a aquellos que destacaban por un logro importante y eran premiados con una corona de laureles, pero luego dejaban de esforzarse. De forma similar, para continuar mereciendo una “corona de laureles” como institución en general y como Escuela de Salud de Duoc UC en particular, evidentemente es necesario no dormirse[1].

De ahí la necesidad imperiosa de contar con una buena planificación estratégica (PE), en la que se analice seriamente cómo, desde nuestra realidad actual, nos proyectamos hacia un futuro en que continuemos aportando valor a los estudiantes, a la industria y a la sociedad en su conjunto. Difícil tarea, ya que requiere de un diagnóstico lo más certero posible de la realidad actual y abrir, con imaginación y realismo, una ventana que nos permita vislumbrar al futuro.

Este fue el principal objetivo de la Escuela de Salud durante el año 2023, desarrollar un PE 2024-2028 que permita contar con una visión y misión de futuro, con valores, estrategias, objetivos y proyectos que permitan continuar aportando de modo relevante a la salud de la población.

Con este fin se consultaron importantes stakeholders lo que reveló tendencias relevantes en salud como el bienestar, la ética/humanización del cuidado, la sostenibilidad, la calidad/ seguridad asistencial y la transformación digital.

Con relación al bienestar hay consenso en que las Escuelas de Salud han estado focalizadas en el tratamiento y recuperación de las enfermedades en desmedro de la prevención de estas, lo que ha redundado en un aumento importante de la carga de enfermedad a nivel nacional. Al mismo tiempo, hay conciencia de que no tenemos la capacidad de hacernos cargo de lo anterior como país, lo que remite a la necesidad de centrarse en el bienestar de las personas, en la promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad. Asimismo, la alta incidencia de síntomas de burnout y problemas de salud mental en personal sanitario, revelan la imperiosa necesidad de hacerse cargo de este tema (cuidado del cuidador). Si bien no existen estudios nacionales, las cifras muestran que en países desarrollados se está observando una tendencia al abandono de la profesión relacionado con lo anterior. Así, es relevante enseñar al personal sanitario no solo a cuidar a otros sino a cuidar también de su propia salud, a tener sentido de propósito y a prepararse para la cruda realidad de los campos clínicos, en síntesis, formar profesionales con mayor resiliencia y mayor engagement con la profesión. Al mismo tiempo y como una manera de relevar la importancia de este tema, se propone cambiar el nombre de la Escuela a “Escuela de Salud y Bienestar”.

Una segunda tendencia es la ética/humanización del cuidado que dice relación con la necesidad de distinguirse por tratar a los pacientes como lo que son, una persona que por el solo hecho de ser tal merece un trato digno. Para esto se requiere una formación integral que considere a la persona como un ser biopsicosocial, cultural y espiritual, desarrollando en los estudiantes capacidades de comunicación efectiva, empatía, manejo de las emociones, profesionalismo y sensibilidad ética. En este mismo punto es importante considerar nuevas leyes como son las Ley de Deberes y Derechos de los Pacientes y la Ley de Cuidados Paliativos Universales.

Asimismo, a nivel mundial, la industria sanitaria es el quinto mayor emisor de dióxido de carbono; de hecho, emite el 4,4% de los gases de efecto invernadero netos. La contradicción es que el sector salud, al mismo tiempo, es una industria cuyo objetivo es proteger la salud de la población lo que nos lleva a una tercera tendencia de la que tenemos que hacernos cargo: la sostenibilidad medioambiental. El personal sanitario debiera ser agente de cambio en este sentido; sin embargo, los programas de estudio consideran poco y nada estos aspectos, por tanto, ahí está el desafío.

En cuarto lugar, se encuentra la calidad y seguridad asistencial. Se sabe que la mayor parte de los efectos adversos que puede sufrir un paciente al ingresar a un centro de salud se relacionan con “error humano” y los más frecuentes son los errores de medicación, las infecciones relacionadas a la atención de salud y las caídas. Si bien es imposible bajar a cero los efectos adversos porque influyen también otras variables, si es posible hacer mayor énfasis en la formación de los técnicos en salud, entregando una muy buena formación en calidad y seguridad asistencial.

Por último, la transformación digital corre a pasos agigantados en salud. En los próximos años se esperan hospitales sin papel, laboratorios robotizados que procesan exámenes casi sin intervención humana, monitores de signos vitales computarizados, atención de salud a distancia, cuidado domiciliario con profesionales que evalúan e indican a distancia como cuidar al paciente, entre otros; todo lo cual requiere manejo de nuevos softwares a nivel de usuario y comprensión del manejo y alcance de estos sistemas.

A lo anterior se agregan los contenidos disciplinares relacionados con la actualización de los programas de estudio de acuerdo con la epidemiología y los avances en los sistemas de salud, como es el hecho de que el cáncer pasó a ser la primera causa de muerte en Chile, el aumento sostenido de los problemas de salud mental, el envejecimiento de la población, el aumento del cuidado domiciliario y la sostenida evolución de los hospitales hacia centros de alta complejidad.

Así el año 2023, la Escuela de Salud se embarcó en un ambicioso PE que pretende incluir con fuerza, en forma transversal, en todos sus planes de estudio el bienestar y la humanización del cuidado como un sello de la Escuela, contar con docentes de alta calidad que se constituyan en un pilar para el desarrollo de la Escuela, crear y actualizar sus planes de estudio según la evaluación que ya se está realizando, fortalecer las experiencias prácticas (simulación clínica, prácticas clínicas y profesionales), y desarrollar investigación aplicada en salud y bienestar para medir los resultados de las intervenciones.

Deja tu comentario

Nombre y Apellido *

Guardar mi nombre y email en este navegador para la próxima vez que desee comentar.

0 comentarios

Otros artículos de interés

NAVEGAR OPINIÓN

15 de Julio, 2024

Transformación digital y educación: novedades del nuevo CAPE de redes y telecomunicaciones para el 2025.

En la era digital en la que vivimos, la conectividad y las telecomunicaciones juegan un rol crucial en la transformación de nuestras sociedades. En este contexto, los programas de estudios en tecnología exigen de una ágil actualización, diferenciarse con innovación y estar a la vanguardia, adaptándose a las necesidades cambiantes del sector y ofreciendo soluciones […]

15 de Julio, 2024

Aprender en sociedad, del valor de los otros y sentido de comunidad: el aporte de la VcM en el subsistema técnico-profesional

La Vicerrectoría Académica, a través de la Dirección de Vinculación e Integración Institucional de Duoc UC, es el área responsable de medir la contribución e impacto social de las iniciativas de vinculación con el medio. Junto con evaluar las iniciativas de vinculación con el medio para identificar buenas prácticas y retroalimentar a otras áreas de […]

15 de Julio, 2024

C1DO1: Un nuevo paso de Duoc UC en la implementación de tecnologías educativas

El tiempo pasa sin que nos demos cuenta. Y es en momentos como estos en los que esta afirmación se hace aún más patente. Han sido dos años y medio los que llevamos trabajando en la implementación de C1DO1 en Duoc UC. Camino que, sin dudas, ha tenido altos y bajos, que ha significado un […]