Ha terminado el año y en la Dirección Ejecutiva, las Sedes, Escuelas y Direcciones Centrales reflexionan sobre lo hecho y aclaran ideas sobre qué hacer el 2019. Son momentos en que se mira y se relee la misión, el Proyecto Educativo, el modelo educativo y el Plan de Desarrollo, documentos esenciales para que el análisis sea conducente, sistemático y ordenador del quehacer futuro.
El Observatorio está publicando desde inicios de diciembre, columnas de cierre de áreas relevantes de la Institución. En esta cada autoridad interna, sintetiza lo que ha considerado relevante de su gestión 2018. De este modo, protegemos la memoria institucional, así como también colaboramos con la gestión del conocimiento interno. Nos importa dejar huella para su uso presente como también su recuerdo y estudio en el futuro.
Cada una de las unidades académicas o administrativas observa su marcha operacional; es decir, aquello que le da permanencia y que permite que la institución funcione en sus procesos básicos y obligatorios. En estos protocolos esenciales examina fortalezas, debilidades y propone planes de mejora. Tarea esencial es un control de gestión necesario en instituciones maduras y responsables.
Instituciones de dimensiones significativas practican su auto examen porque sus principales autoridades saben de la necesidad de este proceso, que de suyo es propio de las organizaciones de excelencia. No existe un mes específico, pero las instituciones educativas tienden a realizarlo en el mes de enero, por tener más tiempo para dedicarse a dialogar sobre lo que se ha hecho y sobre lo que se hará.
Resulta interesante en este proceso, todas aquellas ideas que surgen para mejorar y lograr nuestra misión, Proyecto Educativo y Plan de Desarrollo. La decisión de dónde poner los énfasis y por qué. Estos diálogos despiertan a toda institución educativa, porque sus miembros tienen certeza que no son una simple y racional empresa comercial, son mucho más que eso: educan personas para un futuro incierto.
En este escenario, se observan al menos cuatro grandes ejes, siempre en diálogo, al tenor de lo que hemos escuchado y leído de las autoridades de Duoc UC. Nosotros no instruimos ni formamos piezas para el mercado laboral: educamos personas integrales, con dignidad, libertad, deseos de justicia y que aman la verdad. Segundo, la institución y su formación técnico profesional debe enfrentar y proponer caminos para los avances insospechados de la inteligencia artificial y la automatización. Tercero, trabajar en su sustentabilidad y estudiar los efectos de la gratuidad de los estudios y buscar nuevas fuentes de financiamiento. En cuarto lugar, cómo mejoramos la medición de los aprendizajes y la calidad de estos; también cómo avanzamos en mejorar la gestión de innumerables procesos administrativos y de soporte para que lo esencial que realiza Duoc UC, que es formar personas integrales para darles la posibilidad de una empleabilidad y renta justa, efectivamente se cumpla.
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