El 2017 fue un año de cambios y ajustes para el área de Escuelas de Administración, Negocios y Turismo. A fines de 2016 asumió una nueva Directora de Área y se agruparon las escuelas de Administración y Negocios con Turismo bajo una misma figura. Junto con eso, también se renovaron los equipos de Subdirectores de Escuela; se creó el nuevo cargo de analista de Vinculación con el Medio y se modificó el perfil del analista de Desarrollo. Y esto no fue solo un cambio de estructura organizacional, sino que también significó un cambio en cómo se trabaja en la Escuela, con nuevos planes estratégicos y metas por alcanzar.
Los analistas tienen la nueva tarea de trabajar con múltiples Escuelas, en este caso, las de Administración y Negocios y Turismo. Y esto es un tremendo desafío, ya que representan dos disciplinas que corresponden a industrias con sus propias dinámicas laborales y educativas, pero que a su vez se complementan: conceptos como el servicio y la hospitalidad, le entregan un valor agregado a la formación de los alumnos de administración y negocios y por otra parte, se complementa la formación de los alumnos de turismo en temas de gestión y administración empresarial.
Describiendo el área de desarrollo, es importante definir inicialmente la misión de este cargo, que es la de: “Coordinar y supervisar la aplicación y medición del Plan Estratégico de la Escuela en sus proyectos de desarrollo, para velar por la disponibilidad de la información y recursos acordes a los estándares de calidad y las normas establecidas por la Escuela” y cuyas funciones se agrupan en tres; (1) Supervisar la ejecución del plan estratégico de la Escuela y su presupuesto asociado, (2) Gestionar la operación del presupuesto anual de la Escuela y (3) Realizar la prospección y vigilancia tecnológica del mercado educativo y laboral.
En este último punto se concentró el trabajo de este año, donde se acompañó a los Subdirectores de cada especialidad, en el proceso de Creación y Actualización de Planes de Estudio (CAPE) en su primera etapa, que es la identificación del perfil laboral (IPP) que se materializa en un informe de Anteproyecto.
Para llegar al CAPE existió un proceso previo, que consistió en el análisis profundo de las Carreras, tanto a nivel interno (revisión crítica de las mallas, eficiencia, efectividad, estrés de malla, tasas de titulación, niveles de empleabilidad y renta, evolución de las matrículas, entre muchos otros) y externo (en base a conversaciones con empresarios, estudios, entre otros).
Ese proceso implicó un análisis exhaustivo, que permitió analizar críticamente la oferta formativa actual para ambas Escuelas e identificar dos Carreras con indicadores críticos: Gestión Comercial, de la escuela de Administración y Negocios y Turismo Técnico Mención Servicios Aerocomerciales, de Turismo, para iniciar el proceso CAPE.
Si bien el informe de Anteproyecto implica mucha demanda de trabajo, el realizar las investigaciones para las prospecciones del mercado laboral, educacional y los perfiles de los estudiantes, resultaron iluminadoras, generando visión y un aprendizaje para el equipo.
Respecto a lo levantado en la prospección del mercado laboral se pudo constatar que para ambas Carreras en estudio, internet y las nuevas tecnologías han tenido un impacto importante en la dotación de trabajadores requerida para las áreas de estudio y en los perfiles laborales exigidos.
Por el lado de Gestión Comercial, el e-commerce ha afectado el nivel de contratación de personal del área ocupacional y también los perfiles requeridos para enfrentar esta nueva forma venta, pasando de una venta tradicional a una consultiva. Por el lado de Turismo Técnico mención Servicios Aerocomerciales, el efecto de internet en la estrategia de venta de las aerolíneas, la automatización de procesos en los aeropuertos y las aerolíneas low cost también han tenido un impacto considerable en el empleo y en los perfiles requeridos.
Lo anterior, sumado con la prospección del mercado educacional y la caracterización de los estudiantes, llevó a comprobar las hipótesis definidas originalmente y a tomar la decisión de proponer el cierre de ambas Carreras. Si bien se inició el anteproyecto con hipótesis distintas, al final se concluyó que ambas estaban en problemas por la misma enfermedad, pero que se manifestaba con distintos síntomas. El impacto de internet y los cambios en modelos de negocios dejaron a las dos Carreras, que son de especialidad con un foco disciplinar súper específico, muy vulnerables para enfrentarlos.
Si bien estos cambios afectan de forma crítica a las dos Carreras mencionadas, también levantan una luz de alerta respecto al resto de las Carreras de las Escuelas y cómo se encuentran preparadas para enfrentar los cambios que ya se están generando en los mercados laborales. Hay innumerables fuentes de información donde encontrar estudios respecto al impacto que tendrá la tecnología en las áreas de contabilidad, finanzas, turismo, logística y otras.
Esto nos motiva como Área de Escuelas y particularmente, como Analista de Desarrollo, a trabajar con más fuerza durante el año 2018 para levantar nuevos proyectos CAPE. Con análisis rigurosos que nos permitan identificar los perfiles profesionales que queremos formar como institución de aquí a 5 años más, para ofrecer Carreras pertinentes, que le den mayores oportunidades de desarrollo y movilidad social a nuestros estudiantes, para que puedan trabajar y desarrollarse como profesionales íntegros, respondiendo así a nuestra misión institucional de “Formar personas, en el ámbito técnico y profesional, con una sólida base ética inspirada en los valores cristianos, capaces de actuar con éxito en el mundo laboral y comprometidas con el desarrollo de la sociedad”.
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