Entre hashtags y tendencias, la palabra “innovación” corre el riesgo de sonar a eslogan. En Duoc UC la entendemos como diálogo, método y servicio: un oficio de todos los días.
En los tiempos que corren, al deslizar el dedo por Instagram, TikTok u otras plataformas, es fácil toparse con la promesa del emprendimiento y la innovación. Podemos estar de acuerdo o no con el enfoque de esas vitrinas digitales, pero hay algo cierto: la aspiración a la independencia creativa, a sacar algo nuevo, a salir de lo habitual, nos interpela y nos invita a mirar estas acciones con simpatía… Y con rigor.
Ese rigor comienza cuando entendemos que innovar es entrar en un camino de ida y vuelta: conversar, cuestionar y dejarnos cuestionar. Metodologías como el doble diamante nos recuerdan que antes de “cerrar” una solución hay que abrir preguntas, explorar a fondo el problema, volver a definirlo y recién entonces prototipar y refinar. Sí, a veces la paciencia flaquea; pero es precisamente en ese pulido donde el diamante aparece: la idea brilla, lo que estaba oculto bajo el polvo de “hacer siempre lo mismo” se revela y cobra forma.
Después viene lo más desafiante: llevar a cabo lo soñado. Implementar implica equivocarse, corregir el rumbo, ensayar nuevos métodos y aprender en público. Vale la pena detenerse aquí: buscar “algo mejor” no significa descalificar lo anterior. Muchas veces se trata de poner en valor lo no valorado, o de recuperar lo antiguo y darle un brillo contemporáneo. Piense en casos como Tupperware: un objeto cotidiano que, gracias a la reinvención de su propuesta, ha sabido dialogar con distintas generaciones sin perder su esencia. Innovar no siempre es romper; a menudo es resignificar.
Por eso en Duoc UC creemos que innovación y emprendimiento deberían ser vocabulario diario. No como consignas, sino como prácticas que nos ayudan a salir al encuentro del otro, a crear con sentido, a valorar lo que hacemos y también a interpelarlo para mejorar. En ese espíritu, el Observatorio de Duoc UC reunirá la valoración de nuestros estudiantes en Innovación y Emprendimiento: evidencias, percepciones y aprendizajes que permitirán orientar mejor la formación, reconocer logros y detectar oportunidades concretas de mejora. Será un termómetro vivo de cómo se encarna este oficio en las aulas, en los talleres y en los proyectos que ya impactan a nuestras comunidades.
Finalmente, no olvidemos la dimensión que nos inspira: poner nuestros talentos al servicio de una vida mejor para todos. Creemos —y nuestros estudiantes lo demuestran— que Dios nos regala entendimiento y capacidades; nuestra tarea es cultivarlos con humildad, perseverancia y colaboración.
Innovar, entonces, no es una moda que se agota cuando se apaga la pantalla. Es un camino compartido, con método y propósito, que se aprende haciendo. Te invitamos a seguirlo de cerca en el Observatorio de Duoc UC y, sobre todo, a convertir la innovación en un hábito cotidiano. Ahí empieza la diferencia.
Ver Boletín N°74 La ruta IE en los estudiantes de Duoc UC: https://observatorio.duoc.cl/boletin/boletin-n74-la-ruta-ie-en-los-estudiantes-de-duoc-uc/
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