Quienes somos de provincia, hemos visto y vivido el desafío que enfrentan las distintas organizaciones para tratar de legitimar su quehacer frente a la vitrina y la múltiples alternativas de recursos que ofrece la cercanía con Santiago. En el caso de Duoc UC, sin embargo, los desafíos se convierten en una oportunidad, pues la responsabilidad y el compromiso con los estudiantes, la identidad católica y la misión, entre otros, constituyen una excelente guía en los quehaceres diarios de una Sede y de pensar en cambios que pudieran beneficiar el aprendizaje de nuestros estudiantes.
Hoy, nuestra casa de estudios cuenta con Dieciséis Sedes, y lejos de las diferencias que pudieran existir por su emplazamiento o la conformación de las mismas, priman los objetivos comunes, claramente expuestos en la Misión y en el Proyecto Educativo, lo cual nos hace más parecidos de lo que pudiera suponerse para una Institución con cerca de 97.000 alumnos. Un ejemplo visible y constatable de esto se ve en la arquitectura del recientemente inaugurado Campus Arauco, que replica todos los servicios que un alumno tiene en cualquier Sede de Duoc UC.
Expuestas algunas de nuestras fortalezas para mantener un norte común, quiero centrarme en un desafío y oportunidad que pudiera concentrar nuestra atención: la importancia que tiene el aprendizaje que se experimenta en “otras aulas”, espacios no tradicionales en los que la teoría se vuelve experiencia y también un aprendizaje significativo. Normalmente, nuestros esfuerzos han estado en el aula tradicional, pues es ahí donde se produce el primer encuentro del alumno con el conocimiento, sin embargo, las Sedes ofrecen mucho más que eso.
El aprendizaje que se experimenta en “otras aulas” se debe entender como una invitación a la creatividad para todos quienes nos desempeñamos en educación.
En Duoc UC hay camino andado y sobran buenos ejemplos. Solo por señalar algunas de estas “otras aulas” en la Sede Concepción: la labor que desarrolla la DDE a través de sus programas de Liderazgo, especialmente el trabajo outdoor realizado con los delegados; los 1.700 alumnos que participan durante el año en alguna actividad de Deporte, Talleres co-curriculares, artísticos, entre muchos otros. En el caso de Pastoral, la participación en Misiones o trabajos solidarios deja una huella profunda en quienes participan. En el ámbito académico, cómo lograr que nuestros jóvenes vivan el programa “Vínculos”. O en el caso de las carreras, en que muchos de sus trabajos colaborativos y productos entregan un beneficio a las comunidades a las que cada Sede pertenece, logrando un vínculo real con el medio.
El ejemplo más destacado de estas “otras aulas” fue claramente expuesto en una reunión de alumnos con el Capellán de Duoc UC, Padre Cristián Roncagliolo, oportunidad en que un alumno le dijo “aquí me siento persona, porque tengo un trato de persona”. El día a día, construido por cada colaborador constituye la “otra aula” más importante, y en esa aula, nos cabe a toda la comunidad hacer nuestro único y personal aporte.
Finalmente, es nuestra esencia de institución católica lo que nos hace fuertes, y nos mantiene unidos en torno a nuestro modelo educativo, nos permite tener formación con sello Duoc UC en cada Sede, independiente de su ubicación física. Estas, “las otras aulas”, de alguna manera llegan a nuestros alumnos, formal o informalmente, pero ahí estará una parte importante de su formación en Duoc UC.
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