En reiteradas ocasiones se percibe la realidad que vivimos con cierta angustia, en medio de una pandemia que limita la movilidad y reunión en áreas tan sensibles como la educación superior. Nacen múltiples críticas a las clases en línea que se establecieron como una medida de continuidad de los procesos académicos de nuestros estudiantes y, en ella, a las prácticas docentes que se aplican cotidianamente mediante el sistema informático institucional.
Sin embargo, esta situación especial requiere de los máximos esfuerzos posibles tendientes a dotar a los estudiantes de los aprendizajes de cada asignatura. Este esfuerzo es mayúsculo de parte de docentes y estudiantes, quienes desde sus respectivas esferas intervienen participando de manera activa en clases, en la entrega de trabajos prácticos y la realización de evaluaciones.
Capacidad de adaptación a los cambios de docentes y estudiantes
Como profesor del Programa Transversal de Lenguaje y Comunicación me he centrado en el desarrollo de trabajos que propicien la colaboración y con la supervisión permanente en las sesiones dedicadas al trabajo en grupos vía Collaborate y Google Drive, junto con material de apoyo escrito y audiovisual publicado en el Ambiente Virtual de Aprendizaje.
A través de mi asignatura he aportado permanentemente al desarrollo de habilidades para buscar, procesar y analizar información procedente de fuentes diversas, aspectos que se han visto potenciados con diversos recursos tecnológicos. Los estudiantes (entre otras funciones y actividades) han debido investigar, seleccionar las fuentes de información, citar respetando las normas APA, redactar un texto con la estructura tradicional incorporando imágenes y gráficos. Además, el sistema safeassing permite minimizar la posibilidad de plagio en los trabajos.
Mi experiencia como docente durante este tiempo, se ha focalizado en asegurar los aprendizajes que deben adquirir los estudiantes y que se evidencian en evaluaciones. Sin embargo, en algunas ocasiones he debido ser flexible en la implementación de mis clases y ajustarme a algunas realidades inherentes a esta realidad. Estos pequeños ordenamientos tienes que ver fundamentalmente con la ausencia de presencialidad física en las aulas, realidad dispar a nivel tecnológico de los estudiantes, en cuanto a equipos computacionales, sistemas y programas, sumado a ciertos desniveles en el conocimiento de su uso y la adaptación a los cambios asumiendo el sistema institucional considerándolo un beneficio y no un estorbo para su proceso de enseñanza y aprendizaje.
La resistencia de cada vez menos docentes y estudiantes a asumir esta emergencia que supera a Duoc UC y a toda la educación superior, tal vez se traduce en algunos casos aislados de frustración en la docencia y en la percepción de estudiantes que podría repercutir a final de semestre en índices de deserción y/o reprobación en el rendimiento académico. Para evitar esta situación, he aplicado toda mi experiencia metodológica y pedagógica nivelando a los estudiantes y potenciando sus destrezas y habilidades, sin considerar como negativo el nuevo escenario.
Pienso que la educación requiere firmemente de la comprensión y colaboración de los estudiantes, los que animan las clases con su participación interactiva y su responsabilidad en los procesos evaluativos. Complican todavía hechos como la falta de funcionamiento de micrófonos y cámaras de video, sobre todo producto del contexto familiar y socioeconómico que viven y que tienden a complicarlos en su participación. Por ejemplo, algunos estudiantes no pueden hablar porque dicen tener muchos ruidos u otros que no poseen en su hogar un lugar específico para aparecer con orden y tranquilidad.
En estos casos, no se cree que queden más opciones para los docentes que aplicar criterio flexibilizando las exigencias en cuanto a dificultades en el internet y en los equipos computacionales, empatizar con la personalidad de los estudiantes dándoles contención emocional, proyectar esta realidad como una oportunidad constante de mejora y un desafío para todos en vez de una carga que hay que enfrentar y difundir las posibilidades que ofrece el sistema para coordinación, transferencia de conocimientos, aplicación de evaluaciones y desarrollo de competencias que aseguren los aprendizajes de cada asignatura.
Con todo, la superación de los cambios provenientes desde fuera de Duoc UC no puede significar un descenso en los niveles de calidad en los aprendizajes de los estudiantes y, de una u otra forma, representan un enorme desafío institucional, en el que los docentes tenemos un lugar destacado.
0