Es de interés para toda institución de educación superior el examinar que sucederá con los empleos en el futuro. No puede ser de otra manera, porque su tarea es educar para fortalecer la empleabilidad de aquellos que confían en las instituciones y que llegan con todas sus esperanzas para obtener un mejor futuro. Finalmente, las instituciones certifican aprendizajes y garantizan que sus egresados podrán desarrollar las tareas que cada uno de los perfiles de egreso indica.
En este contexto, el nuevo estudio recién publicado “The Future of Jobs” [1], originado en el World Economic Forum, resulta ser un aporte significativo para ayudarnos a reflexionar sobre cómo se está imaginando el futuro en el mundo. Surge a partir de los efectos que está provocando en los espacios laborales la pandemia COVID-19. Impacta una de sus conclusiones más relevantes: los humanos y los robots se repartirán de manera similar los empleos el 2025. Todos sabíamos que la robotización se extendería, pero pocos vislumbraron que esta nueva realidad llegaría tan pronto. Sin duda, la pandemia provocó una aceleración inusitada en la incorporación de tecnología en todas las empresas, para poder sobrevivir y disminuir el impacto de los efectos de una recesión en desarrollo.
El estudio entrevistó a Directores Ejecutivos, Directores de Recursos Humanos y Directores de Estrategia de alrededor de 300 empresas mundiales, que entregan empleos a más de ocho millones de trabajadores en el mundo. Ellos estimaron que si la automatización de las tareas hoy bordea el 33%, el 2025 llegará al 47%. Los trabajos que realizan los humanos hoy son el 67% y descenderá a un 53% el 2025. Como consecuencia, 85 millones de personas perderán sus empleos. Sin embargo, estiman que surgirán 97 millones de nuevos empleos en las áreas de la inteligencia artificial y la creación de contenidos, lo cual es una buena noticia; pero esto implica que las instituciones educativas deben examinar a la brevedad sus perfiles de egreso para adecuarlos a un futuro que hoy es presente.
Las dirigencias sindicales de muchos países muestran preocupación por lo que está ocurriendo. En Europa están solicitando a los gobiernos y a las instituciones educativas trabajar en conjunto para instalar el concepto de la educación a lo largo de la vida para comprometerse a ir actualizando a los trabajadores, porque les resulta evidente que millones no fueron educados para este cambio disruptivo. Por tanto, sugieren que las unidades de Educación Continua en las instituciones de educación superior adquieran renovado vigor para atender de manera inmediata esta necesidad de capacitación para la revolución 4.0. Asimismo, los dirigentes sindicales sugieren que los robots paguen impuestos para que los trabajadores no pierdan sus conquistas sociales y el Estado tenga los recursos para esto.
Los hallazgos claves del informe son los siguientes:
– La adopción de la computación en la nube, Big Data y el comercio electrónico siguen siendo una gran prioridad para líderes empresariales. Pero crece el interés por el cifrado, los robots no humanos y la inteligencia artificial.
– Cuarenta y tres por ciento de las empresas encuestadas indican que están listos para reducir su fuerza laboral debido a la integración tecnológica. Pero están dispuestas a capacitar para que el trabajador pueda continuar en las empresas. Estiman que cerca del 50% de los trabajadores en el mundo tendrán que capacitarse.
– Admiten que en los primeros años la cesantía crecerá, pero con los nuevos empleos emergentes se superará la cesantía. Por esto consideran absolutamente urgente el nuevo rol de las instituciones educativas para enfrentar este nuevo desafío, creando carreras afines a la nueva realidad 4.0.
– Concuerdan que las habilidades esenciales requeridas hoy son: pensamiento crítico, capacidad de análisis, así como la resolución de problemas y habilidades en autogestión como el aprendizaje activo, resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad.
– Ochenta y cuatro por ciento de los empleadores están configurados para digitalizar rápidamente los procesos de trabajo, incluyendo una expansión significativa del trabajo remoto, con el potencial de mover el 44% de su mano de obra para operar de forma remota. Promueven, en este escenario, tomar medidas para crear un sentido de comunidad, conexión y pertenencia entre empleados a través de herramientas digitales, y para abordar el bienestar planteado por el cambio al trabajo a distancia.
– Es probable que la desigualdad se vea agravada por el doble impacto de la tecnología y la recesión pandémica. Empleos ocupados por asalariados, mujeres y trabajadores más jóvenes se vieron más afectados en la primera fase de la contracción económica. Admiten que el impacto recesivo es mucho mayor hoy que la crisis financiera mundial del 2008.
– El aprendizaje vía online ha puesto mayor énfasis en el aprendizaje de habilidades digitales como el análisis de datos, informática y tecnología de la información.
– El sector público necesita proporcionar apoyo para la reconversión y perfeccionamiento de trabajadores en riesgo de ser desplazados. Actualmente, solo el 21% de las empresas informan poder hacer uso de fondos públicos para apoyar a sus empleados a través de la recapacitación y actualización. El sector público deberá crear incentivos para las inversiones en los mercados y puestos de trabajo de mañana; proporcionar redes de seguridad más fuertes para trabajadores desplazados en medio del trabajo, entre otras medidas urgentes.
El informe es un excelente texto y se sugiere su lectura.
[1] https://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs_2020.pdf
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