Estamos en presencia de la Cuarta Revolución Industrial[1] denominada digital y basada en la inteligencia artificial, que impacta en cómo hacemos las cosas y trabajamos, de qué maneras nos insertamos en el mundo y con una existencia vital con múltiples relaciones presenciales y remotas.
Esta Revolución Industrial está influyendo decisivamente en todo lo relacionado con lo humano. Pero hasta ahora lo más investigado ha sido su efecto en la economía y el bienestar de las personas. Sin duda un foco ha sido levantar información de los mercados de trabajo para analizar y descubrir posibles tendencias futuras relacionadas con los empleos.
Existen algunas lecturas cuya sugerencia es necesaria para introducirse en estas materias como las de Frey Carl benedikt[2], Acemoglu Daron[3], Arntz, M[4], World Bank[5], Mckinsey Global Institute[6], National Academies Sciencies, Engineering, and Medicine[7], OECD Employment[8]. UK economic Outlook PWC[9], y así saber cómo la inteligencia artificial está influyendo en los actuales y nuevos empleos. De cómo estiman estos estudios será el efecto de la automatización sobre las ocupaciones y trabajos. Todos presentan proyecciones sobre porcentajes de empleos u oficios directamente afectados por las nuevas tecnologías como consecuencia del avance científico veloz que experimentamos.
De acuerdo a estudio PWC (2017) la inteligencia artificial es un paso superior a la mera automatización ya que es capaz de responder al ambiente de manera creativa y no solo reiterativa y predecible. Esta inteligencia contiene cuatro posibilidades: sistemas adaptativos a distintos tipos de situaciones, automatización de tareas cognitivas de tipo rutinarias, sistemas que aprenden en sus relaciones con seres humanos y sistemas que mejoran las decisiones humanas y lo hacen con más información, más rapidez y precisión. Dado estas capacidades, la IA contiene en su naturaleza y proyección, la infinita fortaleza de transformar profundamente la realidad humana conocida hasta ahora. Nunca los seres humanos han estado frente a esta posibilidad cierta, con enormes beneficios como también con amenazas sin parangón.
Existe cierto consenso de que las ocupaciones y empleos específicos no están en riesgo sino algunas tareas que realizan estas. También se piensa que no solo las tareas rutinarias de ocupaciones y oficios de menor demanda cognitiva están amenazadas, sino también algunas pertenecientes a profesiones de alta exigencia. La diferencia es que las más rutinarias serán las primeras en ser reemplazadas por procesos de automatización, fenómeno que está en pleno desarrollo. Todo lo que tenga que ver con la lectura e interpretación de exámenes, operaciones de registro y administración de datos, compra y venta de productos y servicios, tareas contables, solo por mencionar algunas de muchas, están muy expuestas a ser realizadas por máquinas y con una eficacia y eficiencia muy superior a la lograda por técnicos y profesionales.
La velocidad de los cambios es inédita y las empresas estarán continuamente desafiadas a adaptarse a las nuevas tecnologías, al punto que cualquier tardanza de meses y no de años como era lo usual antes, puede significar un grave daño a la permanencia de la misma.
En este escenario, para toda institución de educación es urgente la revisión exhaustiva de la formación que hoy entrega a sus estudiantes. Se trata de estudiar detenidamente (con decisiones rápidas) el contenido vigente de cada uno de los perfiles de egreso. El foco es sustituir conocimientos como también formar para complementarse con las máquinas y especies artificiales; asimismo, potenciar las competencias y habilidades en aquello que las máquinas no pueden o tienen un magro desempeño o se necesita sine qua non del apoyo humano calificado.
Una formación que desarrolle el pensamiento crítico, la creatividad, aprender a aprender, la flexibilidad, el trabajo en equipo y colaborativo, la comunicación, resiliencia, el liderazgo, el trabajo interdisciplinario, son competencias y capacidades hoy muy valoradas en el mercado del trabajo y serán cada día más decisivas en el futuro. Todo lo anterior acompañado de conocimientos disciplinares sólidos que les permitan a los estudiantes una base de conocimientos sobre los cuales aplicar las variadas competencias enumeradas, como también para poder entender los avances de sus disciplinas y sus múltiples expresiones en el mercado laboral. Finalmente, se trata de aprender a vivir en la incertidumbre y en el aprendizaje permanente.
Lunes 24 de octubre de 2022.
[1] Schwab, Klaus (2016). The Fourth Industrial Revolution: what it means, how to respond. World Economic Forum.
[2] Frey, Carl Benedikt and Osborne, Michael (2013). The future of Employment.
[3] Acemoglu, Daron y Restrepo Pascual (2017). Robots and Jobs: Evidence from the US Labor Markets, NBER Working papers Serie, WP 23285.
[4] Arntz, M y Zierahn Gregory (2016) The Risk of Automation for Jobs in OECD Countries: A comparative analysis, Paris.
[5] World Bank (2016). World development report: Digital dividends. Washington DC.
[6] Mckinsey Global Institute (2017). A future that Works: Automation, employment and productivity.
[7] National Academies Sciencies, Engineering, and Medicine. Information technology and the U.S Workforce: Where are we and where do we go from here. Washington.
[8] OECD Employment Outlook (2017).
[9] UK economic Outlook PWC (2017). ¿Will robots steal our Jobs? The potential impact of automation on the UK and other major economies, Chapter 4.
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