Duoc UC en su actual Proyecto Educativo y Plan de Desarrollo fomenta y desea como un aspecto sustancial de su formación en empleabilidad, el lograr que sus estudiantes adquieran las competencias atingentes al emprendimiento personal. Se trata que estos no solo observen como su horizonte personal el ser empleados sino también sean capaces de iniciar actividades independientes, que logren generar nuevas oportunidades laborales para ellos y su entorno.
Existe un aspecto que es bastante esencial en la declaración de fomentarlo: no se fomenta ni podría hacerlo, el emprendimiento que carezca de ética. Por tanto, lo que nos interesa es promover el “emprendimiento ético”. Entendiendo por este aquel que sabe que no todos los fines ni medios son correctos o morales. Que el ejercicio de la libertad creativa tiene las limitaciones que nos señalan la justicia, la belleza, el bien y la verdad.
En los años setenta del siglo pasado surgió con fuerza en los Estados Unidos el “Business Ethics” (ética de los negocios) y en Europa se prefirió hablar de “ética de la empresa”, ya que en este continente se concibe a la empresa no solo como un negocio sino como un grupo humano que diseña y aplica una idea valiosa para el conjunto de la sociedad y fruto de su accionar obtiene un beneficio.
Emprender no significa abstraerse de las responsabilidades sociales y éticas que implica la creación y desarrollo de una empresa, sea pequeña, mediana o grande. Cuando se emprende, intentamos satisfacer una necesidad humana vigente y, por tanto, tenemos la obligación de actuar con corrección, desde el instante de la apertura de actividades hasta el final del proceso de relación con los beneficiados de nuestro emprendimiento personal. Más aún, dado que en los últimos años hemos conocido muchos casos en el mundo y nuestro país que nos muestran los efectos perniciosos para la confianza pública que nos trae el no respetar ni practicar una mínima ética emprendedora o empresarial, esta aspiración al actuar ético adquiere más relevancia.
Ya Hegel en su libro sobre los “Principios de la Filosofía del Derecho” nos decía: “ Así como la naturaleza tiene sus leyes, y los animales y los árboles y el sol cumplen las suyas, así la costumbre es lo que corresponde al espíritu de la libertad…La pedagogía es el arte de hacer éticos a los hombres: considera al hombre como natural y le muestra el camino para volver a nacer, para convertir su primera naturaleza en una segunda naturaleza espiritual, de tal manera que lo natural se convierte en hábito…”. Por tanto, toda actividad emprendedora es el resultado de una acción humana en el abanico del ejercicio de la libertad, y esta debe ser practicada, fruto de la educación recibida en Duoc UC, en acciones que sean justas, buenas, confiables, íntegras.
Toda acción emprendedora tiene fines como también medios. Estos fines son determinados por el individuo en pleno ejercicio de su libertad; pero siempre debe cuidar que los medios no solo sean los adecuados sino también morales, de tal manera que la sociedad se vea beneficiada material y moralmente. De este modo, nuestro Proyecto Educativo se ve plasmado en el ejercicio del emprendimiento de nuestros egresados.
Pasa a ser razonable entonces, que entre los objetivos de una propuesta educativa para fortalecer el “emprendimiento ético” se encuentren los siguientes énfasis: pensar y estudiar conceptos como ética del trabajo y responsabilidad social; leer concepciones éticas de religiones y pensadores filosóficos relevantes; vincular la acción emprendedora con el modelo de sociedad actual y su axiología; estudios de casos de empresas y emprendedores que no han respetado el emprendimiento ético; que el emprendedor sea capaz de redactar y practicar un código de ética que ilumine y defina horizontes y conductas en su emprendimiento.
Si logramos fortalecer a nuestros alumnos en su compromiso ético consigo y con los demás, estaremos aportando muchísimo a nuestra sociedad, a Duoc UC y a cada uno de nuestros estudiantes.
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