El repentino estallido social del 18 de octubre pasado puso en jaque a grandes empresas, pymes y, sobre todo, al Gobierno, cambiando para siempre al país y a toda la ciudadanía. Como Duoc UC, no estuvimos ajenos a las complejidades generadas en nuestras actividades cotidianas y en la labor como formadores de profesionales.
Como era de esperar las diversas demandas ciudadanas, expresadas en distintos lugares, comunidades y círculos sociales, llegaron también a las sedes en la voz de nuestros estudiantes, quienes aprovechando el momento, generaron una instancia para plantearnos propuestas, dudas o inquietudes respecto al quehacer de nuestra Sede, su Sede.
Lo anterior permitió que, autoridades, administrativos, docentes y alumnos se hicieran parte, simultáneamente, de un espacio de reflexión y escucha que nos permitió analizar en profundidad la realidad de nuestra comunidad. Sin duda, el estallido social nos hizo replantearnos la forma en la que debemos comunicarnos con nuestros alumnos y docentes. Entendimos que ellos pueden aportar colectivamente, por lo que el desafío ahora es crear una instancia sistémica en la cual puedan aportar sus ideas y proyectos pues ellos, sin duda, pueden ser parte de la solución de aquellos problemas que, creíamos, solo nosotros podíamos resolver. Asimismo, estas reflexiones posibilitaron construir localmente, entre otras cosas, el establecimiento de medio de transporte de acercamiento, necesidad de espacios de reflexión social en donde se habilitaron conversatorios con docentes que les entregaron conocimientos en educación cívica, medidas de apoyo económico para aquellos que perdieron su trabajo y un trabajo mancomunado de mayor participación estudiantil.
Por otra parte, logramos profundizar el diálogo con nuestros docentes, cuyos esfuerzos estaban solo limitados a instancias relacionadas únicamente a su rol. Al ser ellos la cara más visible de Duoc UC frente a nuestros alumnos y los responsables de ejecutar las clases y evaluaciones, les corresponde tomar conocimiento de las situaciones a las que se enfrentan a la hora de realizar su labor. Afortunadamente, el esfuerzo que hemos realizado en el Duoc UC Más ha implicado no solo un cambio contractual de nuestros docentes, sino más bien, propiciar un sentimiento de pertenencia a la Institución, sentimiento que permite la empatía con los alumnos desde una mirada de colaborador.
Con orgullo hemos sido testigos de cómo nuestros estudiantes con mucho respeto han iniciado un dialogo colectivo cuyo único objetivo es mejorar las condiciones y oportunidades de todos. Esto habla muy bien de la formación integral que hemos entregado a nuestros estudiantes y que está presente en nuestra misión institucional, donde declaramos expresamente que buscamos formar personas “comprometidas con el desarrollo de la sociedad”. En ese sentido, aprendimos mucho de ellos mientras los conocíamos en otra faceta, esa de ciudadanos activos, conscientes de las carencias y necesidades de nuestra sociedad. Compartimos con jóvenes que, definitivamente, quieren construir un Chile mejor y más justo. Eso nos pone muy felices y nos indica, en parte, el camino a seguir.
Lo anterior, nos reitera que alumnos y docentes son la piedra angular de nuestro quehacer y en este nuevo Chile que comienza a construirse, su participación en la creación de un nuevo Duoc UC es clave.
Fue así como nos convencimos de que las crisis representan, muchas veces, una enorme oportunidad de crecimiento, que nos permitirá superarnos a nosotros mismos, estableciendo desafíos que nos permitan integrarnos como Comunidad.
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