El año 2020 fue un año de aprendizaje, ¿Qué duda cabe de aquello? Por primera vez nos vimos enfrentados a una pandemia que nos obligó a salir rápidamente de nuestra zona de confort y acelerar procesos de cambio y aprendizaje. Así fue como la institución tomó acción y nos pudimos acomodar a esta nueva realidad de clases remotas, capacitando a profesores, ayudando a los alumnos, y centrando nuestros esfuerzos en la realización de clases de la mejor calidad y superando las dificultades tecnológicas.
Este 2021 llega nuevamente con clases remotas y confinamiento. Al menos la segunda quincena de marzo nos envió a nuestras casas en cuarentena, sin saber a ciencia cierta cuándo podremos volver a la Sede, pero con la esperanza que sea lo más pronto posible.
Dentro del escenario descrito, este año tendremos un tremendo desafío, que es la profundidad en el conocimiento que traspasamos a los alumnos, sabemos que nuestros alumnos aprenden, sabemos que conocen la materia que se les enseñan y que claramente están aprendiendo no solo conceptos y habilidades técnicas, sino además, capacidad de adaptación, flexibilidad, trabajo en equipo entre muchas cosas; pero debemos este 2021 redoblar esfuerzos y profundizar el aprendizaje de nuestros alumnos, si el 2020 fue un año de aprendizaje, este 2021 será un año PARA el aprendizaje.
Nuestros docentes deben combinar este año técnicas variadas de clases que les permitirán tener un retorno adecuado a las aulas. Sabemos que una clase presencial no se puede traspasar tal cual a una remota y viceversa; pero por lo mismo, es necesario que los docentes dominen las técnicas que les permitirán motivar y guiar a sus alumnos en estos dos ambientes de aprendizaje. La tecnología nos permite estar cerca de los alumnos, pero también oculta ciertas realidades.
Los alumnos pasan por distintas situaciones personales y académicas, algunas de las cuales pueden afectar el aprendizaje, pero al estar detrás de una pantalla, muchas veces con la cámara apagada, la tarea de conectarse con ellos se hace más difícil, y sabemos la importancia de vincular el aprendizaje a la emoción, ya lo mencionan distintos artículos que podemos revisar.
Este año nuestra comunidad debe también luchar con el cansancio emocional de las cuarentenas y de enfrentar una pandemia única en nuestras vidas. Debemos ser capaces de integrar esta arista en nuestro trabajo, y para ello debemos estar preparados con distintas técnicas y herramientas que nos permitan tender puentes entre los docentes, la comunidad académica y los alumnos, que van más allá de una cámara o de la presencia en sede, y que nos permitirán ayudar a nuestros alumnos.
Entre otras acciones hemos nuevamente desarrollado el concepto de tutor de alumno, estando de manera activa en contacto con nuestros alumnos, con todos ellos, a través de llamados, correos y mensajes. Así fue como este año logramos reducir el número de alumnos desertores y aumentar el número de matrículas en la Sede y ayudar a los alumnos a terminar sus carreras. También hemos destinado nuestro tiempo en desarrollar para ellos algunos tips de estudio y orientaciones de cómo afrontar esta profundización del aprendizaje. Si hacer clases de forma remota no es igual que de forma presencial, recibirlas tampoco es lo mismo, y existen técnicas que apoyan a nuestros alumnos a ajustarse a esta realidad y que les servirán tanto en las clases remotas como en las presenciales.
Tenemos un grupo de apoyo a los docentes mucho más robusto en cada sede y también en Plaza Norte. Al ya tradicional equipo UAP que apoya pedagógicamente a nuestros profesores, se suman los tutores y mentores, esta vez coordinados también desde la UAP, con una mirada de apoyo, contención y guía. Contamos también con los cursos We Learn, que nuestros docentes realizaron durante el año pasado y que están nuevamente disponibles. Debemos aprovechar este conocimiento que nos permitirá perfeccionarnos en esta modalidad remota.
A esto se suman los webinar prácticos de rubrica, construcción de instrumentos de evaluación, inclusión y otros más que han sido construidos desde las necesidades que los mismos docentes nos han levantado. Al igual que todas las sedes tenemos a los directores de carrera y jefes de programa que motivan y conducen las inquietudes de sus docentes, pero además contamos con un grupo de apoyo transversal a través de WhatsApp donde está nuestro equipo UAP y otros actores académicos, y que cuenta con gran parte del cuerpo docente de la Sede donde nacen preguntas que son contestadas entre los mismos pares, formando un sistema sinérgico donde compartir conocimiento, resolver dudas y también darnos las fuerzas para este 2021. La clave está en fortalecer estas herramientas y consolidar un cuerpo docente cohesionado, que se apoya y que tiene la mística de una sede que crece por sus alumnos.
Entendemos también que la formación de nuestros alumnos va más allá de las clases, ya sean presenciales o remotas, y por lo mismo desde la biblioteca de la Sede hemos reforzado el contacto con nuestros alumnos a través de distintas actividades. Este año reactivaremos las visitas virtuales a museos, los cuentacuentos, los conversatorios y los apoyos para el uso adecuado de la plataforma de biblioteca, buscando que nuestros alumnos saquen el mayor provecho posible a esta tremenda herramienta. Buscamos una formación integral del alumno, que les permita a nuestros titulados tener el característico sello Duoc UC, de profesionales muy capacitados técnicamente pero que estén comprometidos con el desarrollo de la sociedad.
Las clases presenciales debemos retomarlas a la brevedad. En nuestras aulas circulan alumnos de distintas escuelas, qué duda cabe que los mecánicos, por ejemplo, requieren necesariamente pasar por los talleres prácticos, desarmar y reparar motores es parte básica de su formación, pero también es cierto que los futuros contadores, los informáticos y eléctricos ganan al pasar por nuestra Sede, desde el elemento básico de un saludo en la puerta la sede, la cordialidad del personal de servicio generales, la atención personal de los coordinadores de carrera hasta cosas que nos parecen cotidianas en nuestra misión como la cruz en las salas de clases que forman la impronta de nuestros alumnos. Debemos enseñar con el ejemplo y nuestras salas de clases dan cuenta de ello, bien iluminadas, con asientos cómodos y buena acústica dan cuenta del trabajo con dignidad y calidad que nuestros alumnos merecen y que reflejarán a futuro en sus puestos de trabajo. Duoc UC es más que entregar conocimientos técnicos, es un proceso de formar personas, y desde este sentido cruzado con la pandemia, la capacidad de adaptación de tener clases remotas y presenciales es fundamental para los profesionales que formamos.
Este año el desafío esta puesto en profundizar el aprendizaje de nuestros alumnos, tenemos ese norte en nuestra Sede, y para esto estamos trabajando entre todos para lograrlo.
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