Desde el año 1978 el Banco Mundial viene realizando estudios anuales que tratan de aportar reflexiones y análisis sobre temas de gran impacto para el desarrollo mundial. Este año ha publicado su informe sobre el desarrollo mundial 2019, y en esta oportunidad abordó la naturaleza cambiante del trabajo[1].
En este último estudio, presenta un análisis de cómo el avance tecnológico está cambiando la forma y el fondo de cómo los seres humanos trabajan. En esta materia, el Informe se muestra esperanzado en que las tecnologías no lograrán terminar con el trabajo humano sino solo lo está redefiniendo, generando nuevas oportunidades, creando desconocidos empleos, aumentando la productividad de los países y mejorando el bienestar humano.
Las nuevas plataformas digitales han permitido la llegada de la tecnología a un mayor número de personas. Este hecho ha generado el efecto de que los empleadores están buscando trabajadores que tengan habilidades en estas plataformas y que dominen los conocimientos para manejarlas y de este modo mejorar la productividad de las empresas.
Asimismo, dado que los nuevos trabajos mayoritariamente se realizan en computadores u otros dispositivos, se discute si es necesaria la presencialidad, el horario laboral fijo, la rutina laboral y se piensa más bien en tareas que deben ser terminadas en un plazo determinado, no importando si el empleado las realiza en horas diurnas o nocturnas distintas a las habituales, cumpliendo con la fecha y hora de entrega. Este hecho creciente implica profundos cambios jurídicos relacionados con conquistas sociales que costaron muchas vidas humanas en el pasado. El surgimiento del trabajo esporádico (gig economy), por ejemplo, que significa trabajadores independientes para tareas de corto plazo, es un fenómeno nuevo y progresivo en contratación.
El Informe se plantea variadas preguntas y propone respuestas novedosas. Entre las más recurrentes están de qué manera está cambiando el trabajo; cómo impacta la digitalización y automatización en las actividades empresariales; cómo cambian la habilidades demandadas y qué pueden hacer los Gobiernos para capacitar y financiar una mejor seguridad social en un ambiente tan dinámico; en una época tan disruptiva, qué pueden hacer las empresas para invertir en sus empleados y no generar situaciones de alarma y de huelgas; la empresa pasa a ser un ambiente de aprendizaje que actualiza las competencias si aprovecha su entorno para capacitar a sus empleados, entre otras preguntas que se plantea el estudio del Banco Mundial.
En este escenario tan complejo, el Informe incentiva la inversión en capital humano promoviendo tres tipos de habilidades: Las habilidades cognitivas avanzadas (capacidad de resolver problemas complejos), habilidades socioconductuales (capacidad de trabajar en equipo) y la combinación de dominio de habilidades que permitan la adaptabilidad, el razonamiento y la autoeficacia. También es necesario aumentar la seguridad social, el bajo costo de internet y de las variadas tecnologías para dar acceso a todo el mundo.
En síntesis, respecto a la naturaleza del trabajo señala que el concepto de empresa tradicional está siendo modificado por las plataformas digitales ya que estas últimas aumentan la escala con más rapidez y a un bajo costo. Por otro lado, las demandas de habilidades proclives a trabajos rutinarios disminuyen y crece demanda de habilidades cognitivas de orden superior. En tercer lugar, no cree que los robots reemplacen a los trabajadores, sino más bien estos están siendo reorientados a otras tareas. En cuarto lugar, el sector informal de trabajadores que carecen de tecnología necesita capacitación para prepararlos para el cambio en ciernes. Por último, se necesita un crecimiento inclusivo y con menos desigualdad, dado que las redes sociales están mostrando a muchas más personas que en otros países se vive mejor y genera deseos de migrar o de promover fracturas sociales en sus países.
Lunes 19 de agosto de 2019
[1] https://documents.worldbank.org/curated/en/767331554985479543/pdf/Main-Report.pdf
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