En el mes de junio del 2015, el Banco Mundial presentó al Mineduc un reporte de resultados de un análisis de modelos de Educación Superior Técnico Superior de algunos países (Alemania, Suiza, EEUU, Colombia, Brasil y Canadá) con la finalidad de convertirse en insumo para la creación de la red estatal de CFT que pretendía crearse, como de hecho ya se han iniciado con la creación de algunos de estos este año. El estudio que además estudia la ESTP chilena tuvo cuatro ejes: “la gobernanza, la cadena de valor curricular, los mecanismos de transición y el financiamiento”[1].
Queremos en esta editorial recoger, textualmente, las conclusiones de este interesante estudio que nos invita a la lectura pormenorizada del presente y detallado informe del Banco Mundial.
En cuanto a la Gobernanza:
a) “Ausencia de una política pública y una visión integrada y sistémica para la educación técnica.
b) El aseguramiento de la calidad vigente en Chile no posee suficiente poder y especificidad para garantizar un umbral mínimo de esta.
c) El aseguramiento de la calidad está fragmentado entre el Cned y Cna (licenciamiento y acreditación).
d) No hay validación ni coordinación sistemática con el sector productivo.
e) Carencia de coordinación, información y datos actualizados en el sistema de monitoreo y evaluación dificulta la medición de logros y mejoras de calidad.
f) No se sabe con certeza cuáles son las demandas productivas que orienten la oferta formativa”[2].
En cuanto a la cadena de valor curricular:
a) “Chile no cuenta con currículos estandarizados ni mecanismos de supervisión o aprobación del diseño de currículos, nacional o regional, lo cual hace que estos varíen enormemente en calidad y contenido y se dificulte la comparación y homogeneización”.
b) Los currículos no enfatizan en el desarrollo de competencias.
c) Las oportunidades de capacitación en el trabajo son limitadas.
d) La industria y los empleadores se involucran poco en el diseño de currículos o la definición de la oferta.
e) Muchos docentes carecen de habilidades pedagógicas y las condiciones de trabajo necesarias para un aprendizaje eficiente.
f) La disponibilidad de equipos y laboratorios modernos no es adecuado para las necesidades presentes y futuras del sector productivo.
e) La falta de mecanismos para evaluar los resultados del aprendizaje afecta la calidad y las posibilidades de transición de la educación media a la ESTP.
g) Los niveles de titulación son bajos”[3].
En cuanto al financiamiento, las conclusiones son las siguientes:
a) “La inversión pública en la educación superior es baja. El alumno universitario recibe tres veces más apoyo estatal que el alumno CFT (datos 2010).
b) Los elevados costos de matrícula disuaden a los estudiantes de menores recursos (comparables a Japón y los EEUU).
c) El progreso en el financiamiento ha mejorado la situación, pero también puede haber puesto en riesgo la calidad.
d) El financiamiento de la ESTP no está bien alineado con los costos reales de los programas educativos técnicos”[4].
En cuanto a la transición a otros niveles de educación y al mercado laboral, el estudio concluye:
a) “La decisión de un alumno de matricularse en la educación técnica está fuertemente asociada con su nivel socioeconómico, incluso aún más que con la capacidad o el desempeño académico previo. La EMTP es de menor calidad que la ESTP.
b) Las tasas de deserción siguen siendo mayores en los programas de ESTP. Los CFT e IP poseen una tasa de deserción promedio de 35 y 36% y las universidades 22%.
c) Existen asimetrías de información, lo cual significa que los estudiantes y padres de familia interesados en las rutas técnicas basan sus decisiones educativas en poca información acerca de la calidad y los retornos futuros de las vías que eligen.
d) Los retornos de la educación generalmente son menores para la población que culmina su ESTP que para la que finaliza la educación universitaria”[5].
La lectura de las conclusiones presentadas, que representan una mirada global a toda la arquitectura de la Educación Superior Técnico Profesional chilena, realizada por expertos extranjeros, nos permite reflexionar sobre aquellas aseveraciones mencionadas, aprender de las mismas para mejorar nuestras debilidades así como para mantener nuestras fortalezas respecto al estado global de la ESTP en nuestro país.
Lunes 29 de mayo 2017
EQUIPO EDITORIAL OBSERVATORIO
[1] Banco Mundial. Análisis de modelos de Educación Superior Técnico Profesional para Chile. Santiago, 2015. P9.
[2] Ibid. P 10.
[3] Ibid P 10 y 11.
[4] Ibid P 11.
[5] Ibid P 11.
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