Ya hemos reflexionado bastante sobre los grandes impactos que tuvo este año, en nuestro trabajo y nuestra vida familiar, la pandemia producto de la COVID-19 y que aún nos afecta.
Lo más impactante de los últimos 10 meses, a mi modo de ver, es la sensación de vulnerabilidad frente a una enfermedad que nos puede afectar a todos por igual, y que nos ha puesto a prueba en todos los ámbitos y como institución de educación superior respecto a lo que queremos desarrollar en nuestros propios estudiantes: capacidad de adaptación. Y es desde la adaptación, flexibilidad y determinación que pudimos cumplir con un nuevo año académico en la sede San Bernardo, un año en el que hemos aprendido mucho.
A continuación, repasaremos algunos hechos relevantes durante el 2020.
Inicio de las clases remotas: de la presencialidad a lo remoto
Comenzamos nuestras clases a principios de marzo según lo planificado: bienvenida docente, semana cero para los alumnos de inicio, encuentro de padres y primer día de clases, pero a los pocos días la sorpresa era mayor cuando se anunciaba la medida de continuar con las clases en forma remota y adaptar toda la planificación de las clases y los servicios para nuestros estudiantes a un formato que no esperábamos. Hubo mucha incertidumbre y confusión al comienzo, pero el desafío era mayor y los colaboradores docentes y administrativos realizaron un gran trabajo para continuar acompañando a nuestros estudiantes.
Por supuesto que fue un periodo difícil para nuestros estudiantes. El no sociabilizar presencialmente con docentes y compañeros, generaba muchas veces una sensación de aislamiento, lo que se presentó como un desafío amplificado para los docentes de lograr la motivación suficiente para favorecer el aprendizaje. Se hacía más compleja la comunicación y la retroalimentación en el avance de los contenidos, y a esto se sumaba las dificultades en los requerimientos de contar con un PC e internet adecuado (muchos de nuestros estudiantes viven en zonas que la señal de internet es de muy mala calidad, independiente de la compañía contratada).
Pero es en los momentos más difíciles cuando se ponen a prueba a los grandes equipos, y en este sentido tanto el equipo docente como el administrativo supo adaptarse y orientar la tarea sin perder de vista lo esencial de nuestra labor: El estudiante.
Cómo institución las medidas extraordinarias para enfrentar la difícil situación fueron muy bien recibidas por parte de los estudiantes: modificación del calendario académico, modificación de plazo de renuncia y suspensión académica, el establecimiento de evaluaciones parciales sincrónicas o asincrónicas a través de encargos o actividades en el Ambiente Virtual de Aprendizaje (AVA), flexibilización de la asistencia asincrónica. Pero también se llevaron a cabo iniciativas que definitivamente apoyaron al desarrollo de las clases y los estudiantes han reconocido como medidas destacadas: préstamo de computadores, flexibilidad en pago de cuotas de aranceles, beneficio de plan de datos para los estudiantes, beneficio de fondo de emergencia y programa de apoyo en salud mental, entre otros.
Tuvimos que reorientar los servicios en la sede para estar disponibles cuando los estudiantes lo requerían, y todos desde nuestras casas continuamos acompañando, orientando, resolviendo los requerimientos necesarios para terminar un primer semestre inédito en nuestra institución. Fue una gran tarea que nos permitió aprender mucho y prepararnos mejor para el segundo semestre.
Fin de la cuarentena y el retorno seguro a nuestra Sede
El 14 de septiembre la comuna de San Bernardo salió de la etapa en cuarentena, lo que permitió el retorno a la presencialidad en nuestra Sede, de forma paulatina primero de los colaboradores administrativos, luego los docentes y finalmente los alumnos. Fue muy importante el trabajo colaborativo del comité paritario de la Sede y la ACHS para establecer todas las medidas de seguridad y cuidado para el retorno al trabajo presencial. Luego, el compromiso de todos los colaboradores en el cumplimiento de las medidas de cuidado fue clave para que el retorno fuera posible y avanzáramos rápidamente a la ejecución de las actividades prácticas presenciales que debíamos realizar.
Comenzamos con los talleres presenciales el 28 de septiembre, considerando todas las medidas de seguridad para los alumnos y docentes, y en la preparación de cada actividad académica fueron claves las reuniones de coordinación con los estudiantes, donde se reforzaban los objetivos de la actividades, horarios y requisitos. En un comienzo cerca del 50% de los estudiantes que convocábamos a cada actividad asistían, pero ese porcentaje aumentaba significativamente en las siguientes instancias, promovidos por los mismos compañeros que ya habían vivido la experiencia. La sede se convirtió en un lugar seguro para estudiar, y todos entendimos la importancia del autocuidado y el respeto a las medidas.
Todo lo anterior nos permitió cumplir con el desarrollo de las actividades prácticas presenciales que necesitaban los estudiantes y se logró regularizar más de 6.400 notas que estaban pendientes del primer semestre.
La importancia de la presencialidad
Sin duda que las medidas de seguridad para cuidar nuestra salud y la planificación y realización de las actividades presenciales y remotas (sincrónica y asincrónicamente) para cumplir con el semestre académico era el principal desafío, pero fue muy gratificante para todos, descubrir el real significado de los estábamos haciendo día a día en nuestra Sede: favorecer la experiencia que viven nuestros estudiantes en Duoc UC.
La importancia del aprendizaje colaborativo y la interacción presencial con los compañeros, el cultivar relaciones afectuosas y amables con la comunidad, la retroalimentación constante y dar respuestas a las consultas y orientaciones que solicitaban los alumnos, contar con requerimientos tecnológicos adecuados, el desarrollo los servicios de apoyo, favorecen la motivación y promueve un ambiente basado en la confianza, que permite al estudiante involucrarse y ser protagonista de su proceso de aprendizaje.
Lo anterior se refleja en los buenos resultados obtenidos tanto en la Encuesta Docente del segundo semestre del 2020, donde se obtuvo un resultado de 87,6%, tres puntos por sobre el primer semestre y el mejor resultado de percepción de la labor docente en semestre par que ha tenido la sede San Bernardo desde su inicio, así como también en la encuesta de servicios 2020, donde la satisfacción global alcanzó un 53,3%.
El cierre del año 2020 estuvo marcado por tres actividades muy significativas y que sirven de corolario para todo el trabajo, esfuerzo y compromiso de nuestra Sede. Entre la segunda y tercera semana de diciembre pudimos desarrollar las ceremonias de confirmación de 15 estudiantes de la sede San Bernardo, que lograron finalizar un proceso de crecimiento y fe, en un periodo de muchas dificultades. Además, la última semana de diciembre pudimos desarrollar una ceremonia de titulación presencial en nuestra Sede, lo que representó un momento de gran satisfacción, para los estudiantes y su familia confirmando nuestra misión y sentido de contribución. También la última semana de diciembre recibimos a Monseñor Juan Ignacio González, para bendecir los nuevos espacios de la Sede: coordinación docente, punto estudiantil, biblioteca, centro académico, auditorio y salas de proyecto. Espacios que están destinados para una experiencia significativa que puedan vivir nuestros estudiantes.
Quiero aprovechar esta oportunidad, para agradecer enormemente el trabajo realizado por todo el equipo de docentes y administrativos de la sede San Bernardo, y también a sus familias, que han sido un soporte fundamental durante este año. También me gustaría reconocer todo el esfuerzo de nuestros estudiantes, que han vivido un periodo muy difícil, y se ha puesto a prueba toda su capacidad para adaptarse a los cambios.
El próximo año académico continuaremos con el desafío de seguir innovando y exigiendo nuestra creatividad para poder desarrollar las actividades académicas y ofrecer los servicios de apoyo para nuestros estudiantes, con la confianza y fortaleza de todo lo aprendido este 2020, y con la fe que el año 2021, el año de nuestro Patrono San José, será mucho mejor, que podremos seguir formando a nuestros estudiantes y fortaleciendo la comunidad de nuestra sede San Bernardo.
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