Un atento saludo para cada una de las personas presentes en esta veraniega tarde santiaguina. Es para mí muy satisfactorio poder estar con ustedes, una vez más, en el marco de estas jornadas presenciales que tanto bien nos hacen y que queremos mantener, al menos una vez al año[1].
¡¡Gracias!! Muchas veces muchas gracias por el trabajo, disposición, esfuerzo, compromiso, desafíos emprendidos y logros alcanzados.
Un especial reconocimiento para la UAP de Valparaíso, Plaza Norte y el Equipo Central por su participación en el reciente ECAD. Del mismo modo, es preciso destacar el aporte de la UAP Viña del Mar al publicar junto con Carmen Luz Barría y Karina Carrasco, una resumida historia de estas unidades de apoyo en el Boletín Digital número 62 del Observatorio de la ESTP de Duoc UC de septiembre pasado.
Al respecto una primera solicitud: Escriban. Dejen por escrito lo que hacen, participen en congresos, seminarios, publicaciones. Tenemos mucho que aportar desde las experiencias que se desarrollan en cada una de las sedes. Compartámoslo. Quisiera ver, por lo menos, durante el año 2024 la participación del 75% de las UAP en diferentes eventos académicos y, a la totalidad, generando artículos sobre su quehacer. Es parte importante de nuestra responsabilidad.
Dentro de los objetivos trazados para la presente jornada se han expuesto las acciones realizadas por las UAP, los logros más destacados y, también, se han planteado proyecciones. Creo que al escuchar lo realizado habrán podido sentir un sano orgullo por lo efectuado y la amplitud de ello.
Hoy, también han trabajado sobre el modelo de evaluación de desempeño de los asesores de las Unidades de Apoyo Pedagógico, aspecto que también está conectado con los itinerarios formativos de cada persona que cumple las funciones de asesoría y las respectivas implicancias que tiene para su desarrollo profesional como personal.
Asimismo, han podido seguir acercándose a temas de los cuales ustedes no podrán obviar ni deben evitar: La Inteligencia Artificial Generativa. Ustedes alcanzarán a vivir situaciones de demasiada ficción hasta hace poco: por ejemplo, la introducción de un dispositivo en la corteza frontal del cráneo que significará una comunicación no verbal entre las personas, o bien la discusión que ya se está dando en Corea del Sur, sobre los derechos de los llamados robots.
Más allá de las evidentes consecuencias que se tienen y tendrán en los espacios laborales y en los tipos de trabajo, el asunto tiene una fuerte carga ética: ¿Es posible que las máquinas alcancen más conocimiento que los humanos? ¿Es imaginable la imaginación en la robótica? ¿Cómo el humano será más humano? ¿Cómo será la legislación para carreteras colmadas de vehículos sin conductor? Debemos pensar en cómo integramos los avances tecnológicos al proceso de aprendizaje enseñanza. ¿Será necesario aprender todo o solo lo sustancial y el resto que quede alojado en máquinas? En fin, ustedes me entienden…. La idea al final es ¿cómo podemos aprender de estos temas para poder compartirlos con el estamento estudiantil?
Sin duda la educación está cambiando. Un problema y un sentido puedo observar con claridad. El problema: la escasa agilidad y rapidez con que se dan los cambios educacionales, si es que se dan. El sentido: no solo se trata de cambiar, se requiere que lo hagamos bien.
Claramente cambiar es difícil. Al menos se necesitan tres elementos: creer que el cambio es necesario, querer hacerlo y saber hacerlo.
Antes de comenzar un proceso de transformación hay que convencer a quienes van a protagonizarlo, o a sufrirlo, de la necesidad de hacerlo. John Kotter señala que el error principal que se comete cuando se quiere cambiar una organización es «lanzarse a ello sin establecer un consenso suficiente sobre su urgencia».
Otras veces, la necesidad de cambio se atribuye a motivos socio económicos. Hemos entrado en la sociedad del conocimiento, que necesita mano de obra muy cualificada para progresar. Está ya demostrado que cualquier progreso tecnológico exige un nivel nuevo de educación. Según el Foro Europeo desde ahora al año 2030, Europa necesita crear 46 millones de puestos de trabajo de alto nivel. Si Europa no es capaz de hacerlo, lo hará China o India.
¿Y en Chile? ¿Cuántos puestos de trabajo, de alto nivel, serán ocupados por personas que estudian en Duoc UC?
Según el estudio reciente de McKinseyen todo el mundo la gente joven tiene tres veces más posibilidades que sus padres de estar en estado de cesantía.
Una de las disfunciones más graves de nuestro sistema educativo es que se está convirtiendo en una fábrica de cesantes. Por otra parte, el ritmo de desarrollo de la tecnología y su aplicación al aprendizaje están creando nuevas posibilidades que simplemente se desarrollarán fuera de la educación superior y solo para algunos. Surgiría así una nueva separación de clases sociales, y de hecho ya ha comenzado a ocurrir. Me crean o no, el poder del conocimiento está abandonando las instituciones de educación superior y se está centrando en las grandes empresas del conocimiento, llámese Google, Meta, Microsoft, etc
También McKinsey, pero hace ya más de treinta años, publicó un libro titulado La guerra por el talento. Su tesis era que entrábamos en una era en que el talento iba a ser la gran riqueza de las personas y de las naciones, que era un bien escaso, y que iba a comenzar una guerra por atraer y conservar el talento. En aquel momento, los autores no se percataron de que el talento no es un bien natural, como el cobre, ni innato, como el color de los ojos, sino el resultado de la educación, que se convierte así en gran generadora de talento. Las naciones inteligentes se han dado cuenta de que poseen gigantescos yacimientos de talento que tienen que poner en explotación. ¿Y nosotros en Duoc UC?
Por otra parte, hemos de saber desarrollar la motivación del conjunto estudiantil. Hay que despertar emociones, hacer atractivos los fines, manejar los incentivos necesarios —y en ocasiones también las sanciones—, eliminar miedos, convencer de la posibilidad del éxito. Y, como última gran motivación, hay que afirmar la imperiosa obligación ética que debe impulsarnos. Sin embargo, la motivación sirve de muy poco sino existen objetivos claros y metas definidas a las que dirigirse.
Como dijo Antoine de Saint- Exupéry: «No podemos dar soluciones, pero podemos despertar las fuerzas que las encuentren».
Lo que vamos señalando nos obliga a repensar la educación y cómo hacemos educación. En nuestros días, es un hecho que todos los ciudadanos, todas las profesiones y sectores sociales van a tener que aprender a lo largo de toda su vida. Por eso es por lo que ya no hablamos de la sociedad de la información, o de la sociedad del conocimiento, ya que los estudios más recientes nos localizan en la sociedad del aprendizaje. La escuela tendrá que asumir un papel nuevo para ayudar a constituirla, porque deberá preparar a sus alumnos y alumnas para estar en condiciones de aprender siempre. La educación terciaria se ha de renovar en forma permanente y así también serán sus exalumnos/as, alumnos y alumnas permanentes. Así el sistema educativo en su conjunto podrá verse beneficiado pues la sociedad entera valorará el aprendizaje.
Irán comprendiendo el enorme desafío que hemos de plantearnos como Unidades de Apoyo Pedagógico y particularmente ustedes como responsables de aquellas: Despertar el interés por la formación de nuestros docentes, mostrarles esta sociedad del aprendizaje en la que todos los individuos se desarrollen, despertar e incentivar el deseo de aprender, favorecer los modos existentes de formación y proponer otros nuevos.
En la sociedad de aprendizaje que esbozamos, también las organizaciones aprenden, el concepto se acuña dado que más importante que el aprendizaje individual resulta ser el del colectivo organizacional que, normalmente, es mayor a la suma de los aprendizajes individuales.
Para Mayo y Lanck el concepto de las organizaciones que aprenden puede llegar a comprenderse si compartimos que: “la supervivencia en un mundo rápidamente cambiante depende de la adaptabilidad, la adaptabilidad depende de la capacidad de aprender, y la capacidad de aprender depende de la motivación para el aprendizaje continuo de todo el personal de una organización en un entorno de apoyo al aprendizaje.”
Como se puede ir concluyendo, nosotros aprendemos, Duoc UC aprende, en la medida que va aumentando sus niveles de colaboración y autonomía; cuando comienza a superar los estándares prescritos y en el momento en que sus miembros comienzan a dialogar, debatir y consensuar su quehacer profesional.
Antonio Bolívar nos ayuda cuando señala: “es sólo cuando los profesores están continuamente aprendiendo y pensando sobre cómo mejorar su práctica cuando pueden colectivamente crear las óptimas condiciones para el aprendizaje de los estudiantes”. También es elocuente el mensaje de Paulo Freire, hace ya medio siglo, cuando invitaba a los profesores a desarrollar “la práctica de analizar la práctica”. Es lo que hacemos y lo que debemos hacer.
Sobre la base de los elementos mencionados podemos ir delineando los contornos de una comunidad de aprendizaje donde se analizará, discutirá y reflexionará acerca del quehacer práctico, compartirá sus experiencias y definirá su nueva práctica; en un proceso de carácter cíclico que continuamente estará entregando nuevos recursos al diálogo que serán procesados en común para generar, por medio de la deliberación, nuevos productos que al ser utilizados regresarán en forma de recurso a la discusión profesional.
Muy respetadas y respetados responsables de la Unidades de Apoyo Pedagógico, vaya para ustedes la segunda solicitud: les invito y a la vez les pido, encarecidamente, que en el año 2024 se constituyan en el mejor ejemplo de comunidad de aprendizaje. Este es el gran aporte que les insto a realizar para Duoc UC durante el próximo año, de conformidad a ello, el 2025, podremos ir constituyendo estas comunidades en cada una de las sedes.
Carmen Luz Barría, Karina Carrasco, soy consciente de todo el arduo trabajo que han realizado desde Casa Central, sé bien que se han dado pasos, ahora tenemos que consolidarlos. Necesitaremos de una férrea rigurosidad por parte de cada cual, del mayor de los compromisos, involucramiento y participación.
Requerimos de cada jefatura de UAP que crean y se jueguen por este objetivo. Es la gran tarea que les pido. Tengo claro de que no es la única; también han de realizar los acompañamientos al estamento docente con la mayor prolijidad; han de implementar la evaluación de pares como parte de la evaluación del desempeño; han de articularse con directores de carrera, jefes de programas transversales y autoridades de la sede; han de promover buenas prácticas entre los docentes y considerar el perfil vigente y el nuevo Plan de Formación. De la misma forma, ustedes han de autorregularse y generar sus propias actividades formativas.
Como ustedes saben, en Duoc UC, creemos en la centralidad del estudiante. Al mismo tiempo, sabemos que nada puede reemplazar el importantísimo papel que tiene el estamento docente en el proceso de aprendizaje estudiantil; es por ello por lo que nos queremos movilizar hacia espacios reflexivos y autocríticos, comprensivos, inclusivos y no solo integradores, equitativos y no igualitarios, atentos a la diversidad, plurales, competentes y no competitivos, comprometidos con el entorno y la mejora social. Teniendo siempre presente que Duoc UC es una institución católica y aquello es central en su identidad. Ello significa una decidida opción por el Evangelio, es decir, siempre abiertos a invitar a la comunidad a conocer a Cristo.
Ya casi finalizando, permítanme citar a Andy Hargreaves y Michael Fullan cuando señalan:“Es imposible llevar a cabo las metas más profundas del aprendizaje de los estudiantes sin que los profesores sean aprendices también continuamente. Para que los alumnos lleguen a ser mejores aprendices, los profesores deben aprender también como llegar a ser mejores aprendices. Los estudiantes llegan a ser buenos aprendices cuando están en clases de profesores que son buenos aprendices”
Termino recordándoles mis dos solicitudes para el año 2024:
Primero: Participen en eventos académicos y escriban.
Segundo: Conviértanse en un ejemplo de comunidad de aprendizaje.
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