La automatización de tareas es un fenómeno que tiene en alerta permanente a toda institución de educación superior. Todas saben que este hecho afecta rotundamente a los perfiles de egreso de todas sus Carreras. Dado el dinamismo y velocidad de los avances científicos y tecnológicos, la reflexión y el análisis pasa a ser de extrema urgencia. Estas educan y su promesa es lograr la empleabilidad de sus estudiantes, y estos esperan que su institución escogida los prepare adecuadamente para un futuro incierto en movilidad laboral, pero cierto en que será muy distinto en su fisonomía técnico y profesional al que hoy vivimos.
De acuerdo con los avances de la literatura especializada, las tareas rutinarias son las más expuestas a ser automatizadas. Frey y Osborne (2017)[1] nos señalan que el avance de la inteligencia artificial ha provocado un avance notable en materia de algoritmos y robots y que este hecho está generando una creciente automatización de actividades hechas hasta el momento por las personas. Sin embargo, dos años después ya se observa que aún tareas no rutinarias pueden serlo si estas admiten reglas codificables y algorítmicas. Un ejemplo de esto lo tenemos en los avances de Google en el diseño de vehículos autónomos, investigaciones iniciadas el 2010.
En cuanto a los estudios sobre el impacto de la automatización en los empleos laborales, estos se han centrado en las ocupaciones o en las tareas. En el primer caso, tenemos a Frey y Osborne quienes estudiaron 702 ocupaciones de acuerdo con la Clasificación Ocupacional Estándar del Departamento de Trabajo de EE.UU. Concluyeron que las habilidades difíciles de automatizar hasta ahora son las de percepción y manipulación, la inteligencia creativa y la inteligencia social. Asimismo, señalan que el 47% de los empleos de EE. UU están expuestos a la automatización. Otros estudios como el de Pajarinen y Rouvinen (2014)[2] para Finlandia hablan de un 35% en este país; Bowles (2014)[3] para Europa nos enuncia cifras variables entre un 45 y 60%, y Brzeski y Burk (2015)[4] plantean un 59% para Alemania.
Para aquellos que han estudiado las tareas automatizables con rigor, como es el caso de Arntz, Gregory y Zierahn (2016)[5] han estimado que los análisis que se centran en ocupaciones sobrestiman el riesgo de automatización. Estos autores han buscado la diversidad de tareas y habilidades que cada empleado utiliza en su trabajo y de este modo, definir mejor cuáles de ellas están más expuestas a la automatización. Concluyen que el 9 % de los empleos de los 21 países de la OCDE son automatizables ya que consideran que no todas las tareas de una ocupación son susceptibles a ser realizadas por máquinas. Por tanto, hoy no todas las tareas de un oficio o profesión son posibles de automatizar. Aunque en unos años más, aumenten las tareas que estén expuestas a ser realizadas por máquinas.
En el caso de los estudios válidos y cuyo objeto es la realidad chilena, tenemos el de Nedelkoska y Quintini (2018)[6] que nos advierten de un 52% de automatización, superior al 47% que nos señala la OCDE para nuestro país. Otro estudio de Manyika (2017)[7] postula un 49%, subrayando que la industria manufacturera, silvicultura, agricultura, pesca y caza y los servicios de alojamiento y alimentación son las más sensibles de ser afectadas para el reemplazo de personas por máquinas. También existe un estudio de la Fundación Chile (2017)[8] que creó un Índice de Intensidad de Rutina (RII) indicando que el 24 % de los trabajadores chilenos está expuesto, siendo la minería, silvicultura y pesca y la agricultura las más sensibles al riesgo.
Por último, para el caso chileno, resulta interesante y recomendable la lectura del documento de trabajo N°59 de Clapes UC de los autores Juan Bravo, Agustín García y Hans Schlechter titulado “El Mercado laboral chileno para la cuarta revolución industrial”. En este estudio, los profesores concluyen que la probabilidad de automatización de un empleo promedio en Chile es de un 42,2% y que el 17% de los ocupados presenta un subrayado riesgo.
En el escenario planteado de un avance vertiginoso de la automatización, parece ser muy necesario y urgente el profundizar y analizar no solo las ocupaciones sino también las tareas concretas que realiza cada uno de los perfiles de egreso de las Carreras. En el caso de Duoc UC, lo realiza con su modelo CAPE regular.
[1] “The future of employment: how susceptible are Jobs to computerization”.
[2] “Computerization threatens one third of finnish employment”.
[3] “Computerization of European Jobs”.
[4] “Die roboter kommen. Folgen der automatisierung für den deutschen arbeitsmarkt”.
[5] “The risk of automation for Jobs in OECD. Countries: A comparative analysis”.
[6] “Automation, skills use and training, OECD social, employment and migration working”.
[7] “A future that Works: Automation, employment, and productivity”.
[8] “Automatización y empleo en Chile”.
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