En los últimos diez años en las instituciones de educación superior del planeta ha aumentado el interés por conocer el comportamiento laboral de sus titulados. De hecho, las instituciones que realizan estudios de la calidad e imagen de estas consultan con encuestas a múltiples personas sobre dónde estudiaron y cuáles son las instituciones educativas que más valoran. Por tanto, como consecuencia, podemos decir que la responsabilidad por la inserción y el comportamiento laboral ya es una exigencia que pasa a ser de importancia estratégica para las universidades, institutos y centros de formación técnica.
Al parecer no basta con asegurar como aprendizajes las competencias establecidas en los perfiles de egreso para lograr la titulación. Es un hecho hoy que la relación educativa entre un estudiante y la institución formadora es la del aprendizaje continuo y para toda la vida. Este hecho se ha visto estimulado y provocado por los cambios continuos del mercado laboral, lo que obliga a firmar un acuerdo de beneficio mutuo de formación de más larga duración entre las instituciones y sus estudiantes.
El seguimiento de los egresados es una manera, un medio para lograr observar los resultados, la eficacia educativa de toda institución formadora. En los países más avanzados se progresa en esta búsqueda de información cualitativa que hoy, la tecnología vigente, nos permite almacenar y analizar. De esta manera, se pueden obtener datos y conocimientos muy valiosos para la estrategia y las tácticas a seguir.
En este tema, se requiere más apoyo del Estado[1] para que este proceso sea efectivamente realizado por todas las instituciones y se pueda obtener información comparativa valiosa y se descubra las necesidades de aprendizaje de los que han egresado de la educación superior. Una plataforma financiada por el Estado que sea una fuente de datos e información cualitativa del comportamiento laboral, y de las necesidades formativas de los egresados de la Educación Técnico Profesional, se constituiría en un aporte significativo para el sector y para los estudiantes que desean ingresar o que ya se encuentran estudiando carreras técnicas o profesionales. Estos últimos obtendrían información más precisa sobre las expectativas de inserción y de las efectivas demandas de competencias duras o genéricas de su futuro mercado laboral.
Los egresados pasan a ser una fuente de información de alta relevancia para las instituciones educativas. Nos informan no solo de su inserción laboral y de sus eventuales rentas obtenidas, sino también de la pertinencia de sus competencias en los reales contextos laborales. Es recomendable mantener y fortalecer este puente que puede aportar contenidos de manera decisiva a la permanente actualización de los perfiles de egresos. Asimismo, las instituciones educativas pueden saber con precisión de cuáles son las necesidades de competencias de sus egresados y mantener con plena pertinencia todos sus planes de capacitación continua.
En Alemania, España, Reino Unido, Singapur y Estados Unidos es cada vez más frecuente observar seguimiento de egresados no solo para obtener cifras de empleabilidad sino también para detectar a tiempo nuevas competencias específicas y genéricas que están siendo hoy requeridas por el mercado.
La revolución 4.0 y su profundo avance innovador, está obligando a las instituciones a una pronta actualización, y también para crear una educación continua que efectivamente acompañe a los ciudadanos en su formación a lo largo de la vida. No hay duda de que las instituciones de educación superior ya no solo tendrán una población juvenil, ya que será creciente la asistencia de estudiantes de más edades, que las visitarán regularmente por algunos meses, buscando actualizar sus competencias y así mantenerse vigentes en el mercado laboral.
Lunes 6 de enero de 2020.
EQUIPO EDITORIAL OBSERVATORIO Duoc UC
[1] Existe plataforma en que se puede saber porcentajes de empleabilidad por institución, años a acreditación, números sobre matriculados, egresados, etc. Ver: https://www.mifuturo.cl/
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