En la ciudad de Riga, capital de Letonia, el 20 de junio del 2015, se reunieron las principales autoridades de la Comunidad Europea y organismos europeos relacionados con la formación profesional. Este tipo de formación es la denominación que recibe en Europa lo que en Chile se entiende por ETP. Por tanto, saber de las conclusiones de tan renombrada asamblea, es de particular interés para nosotros que impartimos una formación que apunta a ser globalizada y que transfiere competencias a sus estudiantes que pretenden darle una alta empleabilidad no solo en nuestro país sino también en el extranjero.
Europa avanza a paso firme en reconocer la importancia estratégica de este tipo de formación. Convicción que se vio acentuada con la enorme crisis económica que ha experimentado en los últimos años, con tasas de cesantías desconocidas para el continente, sobretodo en la población juvenil. Percibieron que esta formación proporcionaba una empleabilidad más afín a las necesidades de las empresas y potenciaba estudios de corta duración, más baratos y con perfiles de egreso más en sintonía con las necesidades reales y actuales de la economía. Por tanto, concluyeron que fomentarla y convertirla en atractiva podía aumentar la ocupación laboral de los jóvenes y sería un remedio efectivo para enfrentar no solo la crisis actual, sino también para crear una fuerza laboral que acompañara el desarrollo económico de los países.
Una primera lectura de las conclusiones de la mencionada reunión nos muestra el grado de similitud de debilidades de la ETP europea con las propias y reconocidas en nuestro país. Lo que pretende el documento de Riga es establecer cinco objetivos centrales para mejorar la EFP en un quinquenio (2015-2020). Creemos que, dada nuestra realidad chilena, estos cinco objetivos perfectamente podrían ser los que como país deberíamos establecer como metas.
La primera conclusión es promover el aprendizaje en el trabajo en todas sus expresiones materiales y espirituales. Asimismo, fomentar la innovación y el espíritu empresarial. Esto último es relevante dado que se piensa que la formación de los estudiantes del presente y del futuro no solo debe apuntar a ser un buen empleado sino también a que sean capaces de crear su propio empleo, hecho que significaría el logro de una empleabilidad de perfecta eficacia. Se trata de potenciar el aprendizaje en el lugar de trabajo para que los estudiantes sean capaces de observar “in situ” el dinamismo y evolución de las necesidades de las empresas y mercados.
La segunda conclusión es poder garantizar calidad en la EFP, acorde con EQAVET que es el marco de referencia europeo de garantía de la EFP. Se desea potenciar la calidad para aumentar la credibilidad en este tipo de formación en los países; es decir, que lo que las instituciones educativas dicen transferir a sus estudiantes, efectivamente las empresas puedan comprobarlo en sus nuevos empleados. Tendrán especial cuidado en el “diseño, enseñanza, evaluación, validación y certificación” del proceso de enseñanza y aprendizaje de lo que hacen las instituciones.
La tercera conclusión es mejorar el acceso a la EFP. Se potenciarán sistemas más flexibles, creándose mecanismos para validar el aprendizaje no formal e informal. Es el reconocimiento real que hoy las personas poseen distintos medios, espacios y mecanismos para aprender y lograr aprendizajes. Estos deben ser validados por las instituciones y con normas específicas de reconocimiento.
La cuarta conclusión es fomentar las competencias claves y básicas de alfabetización, cálculo y las digitales. Al poner el acento en ellas, advierten, se hace posible y son la base de cualquier aprendizaje superior. Asimismo, se debe incentivar las competencias empresariales y las que hacen posible la innovación.
Por último, el quinto objetivo es el acento en la formación de los profesores. Se incentiva el perfeccionamiento pedagógico como el apoyo a estos en las empresas en que se desempeñan practicando sus competencias duras. Se reconoce la importancia crucial de los docentes y que no es posible mejorar la formación si estos no son de calidad. Se fomentarán las buenas prácticas y el trabajo colaborativo entre ellos. Se les ayudará a que mantengan vínculos directos con los espacios laborales y puedan perfeccionarse en estos y en la disciplina o especialidad que enseñan.
Todos estos objetivos serán supervisados por CEDEFOP (Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional). A este organismo le corresponderá realizar el seguimiento de los avances en el logro de las metas.
Si examinamos el Plan de Desarrollo (2016-2020) de Duoc UC, observamos que se ajusta a la perfección con las cinco conclusiones de Riga. Respecto a la primera conclusión, vemos que el Campus Arauco y lo que hoy hace la Dirección de Formación General y la Dirección de Innovación e Investigación Aplicada se ajustan a ella (ejes estratégicos 1 y 2); en relación a la segunda conclusión, la Dirección de Desarrollo Académico y el Centro de Evaluación del Desempeño Académico Institucional poseen como norte velar por la promesa educativa (eje estratégico 2); la tercera conclusión es potenciada al señalarse en el Plan de Desarrollo que el acento estará puesto en una oferta académica flexible, incentivando alternativas semi-presenciales, cursos online, entre otros formatos ; la cuarta conclusión, la recogen variadas iniciativas de los 5 ejes estratégicos. Por último, la quinta conclusión la incentiva el eje 2 ya que no se entendería la conceptualización del “ambiente educativo” del Plan de Desarrollo si no existieran acciones concretas de profesionalización del cuerpo de profesores de la institución.
Podemos concluir entonces que, si observamos los acentos europeos en materia de formación técnico profesional, podríamos decir que son perfectamente aplicables en Chile. Este tipo de formación posee debilidades y fortalezas similares en el mundo, y al conocer las reflexiones de otras realidades y continentes, es factible compararnos y aprender de los análisis que hacen otros especialistas sobre nuestra propia realidad formativa. Está claro que la ETP crece en importancia en el mundo y esto es bueno para todos los que nos dedicamos a este tipo de formación profesional y también para los que esperan mucho de ella: nuestros estudiantes.
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