Laudato sí, mi Signore: Alabado seas mi Señor. Es la Encíclica que el Papa Francisco nos regalaba en aquel 24 de mayo de 2015. El Papa, tomado este himno de alabanza de San Francisco de asís, quería invitarnos a una interesante, y por qué no decirlo, atrevida mirada hacia la ecología, donde la invitación de mirar hacia el Creador nos da una mirada clave de cómo el Santo Padre nos muestra, a creyentes y no creyentes, una reflexión de cómo estamos en nuestra Casa Común. Estas líneas, junto con recordar y reflexionar sobre este documento, es una invitación a volver a leerlo y descubrir el desafío que tiene para el mundo de la educación superior en el Chile de hoy y el contexto mundial
Señalo lo anterior por cuanto muchas veces se oía hablar de ecología en aspectos específicos: animales en extinción, el grave deterioro de la selva amazónica (que continúa hasta hoy), la contaminación del agua y del aire, en fin, un sin número de afectaciones, que nos recordaban cómo estábamos dañando el medio ambiente y la creación. El Papa Francisco, toma con fuerza esta línea, en puntos que desarrollamos más adelante, y también nos recuerda la Ecología Humana, junto a lo ya señalado, el Hombre se degrada, y sus relaciones, con Dios, entre nosotros y con la naturaleza, se ve gravemente afectada[1].
La Encíclica nos irá recordando lo que afecta a esa Casa Común, como el cambio climático que estamos viviendo tan de cerca en Chile, la escasez de agua, y de lluvias que también tan duramente nos han afectado, la pérdida de la biodiversidad y la desigualdad global, y que por estos años hemos ido viviendo en toda América, puntos que nos invitan a la reflexión de cómo hemos usado la naturaleza, en vez de como hemos interactuado con ella.
Así se avanza hacia el Evangelio de la Creación, donde tomando la Sagrada Escritura como fuente, vamos siendo interpelados por los relatos de la Creación, y así el Génesis nos interpela el cuidado de la creación, la protección de la naturaleza. El Papa en LS 67, nos recuerda que los intentos pasados de justificar el dominio absoluto del hombre sobre otras especies “no son una interpretación correcta de la BIblia”. Acá hay una mirada interesante de cómo ver la creación como un don, un mensaje y una herencia común de todos los hombres y las mujeres. Nuestras carreras de Turismo aventura y recursos naturales, son un interesante recordatorio de cómo estar en respeto y cuidado con la creación
Continúa este interesante documento con la Raíz humana de la crisis ecológica, donde se va explorando las tendencias sociales y las ideologías que han causado problemas medioambientales, entre ellos: el uso irreflexivo de la tecnología, el impulso de manipular y querer controlar la naturaleza, la visión de los seres humanos como algo separado del medio ambiente, las teorías económicas de enfoque estrecho y el relativismo moral. El consumo exacerbado afecta las relaciones con la naturaleza y entre los hombres y las mujeres.
Con lo anterior se abre hacía una ecología integral, que afirma que los seres humanos forman parte de un mundo más amplio. Esto nos desafía a la búsqueda de soluciones integrales, que buscan la adecuada interacción de sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. Dentro de este punto, quisiera destacar la importancia que tenemos como Duoc UC, de ir innovando y mostrando las dimensiones éticas en nuestro enseñar, y las dimensiones espirituales de los seres humanos. El desafío ecológico es tomar al ser humano en su integridad, familia, cultura, sociedad e ir dialogando con el mundo de la naturaleza, viviendo el respeto por el bien común. Un desafío interesante desde lo técnico, lo humano y la espiritualidad, no olvidando la trascendencia del ser humano, y trabajando desde pequeños, medianos y grandes esfuerzos, en ir valorándonos y trabajar formas de cuidado, hacia el medio ambiente y hacia los demás.
También el Papa nos irá recordando la importancia de la vía política para la protección del medio ambiente y una economía ordenada al bien común. Una invitación para que, desde las diversas instancias de la participación ciudadana, la ecología no sea un eslogan, sino una real manera de cuidar la Casa Común.
En la parte final se nos recuerda la “educación y espiritualidad ecológica”, donde se nos encomienda un estilo de vida centrado menos en el consumismo y más en los valores. Todo un desafío sobre cómo hemos construido el progreso y la forma de relacionarnos, sobre todo el consumo. Ya en el punto 204 nos recuerda el Papa Francisco: “no pensemos sólo en la posibilidad de terribles fenómenos climáticos o en grandes desastres naturales, sino también en catástrofes derivadas de crisis sociales, porque la obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción recíproca”. Sin duda que este extracto tiene para nosotros el día de hoy un eco especial, por todo lo que podemos ver y hemos experimentado en estos tiempos.
Sin duda la Encíclica nos pone en alerta, pero también nos refuerza en la esperanza, así en el 205 nos recuerda que “no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también puede sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales”. Este llamado a la esperanza nosotros podemos vivirlo desde Duoc UC con toda la fuerza transformadora que tiene la importante cantidad de alumnos y alumnas que pasan por nuestras aulas, a quienes formamos, acompañamos y a los cuales queremos transmitir también este sentido de la ecología humana, para disfrutar de la naturaleza, cuidarla, vivir relaciones humanas más fraternas, ser agentes de cambio e incidir en transformaciones que aporten a todos calidad de vida y den cuenta de una conversión ecológica, en donde la mirada hacia Dios nos permita tener nuestro Domingo de descanso, de Celebrar la fe, de compartir con los hermanos, de saber que los pobres no pueden estar excluidos de mi vida, y de cómo este camino de compartir nos abre a Dios y a los hermanos, sabiendo que el Señor no nos deja solos y nos invita a estar con Él, con los demás y disfrutar lo que común, la Creación.
Los invito a releer este documento de gran actualidad, que nuestro compromiso ecológico tiene grandes desafíos, y esta Encíclica es una bella mirada a darle sentido, vida y espiritualidad a querer un mundo mejor.
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