A fines de la década de los 80 del siglo pasado, la Universidad Católica se preguntó qué podía hacer para ayudar a disminuir la desigualdad económica y social en la comuna de Renca. Su respuesta, a través de Duoc UC, fue apoyar la creación del Liceo Politécnico Andes en 1990 y este se ubicaría físicamente en la mencionada comuna.
El Rector Juan de Dios Vial Correa de la Pontificia Universidad Católica, nos decía ese año: “Nuestra Universidad ha sentido desde su propia fundación el reclamo de las urgencias sociales. Su relación con obras tales como el Pensionado de San Juan Evangelista y el Patronato de Santa Filomena, atestiguaron ya hace muchos años el interés de la institución por iniciativas educacionales prácticas relacionadas con la cuestión social cuyo abordaje sistemático por León XIII fue una de las orientaciones básicas que tuvo en su fundación la Universidad Católica”[1]. Lo que hacía el Rector en su discurso fundacional, era vincular la creación del liceo con un interés permanente e histórico de la Universidad en apoyar iniciativas educativas que apuntaran a disminuir la desigual social.
El Liceo desde su fundación en 1990 ha buscado entregar una formación técnica de calidad a los alumnos de Renca. Y este hecho los habitantes de la comuna prontamente lo percibieron, dado que recién a los tres años de fundado, ya copaba toda su oferta de matrículas. Este signo fue auspicioso para su futuro: Renca tenía su liceo técnico de excelencia y una oportunidad valiosa para los hijos e hijas de familias con escasas oportunidades laborales.
La Fundación Duoc UC desde los inicios del Liceo mostró especial interés en proporcionarle todo el financiamiento necesario para que poseyera una infraestructura, material de docencia, directivos y docentes que puedan lograr una enseñanza eficaz y útil para muchos estudiantes, que sin el Liceo, verían mermadas sus oportunidades laborales futuras.
El Liceo ha logrado tal penetración y armonía con su comuna, que ya son miles los egresados y las familias que sienten a esta entidad educativa como propia y la cuidan en su accionar. Participan activamente de sus múltiples actividades, no solo las curriculares sino también las extracurriculares. Todas ellas saben que su Liceo es un apoyo real para mejorar el bienestar de su prole.
El estudiante del liceo históricamente ha sido muy especial. La inmensa mayoría son educados, esforzados, tranquilos y con valores. Cuidan mucho a su institución y la defienden de cualquier alteración externa. No es habitual encontrar en el recinto los problemas que pasan a ser nocivos en otras instituciones educativas. Este alumno en general es distinto: ordenado, con pundonor y respetuoso de sus docentes y autoridades.
Respecto a sus docentes, varios de ellos con gran permanencia en el Liceo, conocen muy bien a sus alumnos; entienden que educan y no solo forman; organizan múltiples actividades extracurriculares; participan y apoyan las actividades deportivas; las reuniones con los apoderados son aportativas y prácticas; entienden la importancia del aprender haciendo y tratan de enseñarles una técnica que les permita a sus estudiantes obtener un trabajo real y razonablemente remunerado. Todo esto explica que sea reconocido por MIneduc como un liceo de “excelencia educativa”, con relevantes logros en el SIMCE y la PSU.
Las autoridades centrales y locales de Duoc UC están conscientes de la labor educativa que realizan y de lo importantes que son los equipos de docentes, una buena infraestructura y un equipamiento eficaz para el aprendizaje, para de esta manera aumentar la empleabilidad a los estudiantes de la comuna y de cualquier otra cercana a la institución.
Alguien expresó: Renca pide y necesita al Liceo Politécnico Andes y el Liceo, por su parte, agradece entregando formación técnica de calidad a los hijos de Renca.
Lunes 10 de octubre de 2017.
EQUIPO EDITORIAL OBSERVATORIO
[1] Discurso de inauguración del Liceo Politécnico Andes en la comuna de Renca. Juan de Dos Vial Correa, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 30 de octubre, 1990. P 1.
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