25 de Agosto, 2025

Innovar para aprender: Experiencia docente desde la simulación hacia una integración futura con IA

Alejandro Ubeda Opgaard

Alejandro Ubeda Opgaard

Docente de la  Escuela de Administración y Negocios de la sede Viña del Mar de Duoc UC

6 minutos de lectura

Durante el primer semestre del año 2025, en la asignatura vespertina “Operaciones de Compra y Abastecimiento”, la Escuela de Administración implementó un piloto de innovación educativa que marcó un punto de inflexión en mi práctica docente: el uso del simulador logístico con entorno inmersivo de Realidad Virtual, RV (plataforma Innova). Esta herramienta permitió transformar una asignatura eminentemente teórica en una experiencia de aprendizaje situada, estratégica y profundamente reflexiva.

Desde el primer ingreso de los estudiantes al entorno RV, quedó en evidencia el cambio de paradigma. La enseñanza ya no se trataba de explicar conceptos como el EOQ o el punto de reorden desde una pizarra, sino de vivenciar decisiones de abastecimiento en tiempo real, con consecuencias logísticas concretas. Frente a esa experiencia, el estudiante ya no es un receptor pasivo, sino un agente que analiza, prioriza y actúa sobre variables reales. ¿Cuál es la mejor cantidad de pedido? ¿Cómo reacciona la operación si hay un quiebre de stock? ¿Qué pasa si el cálculo del stock de seguridad no se ajusta a la demanda máxima? Estas preguntas, que antes eran parte del control escrito, hoy son parte del recorrido interactivo.

Simulación con propósito: más allá del juego

El uso del simulador logístico no persigue únicamente “gamificar” el aprendizaje. La herramienta responde a una estrategia pedagógica deliberada: generar contexto. Al recorrer un centro de distribución simulado, los estudiantes aplican modelos como el EOQ, el ROP y el stock de seguridad, con datos entregados por el sistema. Cada decisión que toman impacta directamente en los indicadores de desempeño: niveles de inventario, cumplimiento de la demanda, tiempos de respuesta y costos operativos.

Pero lo más valioso de la experiencia fue cómo estos modelos dejaron de ser fórmulas abstractas y comenzaron a convertirse en herramientas de análisis. Recuerdo con nitidez cómo uno de los estudiantes, al revisar su rendimiento en el simulador, detectó que había sobredimensionado sus pedidos. “Estoy perdiendo plata por tener quiebre de stock”, señaló, sin haber leído ningún manual de teoría. Ese momento reafirma el valor de una enseñanza activa y contextualizada.

Impacto en la evaluación por competencias

Una de las transformaciones más importantes que ha traído el uso del simulador es la forma en que evaluamos a los estudiantes. Pasamos de medir únicamente el dominio conceptual a observar su desempeño en situaciones operativas simuladas. Esto nos permite aplicar un enfoque por competencias, en el que no solo importa el “qué se sabe”, sino también el “cómo se aplica” en contextos realistas.

La simulación también promueve una evaluación formativa constante. Cada interacción con el simulador es una oportunidad para el ensayo y error, para la toma de decisiones y la autoevaluación. En este proceso, el error deja de ser penalizado para convertirse en fuente de aprendizaje. Este tipo de entorno permite al estudiante reflexionar no solo sobre sus decisiones logísticas, sino sobre su propio proceso de aprendizaje.

Desafíos: la brecha digital y la confianza excesiva.

Implementar una herramienta innovadora también trae consigo desafíos estructurales y pedagógicos. El primero fue evidenciar la brecha digital. Muchos estudiantes vespertinos compatibilizan trabajo y estudio, y no siempre disponen de tiempo o dispositivos óptimos para ingresar al simulador fuera del aula. Esto nos obligó a reforzar la planificación y a asignar sesiones específicas en laboratorio para asegurar el acceso equitativo.

El segundo desafío fue más sutil: algunos estudiantes asumieron que el simulador “les daría la respuesta correcta”. Hubo que detenerse a explicar que el modelo no reemplaza el razonamiento lógico ni la comprensión de los conceptos. Que el EOQ no es una fórmula para repetir sin pensar, sino una estrategia que cambia según las condiciones del negocio. En ese sentido, incorporamos momentos de análisis posterior: revisión de capturas de pantalla, discusiones en grupo sobre decisiones tomadas, comparación de rendimientos y redacción de informes técnicos con respaldo en evidencia.

Vínculo con el mundo laboral

En el caso de nuestras carreras, esta experiencia cobra aún más sentido. Los futuros profesionales de la logística no solo deben conocer conceptos, sino operar bajo presión, tomar decisiones con datos incompletos y optimizar recursos en contextos cambiantes. Al enfrentar simulaciones realistas, los estudiantes desarrollan pensamiento sistémico, capacidad de análisis y autonomía. En otras palabras, no solo aprenden a resolver un problema, sino a identificar cuándo hay un problema y qué variables lo componen.

Asimismo, si bien la plataforma actual no integra Inteligencia Artificial de manera activa, resulta pertinente imaginar cómo su incorporación futura podría potenciar aún más el proceso formativo. Por ejemplo, sistemas de IA podrían ofrecer retroalimentación personalizada, detectar patrones de error frecuentes, o incluso simular escenarios variables según el desempeño del estudiante. Esta integración permitiría complementar la Realidad Virtual con un componente adaptativo que enriquecería la experiencia educativa.

Reflexiones finales: una alianza con sentido

La experiencia con el simulador Innova ha sido profundamente formativa. Como docente, me ha obligado a rediseñar mi rol: menos expositor, más facilitador. Más que explicar un modelo, debo preparar el terreno para que los estudiantes lo descubran, lo pongan en práctica, lo cuestionen y lo reformulen.

Desde esa perspectiva, la incorporación futura de IA en la docencia técnica no es solo un avance metodológico; es una responsabilidad ética y formativa. Enseñar con IA implicará también enseñar sobre ella: cómo usarla con criterio, cómo no depender de sus respuestas, y cómo ejercer juicio profesional en un mundo donde la automatización será cada vez más frecuente, pero nunca suficiente.

En definitiva, las experiencias en aula con simulación logística en Duoc UC nos han permitido construir aprendizajes situados, pertinentes y profundamente conectados con la realidad profesional. El verdadero avance no está en la tecnología en sí, sino en cómo la integramos pedagógicamente para formar profesionales que piensen, decidan y actúen con inteligencia humana y estratégica.

Referencias

Ausubel, D. P. (1963). *The Psychology of Meaningful Verbal Learning*. Grune & Stratton.

Freire, P. (1970). *Pedagogía del oprimido*. Siglo XXI Editores.

Hattie, J., & Clarke, S. (2020). *Aprendizaje visible: Feedback*. Ediciones Paraninfo.

López, R. (2019). *Logística de aprovisionamiento*. Ed. Paraninfo.

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