La historia de Duoc UC comenzó en la ciudad de Santiago en 1968, pero desde 1970 surgió el deseo manifiesto de sus fundadores de llevar este novedoso emprendimiento educativo a todos los rincones de Chile. Sabían de las necesidades de recuperación de estudios de básica y media y del deseo de muchos chilenos de formarse en algún oficio que les permitiera insertarse laboralmente y de este modo proyectar una mejor vida para sus familias. Por tanto, Duoc UC nace para servir no solo a la ciudad de Santiago, sino a todo Chile.
Este deseo inicial se vio cumplido en 1974, momento en que la institución se encontraba con más de 100 Sedes en todo el país[1], desde Arica a Punta Arenas. Es cierto que lo que se entendió por Sede en ese instante poco tiene que ver con lo que hoy conocemos por esta. En esos años una Sede podía ser un colegio, un espacio físico sindical, uno estatal, una Iglesia, entre otros; es decir, un espacio físico aportado por diversas instituciones para que Duoc UC pudiera realizar capacitaciones y clases en horario vespertino. De hecho, la primera Sede propia y donde se gesta el modelo de Sede futuro fue la sede Alameda, adquirida en 1975. A esta se suma pronto la sede Padre Alonso Ovalle y en ambas se construye y se pensará el Duoc UC del futuro.
En 1981 Duoc UC toma la decisión de concentrar sus actividades en tres regiones: el Área Metropolitana, la Quinta y Octava regiones. Esta opción no se produjo por un deseo voluntario de Duoc UC. La situación económica y la crisis del país la obligan a esta dolorosa decisión. Hubo pena en directivos, docentes y colaboradores, porque Duoc UC siempre tuvo vocación nacional y las circunstancias la presionaron a tomar una decisión para una sana sostenibilidad institucional futura.
Con el ejemplo de las sedes de Alameda y Padre Alonso Ovalle, surgen las correspondientes a Concepción, Valparaíso y Viña del Mar en la década del 80. Esto implicó organizarlas en espacios propios y ahora con jornadas diurnas y vespertinas, dado que la infraestructura era de propiedad institucional. En todas ellas se gesta el Duoc UC del futuro.
Cuando la institución conoce de los éxitos de sus Sedes regionales, se alegra y los siente como satisfacciones de una única entidad educativa, como miembros vitales de un mismo cuerpo. Es que en Duoc UC todavía permanece en su fuero íntimo su deseo de estar presente, física y espiritualmente, en cualquier lugar donde existan ciudadanos que deseen una oportunidad formativa para mejorar sus vidas.
Esta vocación inicial sin duda reaparecerá, porque los impulsos iniciales de una novedosa creación institucional son parte de su identidad originaria, como también lo es su catolicidad, su vinculación con el medio, su enseñanza práctica, su vinculación con la Pontificia Universidad Católica, su educación integral y su deseo manifiesto, con aciertos y errores, de acompañar y aportar a la historia ascendente de nuestro país.
En esta semana mostramos el quehacer, desafíos, acciones actuales de la sede Melipilla. Conocerlas significa una alegría para la comunidad, porque las sedes regionales obedecen a la vocación inicial de Duoc UC: aportar a los que necesiten formación técnico profesional, estén donde estén.
[1] En 1974 llegó a tener 106 Sedes.
0