El encuentro con Jesucristo
Estamos en el pueblo de Pargua. Carolina llama a la puerta de una familia y minutos después nos encontramos hablando con Inés y Wilson de su historia familiar, de Jesús, del Reino, de sus proyectos. Nos comparten con alegría una taza de té y galletas con mermelada. Al salir, logro percibir el rostro luminoso de Carolina que ha quedado feliz con el encuentro… Don Julio espera micro en un paradero. Nos habíamos visto en la Misa temprano a la que fue invitado por un par de alumnos. Un misionero se acerca y se saludan como si fueran amigos de toda la vida… El Profesor Mauricio vuelve de la “visita casa a casa” en Los Muermos. Trae unos huevos frescos que le han regalado… La Misión es también para él. Matías trabaja duro para tapar los forados del gimnasio y evitar así que los niños del colegio pasen frío en invierno. Así, entre familias, conversaciones, trabajos, servicios, las misiones abundan en experiencias que dejan huella… Sobre todo, en nuestros alumnos.
El lema de las Misiones Solidarias Verano 2015: “Con Jesucristo dejo huella, en cada encuentro misionero”,elaborado por los propios alumnos, manifestó el deseo de ir por las 27 zonas de misión de la Arquidiócesis de Puerto Montt dejando huella junto a Jesús.
En esta “aventura de fe” se embarcaron más de mil jóvenes y decenas de docentes, colaboradores y algunos sacerdotes, religiosas y seminaristas, quienes, al amparo de María en el Santuario de Maipú, tomaron rumbo a Puerto Montt el sábado 3 de enero pasado. Las Misiones Solidarias buscaron favorecer el encuentro con Jesucristo a través del servicio misionero y la vivencia comunitaria, para promover y compartir la experiencia de la fe, el sentido fraterno y una actitud solidaria. Este es el objetivo más importante de la actividad pastoral y todas las iniciativas que allí se realizan (oraciones, trabajos, visitas, formación, celebraciones) encuentran en este propósito su intencionalidad.
El acento en la experiencia de encuentro con Jesucristo es uno de los hitos de estas Misiones y la expresión de un renovado acento pastoral. En efecto, sobre el trabajo realizado en el pasado, la Dirección de Pastoral está acentuando con todo empeño el anuncio primero y explícito de Jesucristo vivo, invitando a conocerlo, amarlo y seguirlo. Las Misiones Solidarias recién concluidas son una buena ocasión para manifestar esta perspectiva evangelizadora de la Pastoral, pues sabemos que lo mejor que podemos ofrecer a la comunidad de Duoc UC es la persona de Jesucristo, “no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”[1]. Esa fue la experiencia de las Misiones, que entusiasman y crecen por la atracción del Evangelio hecho realidad en cada una de las actividades.
Misiones solidarias y formación competencial
Junto con la experiencia de fe, los alumnos encuentran en las Misiones un espacio que favorece el desarrollo integral de su formación en Duoc UC, para llegar a ser profesionales “de estatura humana”. Un buen amigo lo ha expresado mejor que nosotros con estas palabras: “Un punto que nos importa mucho como institución, es que la persona que pasa por Duoc UC y se titula, tenga una experiencia educativa que le permita crecer no sólo en aspectos técnicos, sino también como ser humano. Que lo haga de forma tal que este crecimiento le sirva no sólo para hacer lo que específicamente le exige la carrera que obtuvo, sino también para seguir desarrollándose en la evolución del campo laboral en que está. Formamos personas para la vida y el trabajo”.[2]
Los especialistas en educación afirman que una acertada realización del aprendizaje basado en competencias reconoce que el aula no es el único espacio para el desarrollo del proceso. El aprendizaje se desarrolla también en otros ambientes de la institución como biblioteca, lugares de trabajo, internet, compañeros, Misiones Solidarias, etc. Particularmente interesante en las misiones solidarias es la oportunidad para la adquisición y el desarrollo de las competencias genéricas (instrumentales, interpersonales y sistémicas)[3]. Hay suficiente evidencia para señalar que son estas competencias las que hacen que un alumno se destaque, impactando positivamente en su empleabilidad.[4]
El escenario de las Misiones es propicio para el desarrollo de estas competencias pues “está más lleno de preguntas e interrogantes motivadores e impulsores de la búsqueda de respuestas”. El trabajo encargado, la visita casa a casa, el servicio a los vecinos, la organización de las comunidades, el manejo de conflictos, la necesidad de buscar acuerdos, etc., son sin duda factores que ayudan al proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que colocan al alumno frente a la necesidad de poner en juego las competencias necesarias para el buen desarrollo de estas tareas. El alumno tiene, además, la ocasión de comprender su vida y su profesión como una vocación de servicio a los demás. Hay que agregar también que Misiones Solidarias profundiza el cambio de roles entre profesor y estudiante, sobre todo porque el protagonismo recae sobre el último. El profesor que acompaña (y los Coordinadores de Pastoral) son una fuente de aprendizaje, un actor «secundario», aunque imprescindible en el proceso y un coach del estudiante para que planifique y realice las tareas.
Con todo, estamos recién en proceso de desarrollo de una intencionalidad pedagógica más robusta de esta experiencia. Sin embargo, hemos dado un paso al fortalecer el rigor pedagógico de la formación y modificar el cuestionario que responden los alumnos al finalizar la experiencia, incluyendo preguntas que evalúan las competencias básicas y de empleabilidad descritas en el Catálogo de Competencias Laborales de Duoc UC. Al sistematizar las respuestas tendremos una evidencia mayor de lo que hemos descrito más arriba. Creemos que vamos en la dirección correcta.
En cualquier caso, la naturaleza misma de las Misiones estimula al alumno a poner en práctica habilidades comunicativas, sentido ético, la generación de ideas y el desarrollo conjunto de proyectos. Sabemos que cuantas más veces haya ocasión de ponerlas en práctica y relacionarlas con actividades cotidianas, mayor será la posibilidad de que los estudiantes las incorporen como hábito del comportamiento.[5]
Han concluido las Misiones Solidarias Verano 2015. Con Cristo hemos dejado huella en los habitantes de las zonas de misión, en colaboradores y docentes y, sobre todo en los alumnos a quienes hemos ayudado a ser cada vez más personas de estatura humana y profesional. A María, la Madre de Jesús que nos amparó desde el inicio de esta actividad, le elevamos en la catedral de Puerto Montt el día lunes 12 de enero, junto a todos los participantes, una oración llena de gratitud y lo hacemos nuevamente al estar de regreso en Santiago retomando las labores habituales.
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