El 3 de agosto de 1492 zarparon del Puerto de Palos de La Frontera (actual Huelva) dos carabelas (la Pinta y la Niña) y una “nao” (la Santa María), según la versión de fray Bartolomé de Las Casas y lo contó el Almirante en su cuaderno de viaje. Se dirigían a las Indias por rutas transoceánicas estudiadas científicamente, innovadoras para la época, con una ruta clara y un equipo, que contrario a lo que se cree, estaba bien preparado. En la primera parte del viaje debieron reorientar su dirección hacia Las Canarias, para arreglar algunos inesperados defectos que presentaron las embarcaciones al cruzar los primeros movimientos oceánicos. Una vez realizado, decidieron persistir en la aventura cruzando la mar océano, con complejos sectores como el de las Azores, para llegar, luego de muchas tribulaciones a las costas esperadas.
¡Sí! costas esperadas, planificadas, un objetivo determinado desde un inicio, pero claro está, nuevas costas, no las indias orientales, sino Guanahani, confirmándose así el Descubrimiento… Si observamos la literatura y la taxonomía histórica, descubrir es, por ejemplo, “hacer que se conozca la existencia de una cosa o su verdadera naturaleza” … “Destapar lo cubierto” … “Encontrar lo desconocido”… “Encontrar algo o una nueva explicación científica de sus fenómenos”… “adquirir conocimiento de una cosa que se ignoraba”… Fue en este viaje y arribo a costas esperadas pero re significadas, donde el equipo, sus líderes, sus talentos, su organización, su planificación, así como el cuidado y administración de los cada vez más escasos y apreciados recursos vitales, se probaron y se descubrieron de manera definitiva, transformando ese viaje en algo más que una hazaña, en Historia.
Me parece esta, la experiencia simbólica – histórica más representativa de lo que ha sido este tiempo en nuestra Institución y en nuestra querida sede San Bernardo. Nuestro complejo viaje de este primer semestre formativo y nuestra llegada a nuestro puerto, el cierre del primer semestre ha sido una experiencia de crecimiento para nuestro país, así como para nuestra Sede. Partimos con objetivos y caminos claros, con una determinación y planificación que consideraba escenarios distintos como el ya vivido desde octubre pasado, con espacios adecuados para la formación, con equipos formados para servir y educar, pero que poco de empezar nos exigió adaptarnos, probarnos de qué estamos hechos, redefinirnos, equivocarnos, reorientarnos, descubrirnos, colaborar, reinventarnos y reorientar el rumbo con determinación y unidad, para salir adelante todos juntos.
Y como todo gran viaje, ha sido exigente, apasionante, complejo, lleno de arduo trabajo, donde también hemos debido llorar la partida de los nuestros. Hemos descubierto a nuestros héroes y cada uno ha descubierto sus fortalezas. Hemos dibujado posibilidades y futuras oportunidades… Se han abierto fronteras que debemos repensar. Tenemos la convicción y alegría de que en este viaje nunca hemos estado solos, ya que en los momentos más difíciles, como en las pequeñas satisfacciones, Dios ha estado presente, como en las carabelas de Colón, siendo la guía junto a nuestra fe, nuestros valores, nuestra identidad y nuestra misión. Mirando este viaje del primer semestre, lo más satisfactorio es que aunque hubo momentos inciertos, nunca se nos perdió de vista el compromiso con nuestros estudiantes y nuestra promesa formativa, a veces a vela hinchada, otras a remo y esfuerzo, pero siempre en nuestro horizonte.
Ya en lo más técnico, la preparación del cierre del semestre estuvo sustentado en muchas conversaciones Institucionales y colaboración en la toma de decisiones, llegando a acuerdos académicos que beneficiaran el proceso formativo de nuestros estudiantes, ante las complejidades sanitarias, emocionales que el contexto generaba en los requeridos aprendizajes. Tenemos un relato, una historia y un sueño común que nos motiva día a día y nos entrega la resiliencia necesaria para lograr nuestros compromisos y objetivos trazados, avanzando de acuerdo con la contingencia, pensando y trabajando en equipo y con capacidad de adaptación.
Fue así como nos orientamos a implementar las definiciones de nuestra Rectoría y Vicerrectoría Académica, informando a estudiantes y docentes, escuchando para generar una óptima operación que permitiera cerrar todas las evaluaciones parciales antes del inicio del proceso de examinación, pausar las definidas, capacitar sobre las mejoras de AVA para evaluar, construir un calendario de exámenes publicado para el tramo final de los estudios, informando también los RI, no sin antes mirar cada uno de los casos con detención, respondiendo a la realidad y el entorno en que la Sede cumple su misión y nuestra estrategia remota.
Fue así como desarrollamos el plan CONECTA y MENTOR, para contactar, asistir y guiar a nuestros estudiantes que tuvieran más complicaciones de internet y de conexiones sincrónicas y asincrónicas, generando alternativas de apoyo y acompañamiento. De mucho nos sirvió y seguirá sirviendo nuestro sistema de monitoreo de avance del proceso formativo, basado en el reporte integrado de calificaciones y asistencias. Fue así donde el equipo se probó, sustentado en la labor y coordinación de las Direcciones de Carrera, Jefaturas Transversales, UAP y Docentes, así como también el apoyo constante de las Coordinaciones Académicas, equipo de Servicios y Procesos Académicos, el área de Desarrollo Estudiantil, Biblioteca y secretarias, entre tantos/as más que suman, equipos que se contactan entre ellos y con los estudiantes por las distintas plataformas que se requiera y se pueda, estando presente. Fue así también como logramos cerrar el semestre antes de lo esperado y sin complicaciones de cara al docente y estudiante. Fue así también como continuamos cerca de ellos para apoyar y guiar su Inscripción de asignaturas e inicio de este semestre 2-2020.
Para este nuevo viaje, en este segundo semestre, estamos mucho más preparados y atentos, reconociendo con más claridad este escenario y contexto VUCA[1], consolidando cada día, pero sin dejar de mirar nuestro horizonte, mantenidos en nuestros valores, contactados para incrementar visitas virtuales, invitados “online” de la industria y nuestros ex alumnos, desde distintas partes del mundo, de manera de seguir agregando valor a la formación en modalidad remota, para seguir formando profesionales que se adaptan al cambio, creando una nueva realidad, con nuevas experiencias, con la humildad de un grande… Nuestra Sede San Bernardo.
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