El año 2021 trajo importantes desafíos para la comunidad escolar. Iniciamos el año de forma remota siempre con la mirada en la presencialidad como fundamental a la hora de planificar los avances necesarios en los aprendizajes de los estudiantes del Liceo Politécnico Andes[1].
Pensar en la brecha de aprendizaje que se ha generado en los alumnos y alumnas desde el estallido social (octubre 2019) a la fecha es también pensar en un problema mayor que, hoy en día se ve como de difícil solución en un corto plazo, por el retroceso que ha generado el trabajo escolar en este periodo.
La evidencia de la desigualdad de condiciones en los distintos liceo y colegios del país se ha instalado con fuerza y no parece tener una solución concreta que permita asegurar un repunte en la formación de nuestros jóvenes.
A pesar de los esfuerzos desplegados por las comunidades escolares es difícil pensar en avances en estos aprendizajes si no logramos avanzar en presencialidad. Si bien es cierto el currículum priorizado vino a bajar la tensión en el profesorado, también es cierto que ni siquiera esto ha permitido asegurar que se alcanzan los objetivos de aprendizajes en cada uno de los niveles escolares, es más, tampoco se ha logrado desarrollar en forma efectiva. Esta priorización representa alrededor del 40 % del currículum normal. Sumado a lo anterior observar los resultados generales de las pruebas DIA (Diagnóstico Integral de Aprendizaje) en donde es evidente que se ha avanzado, pero no con la celeridad que aporta la presencialidad (en contraste con las clases online).
Por otro lado, al observar las notas de los alumnos y alumnas de enseñanza media en general y en particular del LPA, observamos un aumento significativo en el promedio de prácticamente todos. Osea: todos los estudiantes han subido sus notas durante este periodo, pero los aprendizajes han sido mínimos por lo que las notas no reflejan el logro de aprendizaje en este tiempo. La nota pasó a ser solamente un elemento motivacional para los estudiantes, pero no un elemento que nos informe sobre los avances en sus aprendizajes.
La presencialidad llegó para el LPA, la última semana de junio con la comuna de Renca en Fase 2 del plan paso a paso. Iniciamos esta presencialidad con los cuartos medios (talleres, laboratorios y en general las actividades prácticas) para avanzar con los distintos niveles y alcanzar el 50% de nuestra matrícula. En paralelo mantuvimos las clases online funcionando en forma híbrida durante el resto del año, alcanzando el 92 % de asistencia en ambas modalidades y ejecutando el currículum priorizado propuesto por el Mineduc. Importante también considerar el éxito de los talleres extraprogramáticos que implementamos a partir del mes de julio y que lograron una asistencia sostenida de casi 400 alumnos en forma presencial lo que es un indicador potente de la urgencia del contacto presencial de los jóvenes adolescentes y además terminando un año con 40 de nuestros estudiantes (dos sectores y 10 docentes del LPA) en Misiones Pastorales en Maullín y La Pasada (Puerto Montt).
También estamos conscientes de que hemos dado importantes pasos hacia la digitalización y la utilización de datos para la toma de decisiones que, en definitiva, debe apoyar la labor académica, así como también fortalecer nuestra propuesta pedagógica. Emergen entonces nuevos desafíos que debemos abordar estando muy unidos como comunidad y procurando no desviar el foco, mantenerlo en donde siempre debe estar que es en el bienestar académico y socioemocional de nuestros alumnos y alumnas.
La claridad que tenemos en relación a los mayores influenciadores del aprendizaje de nuestros estudiantes también nos hace reflexionar en nuestra formación permanente. En primer lugar, en la labor del docente quienes, durante el año 2021, han estado a la altura con su despliegue tanto virtual como presencial y en las permanentes capacitaciones que identifica el perfil del docente en el LPA. En segundo lugar, en la labor directiva que hoy amerita también un espacio de reflexión en cuanto a la forma de liderar, de motivar, de relacionarse, de mantener un lugar de trabajo lleno de desafíos en donde la ideas y la innovación sea el movilizador de todos los equipos de trabajo.
En cuanto a los datos de cierre LPA en el 2021 tenemos:
Dependencia | Particular Subvencionado |
Financiamiento | Gratuito |
Nivel de enseñanza: | Enseñanza Media Técnico-Profesional |
Matrícula Inicial de estudiantes: | 1.372 |
Matricula Final de estudiantes: | 1.369 |
Promedio estudiantes por curso | 42 |
Cantidad de estudiantes prioritarios: | 685 |
Cantidad de estudiantes Preferentes: | 533 |
Cantidad de estudiantes Pro-retención: | 219 |
Cantidad de estudiantes N.E.E. | 76 |
Asistencia Promedio año | 90,1% |
Promedio General de notas | 6.3 |
% damas (alumnas) | 24,5 % (336) |
% Varones (alumnos) | 75.5 (1033) |
Asistentes de la Educación | 36 |
Docentes: | 54 |
Directivos (también son docentes) | 9 |
IVE 2020 (Junaeb) | 88,6%(Colegio); 88 %(Comuna) |
Raciones Junaeb | 631 |
Algunos desafíos de nuestra comunidad para el 2022:
-Asegurar los procesos relacionado con la articulación de estudios.
-Potenciar el Consejo de empresas a modo de asegurar también las titulaciones oportunas en las tres especialidades.
-Desarrollar el currículum priorizado en su última etapa.
-Avanzar con las MAC (Metodologías Activo-Colaborativas) desde la mirada trasversal y también interdisciplinaria.
-Avanzar en la formación integral de nuestros estudiantes fortaleciendo los valores plasmados en nuestro PEI.
-Mantener la formación (permanente) de directivos, docentes y administrativos.
[1] Columna previamente publicada en el Boletín N° 52 del Observatorio Duoc UC
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