Don Juan de Dios Vial Correa nació el 18 de mayo de 1925 y falleció el 17 de agosto de 2020. Hijo del matrimonio formado por Wenceslao Vial Ovalle y Ana Correa Sánchez quienes, además, tuvieron como prole a Fernando Vial Correa, Mario Gastón Vial Correa, Wenceslao Vial Correa, Mercedes Vial Correa y Gonzalo Vial Correa. Su esposa fue la señora Raquel Ariztía Matte, con quien contrajo matrimonio el 5 de septiembre de 1948, por tanto, cumplieron 71 años de casados.
Sus estudios primarios y secundarios los realizó en el Colegio de los Sagrados Corazones de Alameda y luego estudió Medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile, titulándose como médico cirujano en 1949. Su posgrado lo logró en el Instituto Cajal en 1951. Más tarde obtuvo las becas Rockefeller (1957) y Fulbright (1973-1974). Participó de actividades académicas en la Washington University en Saint Louis. Fue Rector de la Pontificia Universidad Católica de 1985 al 2000. En 1994, designado por el Papa Juan Pablo II, Presidente de la Academia Pontificia por la vida. En abril de 2002, recibió el grado académico honorífico de Doctor Scientiae et Honoris Causa.
Como un homenaje a su memoria, a su enorme contribución a la institución, el Observatorio Duoc UC invitó a distinguidas autoridades de distintos períodos en Duoc UC como Patricio Donoso, Carlos Díaz, Marcelo Von Chrismar, Kiyoshi Fukushi y Aníbal Vial, para que nos proporcionaran una reflexión del significado que tuvo para ellos y para la institución Don Juan de Dios Vial Correa. Asimismo, el Boletín incorpora tres de los discursos más relevante y de gran impacto para delinear la naturaleza y los lineamientos institucionales que la comunidad le solicitaba desde 1985 y hasta el 2000.
Duoc UC tuvo en Don Juan de Dios Vial Correa a uno de sus aliados y mentores más recordados. Así lo muestran con racionalidad y sensibilidad, los columnistas invitados. En todos dejó una marca imborrable como hombre de ferviente fe católica, de reconocida y destacada autoridad, como sabio, como hombre íntegro, libre, humilde y honesto, con una inteligencia preclara y por su enorme cultura. En todo estos atributos y valores, todos coincidieron.
En 1995, en uno de los tantos actos que asistió a Duoc UC, expresó: “No puedo negar que sentí una profunda emoción al empezar esta reunión, y oír resonar en ella el himno de nuestra Universidad. Recordaba el valor de los símbolos y cómo esta institución es parte de la gran obra educacional que ha gestado la Universidad, con la cual ella ha querido servir al país, servir a la sociedad, servir a la Iglesia. Los símbolos hablan más fuerte que las frases, que los conceptos, que los discursos, y ese momento fue realmente de muy hondo significado, y me movió a decirme, como alguna vez me he dicho, al ver las cosas que se hacen en esta Fundación, que si no hubiera sido por la ayuda de Dios, por la presencia del Señor en este empeño, lo que hemos visto del DUOC en estos años habría sido imposible. Ello nos mueve a la acción de gracias y a recordar para el futuro que si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los que la edifican, si el Señor no guarda la ciudad el centinela se desvela en vano. Nuestro esfuerzo, por inteligente que sea, por dedicado que sea, por tenaz que sea, debe partir de la base de que solamente tiene sentido si Dios lo ayuda, si lo ponemos humildemente en sus manos y si esperamos de Él el sostén y la fuerza que no está en nosotros”.
Para la Universidad como para Duoc UC, tal como lo expresara el Rector Ignacio Sánchez Díaz, fue un Rector fundamental. Sus discursos y su enorme cariño a Duoc UC han quedado para siempre en la memoria institucional, privilegio que solo obtienen aquellos que con su integridad personal llegan a ser verdaderas y visibles cumbres humanas. Querido Don Juan de Dios Vial Correa, descanse en paz junto a Jesucristo, la razón y fin de su existencia, como lo demostró todos los días de su vida.
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