Nuestros padres crecieron en una época en que tener una profesión aseguraba tener un trabajo que les diera seguridad y, en lo posible, pudieran trabajar y desarrollarse en la misma empresa durante toda la vida. Recuerdo en lo personal que siempre mi padre y abuelo, me instaban a estudiar una carrera universitaria tradicional, puesto que estas llevaban consigo un “premio” que consistía en una “seguridad laboral por toda la vida” y que, si no lo hacía, finalmente la vida sería muy compleja.
Hoy la realidad es muy distinta a la que ellos conocían, los múltiples cambios a nivel socioeconómico, político y tecnológico que experimentamos en el marco de la globalización y la industria 4.0, han llevado a que esto cambiara, teniendo como resultado que conseguir un trabajo y mantenerlo en el tiempo se hace cada vez más difícil. Pensar que la Carrera que estudiamos nos dará las herramientas para mantenernos activos profesionalmente durante toda nuestra vida laboral es algo que parece ya no tener ningún sentido.
Actualmente las personas ven con cierto temor los cambios tecnológicos que trae consigo la industria 4.0. La automatización industrial está reemplazando a millones de puestos de trabajo a nivel mundial, visualizándose para nuestro país casi un 50 por ciento de empleos que podrían ser automatizados. Lo que las personas no ven, es que la cuarta revolución industrial trae nuevas oportunidades creando nuevos puestos de trabajo, que requieren una mayor cualificación y, por lo tanto, conllevan una mayor renta.
Algunos ejemplos que podemos ver hoy en día son el reemplazo de cajeros en el comercio por cajas de autoservicio, en donde a primera vista se ve la pérdida de puestos de trabajo, pero si lo miramos más detenidamente, se incorporan nuevos cargos laborales, como asistentes capacitados para dar ayuda y soporte a quien está utilizando las cajas de autoservicio, y técnicos capacitados para realizar la mantención de estos sistemas.
Por otro lado, en términos de cambio tecnológico, podemos ver el caso de la industria automotriz, en la cual está cambiando su tecnología de motores a combustión por motores eléctricos, lo que implica un riesgo en términos laborales para los mecánicos, que cuando estudiaron aprendieron a reparar motores con una tecnología que quedará obsoleta. Por lo anterior, estos mecánicos deben ser capaces de adaptarse a este cambio tecnológico y, por tanto, deben capacitarse para adquirir las nuevas competencias que les permitan trabajar sobre las nuevas tecnologías.
Un reporte del Banco Interamericano de desarrollo indica que “La división entre aprender y percibir ingresos ya es borrosa y parece estar desembocando en un modelo de aprendizaje durante la vida entera”, y para ello los sistemas educativos necesitarán ofrecer cursos cortos con énfasis en actividades prácticas para que los adultos puedan continuar aprendiendo continuamente.
De acuerdo con el informe The Global Skill Gap de la empresa Quacquarelli Symonds (QS), el cual examina la relación entre competencias adquiridas por los alumnos y las expectativas de competencias que tiene la industria en el cambiante mercado laboral de hoy se concluye que las cinco competencias más importantes globalmente para los empleadores son resolución de problemas, trabajo en equipo, comunicación, adaptabilidad y habilidades interpersonales.
Aprender a Aprender es una de las nueve competencias del marco Duoc UC de competencias de empleabilidad, es equivalente a la capacidad de adaptabilidad del informe de QS, y constituye el eje que agrupa el propósito de las nueve competencias, entregando a nuestros alumnos la capacidad de mantenerse vigentes en términos de competencias laborales y poder enfrentar los cambios tecnológicos que la industria realiza de manera permanente y vertiginosa.
Para lograr esto, tenemos que tener alumnos que entiendan que tendrán que capacitarse permanentemente para mantenerse vigentes, lo que no significa necesariamente hacer un postgrado o estudiar una nueva Carrera, sino más bien capacitarse permanentemente en aquellas competencias que el mercado laboral requiera.
Por otro lado, nosotros como Institución, tenemos la responsabilidad de tener un estrecho vínculo con la industria, realizar un levantamiento permanente con el mercado de las nuevas competencias que requieren, y desarrollar cursos y diplomados que sean atingentes a los requerimientos de la industria y, por tanto, sean atractivos para nuestros titulados.
Finalmente, y tomando la opinión de César Hidalgo -físico nacional y profesor del MIT, quien obtuvo el premio Lagrange, reconocimiento mundial entregado por la fundación ISI en Italia- que el verdadero conocimiento es “el saber hacer” y que “la destreza más importante es aprender a aprender”.
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