Un tema esencial para toda institución de educación superior sea universitaria o técnico profesional, es poder identificar y anticipar las futuras demandas de competencias, saberes y Carreras que el mercado de trabajo nacional o internacional requerirá en los empleados. Las instituciones con más investigación sobre lo que está sucediendo en el tejido económico, social y valórico de las sociedades, tendrán más posibilidades de liderar la oferta de Carreras con posibilidades ciertas de una exitosa empleabilidad.
En esta materia América Latina ha avanzado en la generación de sistemas de información laboral actualizados y confiables; pero aún en varios países la información no se levanta con la regularidad necesaria para que pueda ser comparada con criterios homogéneos con los demás Estados. El saber el estado actual de las diferentes ocupaciones laborales, con sus demandas numéricas y los saberes y competencias asociados, es una información esencial y obligatoria de tener para toda institución educativa de educación superior. Por tanto, el poder acceder a bancos de datos nacionales con esta información, es una necesidad inmediata y necesaria. Asimismo, de no existir estas fuentes, se observa necesario invertir con responsabilidad en la búsqueda de esta información.
Países como Brasil, Colombia Perú, República Dominicana y Uruguay utilizan modelos macroeconómicos econométricos para proyectar demandas laborales. Comprenden la necesidad de anticiparse y así poder sustentar políticas públicas que consideren los estudios que se están realizando. Al efectuar estos estudios han comprobado la debilidad de diversos sectores en cuanto a su sistematicidad y periodicidad en los datos que recolectan. También han verificado la escasa articulación entre ministerios, empresas e instituciones educativas. Por último, la existencia de una alta informalidad laboral, con una mano de obra de baja calificación, problematiza aún más el levantamiento y construcción de bases de datos nacionales plenamente confiables[1].
En Chile se cuenta con un observatorio laboral nacional[2] perteneciente al SENCE, que posee varios observatorios regionales y se espera que cada región posea uno. Esta institución analiza las 206 ocupaciones más ejercidas en el país y cuya fuente es la CASEN (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional). La información que posee es amplia, diversa e indispensable como fuente de datos para las personas, empresas e instituciones educativas.
Con respecto a cada una de las ocupaciones la web del Observatorio nos proporciona el Ingreso por hora, Ingreso mensual, años de escolaridad, años en mismo empleo, porcentajes de mujeres en la ocupación, la capacitación del total de ocupados, la jornada completa existente, los contratos a plazo indefinido, de los que poseen educación superior completa por ocupación, el ingreso mensual de las personas ocupadas sin educación superior completa y el ingreso mensual de los ocupados con educación superior completa. Toda esta información se basa en la Casen 2015.
También es interesante en esta web su explicación sobre lo que hacen cada una de las ocupaciones y cómo se ha movido la demanda del mercado desde 1998 al 2015. Creemos que estas bases de datos son relevantes de examinar, junto a otros estudios específicos de sectores laborales y los propios de cada institución educativa, para seguir sustentando los perfiles de egreso y la oferta de matrícula a la luz de los indicadores que den cuenta de lo que el país realmente necesita.
Martes 27 de junio de 2017
EQUIPO EDITORIAL OBSERVATORIO
[1] Metodologías aplicadas en América Latina para anticipar demandas de las empresas en materia de competencias técnicas y profesionales. Marta Novik. Serie Macroeconomía del Desarrollo, Cepal, mayo 2017.
[2] https://observatorionacional.cl
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