Ser proveniente de una familia italiana en donde los hombres tenían el rol y el peso de ser el proveedor de la familia para que las mujeres pudiesen dedicarse a la crianza de sus hijos y al cuidado del hogar, es algo que marcó mi vida y la forma en cómo me desenvuelvo en el mundo. En mi casa el plato se servía primero a los hombres, mis hermanos tenían permisos que yo nunca tuve y mi mamá siempre estuvo presente porque dedicó su vida a la crianza de sus cuatro hijos, postergando sueños que probablemente nunca se atrevió a contar. Pero cuando se trataba de tomar decisiones importantes, ahí aparecía el matriarcado, nada se hacía sin que lo aprobara la Nonna. Fue así como crecí entre abuelas, tías, primas, sobrinas, mamá y hermana, todas mujeres sabias, trabajadoras, fuertes y emprendedoras, dispuestas a darlo todo para proteger y cuidar de sus familias, con la convicción de ser un pilar fundamental en estas[1].
De niña nunca le tomé el peso al rol que “debía” cumplir en la familia. Fue al tener que elegir una carrera cuando comenzaron los cuestionamientos y consejos: “estudia una carrera que te permita complementar tu vida familiar con el trabajo”, lo que me llevó a desistir de mi idea inicial de estudiar medicina.
Cuando ingresé a Duoc UC en el año 2002 como docente de la Escuela de Diseño, ya tenía dos hijos y un trabajo de media jornada. La docencia me permitía complementar mi desarrollo profesional como diseñadora con mi deseo de hacer un aporte más significativo a la sociedad. Fue así como comencé mi carrera en Duoc UC, institución que me abrió las puertas y me ha permitido crecer profesionalmente en un camino que ha estado lleno de alegrías y desafíos, pero no por ello exento de complejidades.
Ya con tres hijos y luego de cuatro años dedicada solo a la docencia, con una carga de horas que me permitía complementar muy bien mi rol de madre y profesional, se presentó un cambio importante en mi vida, impulsándome a tomar nuevas responsabilidades laborales. Fue así como a fines del 2005 asumí la dirección de la carrera de Diseño Industrial con mucho temor por lo difícil que sería compatibilizar este cargo con la intensa y demandante crianza de mis niños. Fue un período muy duro no solo por el cansancio y desgaste que significa poder responder al 100% en ambos roles, sino que por la culpa que sentía día a día al pensar que restaba tiempo a quienes eran y son mi mayor prioridad en la vida, mis hijos.
Luego de casi cinco años como Directora de Carreras, se fueron abriendo más oportunidades que significaban un crecimiento profesional importante. Sin embargo, en la medida en que la jerarquía del cargo era mayor, comenzó a disminuir la participación femenina haciendo más visible las brechas que han enfrentado las mujeres en la sociedad. Cuando llegué al equipo directivo de la Vicerrectoría Académica en el mes de mayo del 2015, como Directora de la Escuela de Diseño, era la única mujer entre 13 pares. En mis años en Duoc UC solo me tocó conocer a una Directora de Escuela que había ocupado un cargo similar antes que yo, Mónica Sievers (Q.E.P.D), Directora de la Escuela de Turismo entre los años 2011 y 2014, quien luego de una extensa trayectoria en la industria, impulsó y lideró los primeros diseños y validaciones de estándares de competencias para certificar a trabajadores de los sectores de turismo. Para mí Mónica fue un referente, al igual que yo había sido docente y Directora de Carrera y cuando llegó a ocupar un alto cargo directivo jamás perdió su simpatía, generosidad y humanidad, algo que siempre admiré en ella.
Actualmente de 18 miembros del equipo directivo de la Vicerrectoría Académica, cinco somos mujeres: Dos Directoras de Escuela y tres Directoras Centrales. Si bien hemos aumentado en número aún falta mucho por avanzar, por lo que el rol que cumplimos hoy las mujeres que ocupamos cargos directivos será fundamental para abrir caminos e inspirar a las nuevas generaciones, mostrando formas de trabajo diferentes y nuevas alternativas de liderazgo, con un firme sentido y orientación a la calidad, centrado en la persona, flexible, comunicativo, con una conducción más horizontal que propicie la participación, el respeto a la diversidad de opiniones e ideas, la colaboración, la crítica constructiva, fortaleciendo la identidad tanto individual como colectiva de las áreas que nos toque liderar. ¡Tenemos una gran responsabilidad!
Como Vicerrectoría Académica y en especial las Escuelas, tenemos un tremendo desafío en el diseño y desarrollo de nuestros Planes de Estudio, así como en la definición de políticas y mecanismos que propicien la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Ya a partir de este año nuestros procesos de autoevaluación de carreras consideran como criterio a evaluar la equidad de género, impulsando a las escuelas y carreras a promover acciones para identificar brechas en nuestros estudiantes, docentes y desarrollo profesional de la disciplina, junto adoptar medidas para disminuirlas. En ese sentido me gustaría destacar el trabajo realizado por Ximena Sibils, actual Directora General de Servicios Digitales, quien fue mi par cuando era directora de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones entre los años 2015 y 2021, período en el cual impulsó diversas iniciativas que se han mantenido hasta hoy para aumentar la cantidad de mujeres en las TIC, apelando a que sean más las que se inclinen por este tipo de carreras, orientando su proceso formativo para que puedan desenvolverse con excelencia y en igualdad de condiciones en la industria TI.
La discusión respecto a la temática de equidad de género en la educación TP, con un enfoque particular en la participación de las mujeres en este sector, ha sido también una prioridad para UNEVOC, red mundial de Unesco especializada en educación y formación técnica y profesional. Siendo Duoc UC parte de la red Unesco-Unevoc, durante el mes de enero de 2022 la Dirección de Integración y Cooperación Institucional (DICI), en colaboración con las Escuelas, promovieron y facilitaron la postulación de estudiantes de Duoc UC a la convocatoria anual del programa de liderazgo femenino y sostenibilidad “Unesco Women@Dior: Mujeres Líderes y Sostenibilidad”, liderado por la empresa de moda Dior y la Coalición Global para la Educación de Unesco. Este programa de tutorías que se lanzó el año 2017 y ha apoyado a más de 1.500 mujeres en más de 58 países, tiene como objetivo empoderar a jóvenes mujeres de alrededor del mundo apoyándolas en temas como autonomía y autoestima, inclusión, creatividad y sostenibilidad. La convocatoria se centró en la búsqueda de 20 mujeres jóvenes provenientes de América Latina y el Caribe quienes, en conjunto con otras participantes de todo el mundo, recibirán mentorías individuales para desarrollar capacidades de liderazgo y emprendimiento, además de acceso a cursos online, conferencias internacionales y el desarrollo de un proyecto final. Han sido seleccionadas para realizar este programa 12 estudiantes de nuestra institución, nueve son de la Escuela de Diseño, una de la Escuela de Administración y Negocios, una de la Escuela de Comunicación y una de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones. (Dangela Morales Vilches, del programa de Ingeniería en Comercio Exterior; Doménica Sciaraffia, Emilia Leal, Catalina Muñoz, Ignacia Ocampo, Jennifer López, María del Rosario Letelier y Vanessa Núñez, alumnas de Diseño de Vestuario; Laura Leiva, de Diseño Gráfico; Isabella Pino, Diseño de Ambientes; Rafaela Silva, Relaciones Publicas; Valeria Capetillo, Ingeniería en Informática. Corresponden a las sedes de Padre Alonso Ovalle, San Carlos de Apoquindo, Plaza Vespucio y Antonio Varas).
No puedo dejar de dedicar un párrafo a mi Escuela de Diseño, la cual tiene una alta participación femenina, de un 65% de acuerdo a la matrícula 2022. Esta está marcada por las altas preferencias en carreras como Diseño de Vestuario y Diseño de Ambientes con un 87% y 85% de mujeres respectivamente, mientras que en las carreras Desarrollo y Diseño Web y Diseño Industrial el porcentaje es de un 40% y 47% de mujeres respectivamente. Ya el nombre de las carreras con mayor presencia femenina nos da para sospechar que la elección por ellas (o la no elección por parte de hombres) está marcada por los estereotipos de géneros con respecto a labores culturalmente asignadas a la mujer.
Es nuestro rol como educadores y más aun siendo la Escuela de Diseño más grande de chile, cambiar estos conceptos que han sido normalizados por la sociedad, generando una limitación social que sin duda ha influenciado a muchas y muchos jóvenes al momento de escoger una carrera. No hay carreras para hombres o mujeres, solo hay elecciones que deben responder al ideal de vida y a la vocación de cada persona. Así como la elección de la carrera, el desarrollo laboral y los sueldos también han estado marcados por estos estereotipos. Desde mi perspectiva creo que alcanzar la equidad en el trabajo es posible en la medida en que se comprendan las diferencias, se satisfagan las diversas necesidades y se valore, sin hacer distinciones, el talento y capacidades de cada individuo.
Quiero terminar haciendo un reconocimiento a todas las mujeres trabajadoras de Duoc UC, colaboradoras, docentes, directivas, y en especial a quienes son parte de mi equipo directo: Karin Wolter, Karen Schwartzman, Paula Gamboa, Alexandra Faille, Viviana Marambio, porque al igual que yo tuvieron o aún tienen que compatibilizar las largas horas de desvelo por la crianza de los hijos con la responsabilidad de cumplir sin lugar a dudas, con sus desafíos profesionales y deberes laborales, por pensar y actuar en muchas direcciones al mismo tiempo, enfrentar crisis y tomar decisiones con autonomía y porque desde su rol al trabajar en una institución de educación han comprendido la importancia de ser siempre un ejemplo en lo conductual y en lo emocional, aunque la vida las supere.
Dedico esta columna a mis hijas, Catalina y Antonia, esperando que todo el trabajo de hoy sea un mejor futuro para ellas.
[1] Columna publicada en el Boletín N°53 Observatorio Duoc UC.
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