Duoc UC nace en 1968 con el nombre de Departamento Universitario Obrero Campesino (DUOC), bajo el alero de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). Este hito fundacional surge como una respuesta concreta a la necesidad de extender la labor universitaria hacia sectores campesinos y obreros que, habitualmente, no disponían de oportunidades de acceder a la educación superior. Con la participación de estudiantes universitarios, docentes y sindicatos, DUOC comenzó a impartir capacitación técnica a personas que aspiraban a mejorar sus condiciones de vida y sus perspectivas laborales.
Con el tiempo, y viendo el rápido crecimiento de esta iniciativa, la Pontificia Universidad Católica decidió otorgarle mayor autonomía, entregándole una estructura jurídica y de gestión que le permitiera a Duoc UC sostenerse con eficacia, motivos suficientes para crear la Fundación DUOC y ser aprobada por el Ministerio de Justicia en 1974. Este cambio institucional consolidó su razón de ser, siempre en coherencia con la vocación de servicio y el horizonte evangelizador de la Iglesia.
La relación con la Pontificia Universidad Católica no fue solo un respaldo formal, sino la fuente de un sello educativo distintivo. Duoc UC orientó sus esfuerzos a la formación integral de sus estudiantes, comprendiendo que la técnica y la ética pueden y deben convivir. Así, la Educación Superior Técnico Profesional que ofrece, a inicios del siglo XXI, se sustenta no únicamente en los conocimientos técnicos científicos o humanistas, sino también en una preparación práctica que forma profesionales competentes, con un fuerte sentido de la responsabilidad social.
El desafío de una formación Técnico Profesional
La Educación Superior Técnico Profesional se distingue de la formación universitaria tradicional porque pone énfasis en la intervención efectiva en la realidad, a través de técnicas, habilidades y actitudes. Para Duoc UC no bastaba con la comprensión teórica de los fenómenos del entorno: se requería la capacidad de resolver problemas concretos y tangibles en el ámbito productivo y de servicios, integrando la práctica con un sello ético y de trascendencia.
El hito del cumpleaños N°30 de Duoc UC y la pregunta sobre cuál debía ser el modelo
Uno de los acontecimientos que marcó la evolución institucional futura, fue un discurso pronunciado por el Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Juan de Dios Vial Correa, el 30 de octubre de 1998. En su discurso, Vial dejó instalada en Duoc UC la idea de que la principal contribución al país y a la educación que la institución podía hacer era la de convertirse en un modelo de lo que debía ser la formación técnica.
A partir de esta aseveración, Vial se planteó una gran interrogante y que fue escuchada por los directivos de Duoc UC: ¿Cómo convertirse en un referente nacional de la formación técnica, sin caer en ser otra universidad o en transformarse en una institución de segunda categoría, pero conservando, a la vez, el mismo sello de calidad y trascendencia que la PUC? Esta reflexión iluminó las decisiones académicas futuras y la búsqueda de nuevas rutas formativas para Duoc UC[1].
La búsqueda de referentes y la inspiración australiana
En la tarea de dar respuesta a esa pregunta, Duoc UC emprendió una búsqueda de experiencias tanto nacionales como internacionales. A escala global, la institución se interesó por la trayectoria de la educación vocacional en Australia, particularmente en la red de centros TAFE (Technical and Further Education), que se había convertido en referente mundial por su énfasis en la formación práctica y la sólida articulación con la industria.
El modelo TAFE ilustraba cómo se podía diseñar un currículo basado en competencias laborales claramente definidas y validar los aprendizajes de los estudiantes de manera coherente con las exigencias del mercado. Este referente internacional reforzó la idea de que la ruta correcta para Duoc UC pasaba por adoptar un enfoque por competencias que uniera teoría y práctica, garantizando resultados tangibles y una alta empleabilidad de sus egresados.
El impulso nacional de Chile Califica y la definición de la identidad
Paralelamente al estudio de referentes internacionales, en Chile se dieron algunos intentos por impulsar la formación por competencias. El primer impulso a nivel nacional para incorporar modelos basados en competencias fue a través del Programa Chile Califica (2002), iniciativa conjunta de los ministerios de Economía, Educación y Trabajo, financiada al 50% por el Estado y al 50% por un préstamo del Banco Mundial, alcanzando los US$150.000.000. Este programa tuvo una duración de seis años y, pese a su pertinente diagnóstico sobre la necesidad de mejorar la equidad, la competitividad y la empleabilidad, no logró generar el impacto esperado.
En este escenario, Duoc UC, por instrucciones de su Rector Marcelo Von Chrismar, ya había decidido encaminar su proyecto educativo hacia la formación por competencias de manera independiente. La institución había identificado dos posibles vías para la educación superior:
-Una orientación formativa hacia las ciencias, con un perfil profesional definido por una “comunidad académica” experta en la disciplina (propio de las universidades).
-Una orientación técnica, con un perfil basado en el conocimiento práctico y el quehacer propio del trabajo, pero que exigía la definición de un perfil de desempeño ajustado a estándares sectoriales o nacionales (aún no claros ni sistematizados en ese tiempo en Chile).
La conducción de Duoc UC hacia la segunda vía —el modelo de competencia para el trabajo— se sustentaba en la convicción de que requería una metodología singular, distinta de la formación de base científica. Surgían así tres problemas que la institución quería enfrentar el 2002, en opinión de su Vicerrector Académico Juan Cristóbal Silva Labbé:
-Diferenciarse en un sistema de educación superior heterogéneo y diversificado.
-Superar la concepción elitista de la educación superior.
-Romper con la primacía del modelo académico tradicional como única opción formativa[2].
En un documento de trabajo de la época se resaltaba que por su “singularidad funcional”, Duoc UC requería diseñar o adoptar una metodología de evaluación y de planes de estudio basados en competencias laborales, en sintonía con estándares internacionales de formación para el trabajo. Se expresaba además que la “sintonía con las tendencias imperantes en los procesos de certificación de calidad de la industria” facilitaría la asociación entre la misión institucional y la necesidad de aumentar la competitividad de las empresas, haciendo énfasis en la productividad de la mano de obra.
La instalación del modelo de formación por competencias en Duoc UC
Bajo estas premisas, Duoc UC, a fines de los años noventa y comienzos de los 2000, consolidó un sistema de desarrollo curricular que integraba el concepto de competencias. Entre las medidas concretas aplicadas, destacaron:
-Creación de las escuelas (1999): Unidades que coordinarán académicamente carreras y programas afines, y que liderarán el diseño y la actualización de los planes de estudio.
-Definición de la misión y valores institucionales: Reafirmando su foco en la Formación Técnico Profesional, con sólidas bases éticas y el sello cristiano[3]. La misión ahora será “La formación de personas en el área Técnico Profesional con una sólida base ética, capaces de actuar con éxito en el mundo laboral y comprometidas con el desarrollo del país” (1998-2011).
-Sistema estructurado de desarrollo curricular: Aplicado hasta el 2013, permitió la identificación de competencias, el diseño de asignaturas y la evaluación de los resultados de aprendizaje.
Proceso CAPE (desde 2014): La Creación y Actualización de Planes de Estudio, que vino a refinar y modernizar los mecanismos de análisis de pertinencia, diseño curricular y validación de competencias con el entorno productivo.
Para sistematizar este trabajo, el Vicerrector Académico de Duoc UC, Juan Cristóbal Silva, creó y desarrolló un esquema, empleado hasta 2013, que ordenaba la tarea de levantar las competencias requeridas por el mercado laboral, traducirlas en perfiles de egreso y articularlas curricularmente. A partir de 2014, este esquema fue modificado y actualizado con el levantamiento del proceso CAPE, manteniendo la lógica de estructurar la formación desde un enfoque por competencias en constante revisión.
Sistema estructurado de desarrollo curricular de Duoc UC. Fue la matriz hasta el 2013.
Por tanto, La decisión de Duoc UC de asumir un modelo educativo basado en competencias respondió a una confluencia de factores: la exploración y deseo de tener de identidad distinta a la formación universitaria clásica, la necesidad de equidad y búsqueda de pertinencia laboral para sus perfiles de egreso, mejorar la movilidad social para sus estudiantes y el aprendizaje de referentes internacionales como el sistema TAFE en Australia.
Lo que se persiguió con el modelo de formación basado en competencias: 2002-2013
Adoptar un currículo por competencias no solo respondía al propósito de diferenciar a Duoc UC en un sistema de educación superior dominado por el modelo universitario tradicional. También se perseguía:
-Asegurar que la pertinencia laboral de las carreras se reflejara en la inserción y trayectoria de sus egresados.
-Resguardar la calidad del proceso formativo desde su propia validación interna, superando la dependencia de examinaciones institucionales externas.
-Favorecer la movilidad social, gracias a carreras que se ajustan a demandas reales de la industria.
-Contribuir activamente al desarrollo del país, conjugando formación práctica y principios éticos que se materializan en el desempeño profesional.
De esta forma, la calidad dejó de medirse solo por indicadores académicos clásicos para contemplar la efectividad con que los titulados se insertaban en el mundo del trabajo, la valoración que las empresas daban a su desempeño y la cohesión entre la formación recibida y las reales necesidades productivas de Chile.
El concepto de competencia en acción
Duoc UC concibe las competencias, en estos años, como la convergencia de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes, observables en el desempeño que realizan los estudiantes en contextos laborales reales o simulados. De ahí se deriva una metodología de enseñanza centrada en el “aprender haciendo”, que valora el trabajo colaborativo, la resolución de problemas y la incorporación temprana de prácticas y laboratorios que preparan para la realidad productiva.
Todo esto implica, además, la definición detallada de perfiles de egreso por carrera, que establecen los resultados de aprendizaje esperados y las evidencias de logro. Este rigor metodológico le permite a Duoc UC vincular su oferta formativa con las exigencias del mercado laboral y, en última instancia, con los procesos de competitividad y productividad que dan sustento al desarrollo económico y social.
En definitiva, la experiencia de Duoc UC en estos años es la mejor prueba de que la formación técnica y profesional, alineada con los requerimientos productivos y sustentada en una sólida base ética, puede transformarse en un poderoso instrumento de movilidad social y en un motor de crecimiento. Su modelo de competencias, heredero del espíritu PUC y de la inspiración australiana, sigue perfeccionándose y proyectándose, demostrando que la Educación Superior Técnico Profesional constituye un camino de alta relevancia para el país y para quienes buscan un progreso real en sus vidas y en las comunidades que integran.
EQUIPO EDITORIAL OBSERVATORIO
[1] https://observatorio.duoc.cl/archivo_historico/discurso-juan-de-dios-vial-correa-30-anos-duoc-uc/
[2] Presentación del Vicerrector Académico Juan Cristóbal Silva a los directivos de Duoc UC en la Convención de Marbella, 2002.
[3] En 1998 el Consejo Directivo aprueba el nuevo concepto de misión de Duoc UC. Marcelo Von Chrismar, Rector entre los años 1998 y 2010, la presentó a los directivos y la comunidad en reunión realizada en el Hotel Reñaca Conference Town el mismo año.
0