En 1839 Robert Anderson, empresario y químico escocés, fabricaba lo que décadas más tarde se transformaría en el primer vehículo eléctrico de una larga lista que ha surgido y caído a lo largo de estos casi 180 años transcurridos desde entonces. Más tarde, en 1886, Daimler Benz construiría el primero de muchos vehículos de combustión interna que seguirían hasta el día de hoy, llenando nuestras ciudades y caminos.
Y es un hecho curioso el que el motor que triunfó fuese el térmico, siendo que el eléctrico aprovecha hasta un 98% de su energía suministrada, siendo además más simple y liviano en su construcción. ¿Qué ha sucedido entonces, que le ha impedido surgir?
Un automóvil térmico tiene una autonomía máxima de hasta 800 km por estanque (Diésel) unos 12700 Wh/kg, mientras una batería de litio manganeso solo tiene 120 Wh/kg, 100 veces menos! Eso redunda en falta de autonomía, el principal enemigo de la implementación definitiva, pues un vehículo eléctrico con autonomía equivalente debería tener una batería enorme, que con la tecnología de la época era inviable.
Es inminente la electrificación del parque, debe hacerse, pero saltan los problemas adyacentes de una tecnología que ha tenido demasiados cambios y avances en el último tiempo como para seguirle el paso.
El 18 de agosto recién pasado, la ministra de Transportes Gloria Hutt, anunciaba en la ciudad de Puerto Montt el primer corredor eléctrico de transporte urbano de la zona sur del país, enmarcado en un plan de tener todo el parque de transporte urbano electrificado al 2040.
Se quiere implementar una flota de 11 buses con propulsión eléctrica realizando un circuito de circunvalación, que cubra de manera ecológica una buena parte de las necesidades de transporte urbano que tiene la ciudad. ¿Y es aquí donde nace la duda, está preparada la ciudad para enfrentar este desafío?
Puerto Montt es una ciudad que, para un vehículo eléctrico, representará un enorme desafío, puesto que tiene una enorme cantidad de desniveles en su terreno, junto con tener una red eléctrica que tiene constantes cortes de suministro, y que tendrá que aportar una gran cantidad de kW extras a la red.
Si bien el motor eléctrico es extremadamente eficiente, también es cierto que es un gran consumidor de energía, y estos desniveles de terreno van a poner a prueba la capacidad de dichas baterías. Y no solo a las baterías, sino que también a las políticas públicas de implementación de las ya famosas electrolineras, u otras formas de carga, ya sea estática, dinámica, lenta o rápida que se defina. Se habla de una inversión de más de 4 millones de dólares para la puesta en marcha de este proyecto.
Y no es solo el desafío tecnológico y burocrático el que se pondrá a prueba en esta empresa, ya que en este momento falta uno de los elementos más críticos a la hora de mantener funcionando algo tan vital para el funcionamiento de una ciudad, como lo es su transporte público; sino que lo hará de igual manera quien se encargue de mantenerlos operativo, el capital humano, los técnicos especialistas calificados para ello.
Un vehículo eléctrico, sea un bus o un automóvil, ha cambiado su fuente motriz; dejó de tener un motor en extremo complejo, y que requiere cuidados muy específicos, y en su lugar hay una fuente motriz sencilla de construcción, pero como ya lo mencionamos, requiere de un control complejo en su fuente energética, la batería.
Existe un controlador, inversor y un cargador para dar vida al motor, además de un complejo sistema heredado de la electrónica que ha comandado a la automoción la última década, multiplexado de datos.
El vehículo ya no es lo que vio nacer Benz, ni lo que Anderson iniciaba, se ha transformado en algo más, algo nuevo. Si bien siguen teniendo básicamente los mismos sistemas, la administración de estos y su trabajo en conjunto con los demás, en pro de un rodar más seguro y confortable han cambiado, y ya no se puede solo mantener/reparar con herramientas básicas, se requieren conocimientos que hace 20 años ni se soñaban. Hoy un técnico/ingeniero especialista debe estar preparado para el desafío que es dar servicio y hacer que el gran proyecto de la implementación de este corredor, y la posterior popularización de estos vehículos sea exitosa, y las instituciones y profesionales que capacitan tienen que estar más a la altura del desafío que los futuros especialistas.
Durante este año Duoc UC y su sede Puerto Montt ha implementado laboratorios de entrenamiento con tecnología de vanguardia con altos estándares internacionales en temáticas de sistemas de redes de comunicación, gestión electrónica aplicada y electro movilidad tanto para automóviles como para de vehículos pesados, que cuentan con estaciones de trabajo que abordan todos los ámbitos y variables de estos tres tópicos, pudiendo aprender y entrenar temas tan diversos como el funcionamiento y diagnóstico de redes FlexRay, red de comunicación que está en vías de reemplazar a la consabida red CAN, diagnóstico y reemplazo de baterías de litio magnesio/litio cobalto, las más montadas en estos días. Eso sumado a una malla que fortalece el conocimiento electrónico y competencias de desarrollo humano y profesional, garantizan que los profesionales que Duoc UC Puerto Montt entregue al país, será capaz de enfrentar el vertiginoso cambio que estamos viviendo.
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