La república de Singapur posee una superficie de 719,9 kilómetros cuadrados. Está conformada por una isla principal[1] y 64 pequeñas. Sus idiomas oficiales son el inglés, el tamil, malayo y mandarín, aunque usualmente se trabaja y se relacionan los singapurenses con el primero de los mencionados. Es un país laico, multirracial y con convivencia armónica entre los cristianos, musulmanes, hindúes y budistas. Y Su forma de gobierno es parlamentario.
Sabemos de su gran éxito en sus indicadores sociales de acuerdo al banco estadístico de Singapur y del Banco Mundial. Con una población de 5.450.000[2] solo son 3.500.000 los singapurenses y los demás son extranjeros. Observando cifras de 2021 su crecimiento anual es de 7,2%, su coeficiente GINI es 0,375; esperanza de vida de 83,9 para hombres y 86,1 para mujeres. En cifras de 2020 su Índice de Desarrollo Humano es de 0,938 (lugar 9 en el mundo); su tasa de alfabetización en mayores de 15 años es de 97,1% en hombres y 95,8% en mujeres; y una alta penetración y dominio de la tecnología en sus habitantes y en las ciudades[3].
El sector económico primario es irrelevante y solo impacta en el 1% de su PIB. El sector secundario (manufacturas y asociados) aporta el 26% del PIB. Por tanto, es el sector servicios que ocupa a más de los 2/3 de la población, siendo el más importante y crucial para la república de Singapur. Lo que más importa y gasta el país es en maquinaria y partes de material electrónico informático, y lo que más exporta es maquinaria y partes de material eléctrico informático[4].
Desde la perspectiva de su sistema educativo, desde la escuela primaria está orientado a desarrollar aptitudes, carácter y valores en los estudiantes y a motivarlos para la investigación, la creatividad y el emprendimiento. Es un modelo en el que todos sus niveles educativos están coherentemente complementados, con un trabajo colaborativo del Estado, las empresas y las instituciones educativas. Sobresale su vínculo y complementariedad entre educación y economía. Al carecer de recursos naturales, han potenciado estratégicamente su recurso humano, enfatizando la meritocracia.
El sistema educativo de Singapur es de alta calidad. Para lograrlo, el Ministerio de Educación creó un sistema estándar de evaluación de la calidad que se aplica en instituciones públicas y privadas (Singapur Quality Class – SQC). Esta institución evalúa la admisión de estudiantes, lo que necesite el aprendizaje exitoso de cada institución, sus programas educativos, la planta docente, la ayuda al alumno y alumna, las políticas de pago de los estudios, los procedimientos de reclamos de estudiantes y docentes, como también la evaluación estudiantil.
En relación a sus docentes, esta profesión está considerada en una alta estimación social. Los estudiantes con mejores resultados académicos desean ser docentes. El proceso es selectivo y los salarios son altos, ya que están equiparados con las profesiones de alto prestigio en Singapur.
La Educación Técnico Profesional pasó a ser relevante con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, momento en que surgió una importante demanda de trabajadores calificados. En 1965, al lograr su independencia, Singapur comenzó a potenciar su educación vocacional para apoyar su nueva estrategia de desarrollo económico.
De este modo empiezan a organizarse las escuelas politécnicas y el ITE que pasaron a ser instituciones cuya finalidad fue proporcionar a los estudiantes singapurenses formación práctica, otorgándoles un diploma al finalizar con éxito el programa de estudio. Hasta hoy existen cinco escuelas politécnicas en el país. Estos son el Singapore Polytechnic (SP); Ngee Ann Polytechnic (NP); Nanyang Polytechnic (NYP); Temasek Polytechnic (TP) y el Republic Polytechnic (RP).
En 2020 el gobierno de Singapur quiso potenciar su programa de SkillsFuture[5]. Creó créditos financieros para fortalecer su educación continua dirigida a los adultos mayores de 25 años. Junto a esto, estableció otros créditos para capacitar y renovar las habilidades de las personas con edad superior a los 40 años, aplicables a cursos ofrecidos por el ITE, politécnicos y universidades.
Pero no solo desearon ayudar a los ciudadanos para actualizarlos permanentemente, también se ocuparon y preocuparon de sus respectivas empleabilidades. Por tanto, desearon aumentar la oferta de trabajo y colocación laboral, como también de los cursos de actualización profesional. De tal modo que el plan gubernamental hoy entrega subvenciones a los empleadores para cubrir el 90 por ciento del costo de la capacitación en habilidades y el rediseño del trabajo, y el 20 por ciento de apoyo salarial para los empleadores que contratan trabajadores de 40 años o más a través de programas de conversión profesional.
En tal sentido, el ITE pasó a ser una institución crucial para la formación técnica futura. Este ofrece programas de dos años que conducen a un certificado ITE nacional (Nitec), con la opción de un programa avanzado adicional que conduce a un certificado Nitec superior cuya duración es de dos años. Lo interesante es que se avanza hacia una reducción de los Nitec que sumados hoy se extienden por 4 años a que sean solo 3 años en el futuro.
Lo que ahora importa en Singapur es potenciar habilidades fundamentales que faciliten el aprendizaje permanente. Saben que el aprender a aprender, entre otras, son sustanciales para la empleabilidad a lo largo de la vida de sus estudiantes. Recordemos que ya en 2018 el 76% de los egresados del ITE a los seis meses lograban un empleo con un alto salario convirtiendo a la educacional vocacional como una opción sólida para el futuro.
El Life long learning es algo central para el futuro en Singapur, con visión de país, con fuertes subsidios del Estado y una alta coordinación con las empresas para la creación de los perfiles de egresos de sus carreras. Por tanto, para este país es de alta relevancia la actualización permanente, al menos cada 3 años de la revisión de sus programas de estudios, potenciando una visión de futuro que sea homogénea para las distintas instituciones[6].
Para Singapur sus docentes, su estrategia digital global y extendida, su amistad con la ciencia, tecnología y la apropiación como conocimiento esencial para sus ciudadanos, son actores y elementos centrales de su estrategia como país.
Por último, el modelo de enseñanza del ITE es 70% práctico y 30% teórico; en los Politécnicos es 60% práctico y 40% teórico. Utilizan el enfoque de Capabilities & skills. Las clases teóricas son de muchos alumnos y alumnas y usan bastante el componente de clases asincrónicas. Asimismo, posee una enorme vinculación con el medio y se encuentran plenamente integradas estas instituciones con la comunidad y sus necesidades inmediatas.
Lunes 12 de diciembre de 2022.
EQUIPO EDITORIAL OBSERVATORIO
[1] Su principal isla es Singapur (Pulau Ujong). Bastante plana y pequeñas colinas destacando Bukit Timah de 163 metros de altura.
[2] A junio de 2021.
[3] https://datos.bancomundial.org/pais/singapur y ver también:
https://www.exteriores.gob.es/documents/fichaspais/singapur_ficha%20pais.pdf
[4] https://www.exteriores.gob.es/documents/fichaspais/singapur_ficha%20pais.pdf
[5] Siguiendo las recomendaciones de la comisión Aspire (que revisó programas de estudios aplicados en politécnicas y la revisión de ITE), en 2016 el gobierno presentó al país SkillsFuture que es un programa para el aprendizaje permanente. Aspire pretendió crear un plan coherente de desarrollo de la fuerza laboral, empezando desde la escuela secundaria inferior y extendiéndose a lo largo de la edad adulta. El marco describe habilidades en 34 sectores industriales.
[6] Trabajo conjunto de las empresas con los ministerios de Educación, Economía y del Trabajo y las instituciones educativas.
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