Diversas tendencias medioambientales, sociales y tecnológicas están cambiando nuestro mundo a una velocidad realmente sin precedentes, generando cambios que tienen el potencial de revolucionar la forma en la cual entendemos distintos campos. El sector educacional no es ajeno a todo este proceso, por lo que debe adaptarse rápidamente para enfrentar desafíos que se caracterizarán por su alta complejidad y elevado nivel de incertidumbre. Para ejemplificar este panorama, hay una cifra estimada por investigadores del Foro Económico Mundial el año 2017 que ya anunciaba la complejidad a la cual me refiero: El 65% de los niños que ingresaron a la educación primaria ese año, tendrán empleos que no existían en ese momento. ¿Podrá la educación que están recibiendo estos niños prepararlos para desempeñar funciones que incluso hoy desconocemos?
En un sentido amplio, dar respuesta a este tipo de desafíos requiere que los sistemas educacionales se adapten en consecuencia, lo que significa centrarse menos en la transferencia de conocimientos y más en la capacidad de los alumnos de aprender por sí mismos. Para muchas personas esto puede parecer bastante simple a primera vista, pero en realidad es un reto sumamente complejo que requiere de una mirada innovadora y transformacional, especialmente pensando en cómo utilizamos los datos institucionales a gran escala para impulsar impactos positivos directamente en los procesos de aprendizaje de nuestros estudiantes. Es precisamente en este contexto que la implementación de una estrategia institucional de gobierno de datos cobra un sentido crucial y permite comprender la importancia profunda de habilitar a cada área y a cada funcionario de Duoc UC para tomar decisiones basadas en evidencia de forma eficaz y eficiente.
Es importante reconocer que este tipo de mirada también facilita entender y valorar los datos como un activo institucional. Hubo un tiempo en que los datos de la educación superior a nivel global se limitaban en gran medida a métricas relacionadas a la matrícula, las finanzas, el rendimiento académico y la información demográfica de los estudiantes. Pero los procesos transformacionales y la creciente digitalización de las tareas educativas han traído consigo un alto nivel de proliferación de datos que muchas instituciones se esfuerzan por comprender y gestionar. Como resultado, cada vez más instituciones de educación superior están implementando programas de gobierno de datos, impulsando la creación de normas y procedimientos para que datos de los distintos procesos clave se capturen, almacenen, gestionen, distribuyan, protejan y analicen con mayor eficacia y precisión. Todo esto ha generado un círculo virtuoso entre la transformación digital y la gobernanza de datos, ya por un lado los procesos transformacionales han aumentado la cantidad y variedad de datos que deben ser gobernados y, por otro lado, se requieren datos confiables para sustentar el avance de la transformación. Sin datos válidos, ¿cómo podríamos medir los avances e impactos de nuestros procesos transformacionales?
Los estudios realizados respecto al nivel de madurez alcanzado por Duoc UC, en la gestión de sus datos institucionales, muestran que los distintos esfuerzos comunicacionales y formativos de la Dirección de Gobierno de Datos y Análisis Institucional han sido exitosos en crear una cultura organizacional que apoya la gobernanza de datos y comprende los riesgos asociados al desgobierno en esta materia. Con las constantes brechas de ciberseguridad que se informan periódicamente alrededor del mundo y la reciente aprobación de la nueva ley de protección de datos personales que regula la protección y el tratamiento de este tipo de información, una Institución como Duoc UC tiene mucho que perder con datos mal gestionados, o mal utilizados.
El riesgo de que un ciberataque tenga éxito aumenta significativamente cuando no se cuenta con una estrategia de gobierno de datos correctamente implementada. En este sentido, sin un programa de gobierno de datos activo, todo el ciclo de vida de los datos es vulnerable. ¿Cómo podríamos protegernos o reaccionar correctamente a un ciberataque sin gobernar cómo y para qué se recopilan y almacenan los datos, quién los recopila, cómo y para qué se utilizan, entre otras importantes definiciones?
El trabajo llevado adelante por Duoc UC ha logrado establecer controles y procesos que permiten garantizar que solo las personas adecuadas tienen acceso a los datos que corresponden para las tareas que han sido definidas. En este ámbito, recuerdo una conversación con Ghia Gajardo, directora de Gobierno de Datos y Análisis Institucional, en la cual concluíamos que una de las peores brechas de seguridad de datos que podría enfrentar una institución como Duoc UC, sería aquella en la que se filtran datos que, en realidad, nunca deberían haber sido capturados y almacenados. Por ello es fundamental ser muy transparente con toda la comunidad educativa respecto a lo que la Institución está haciendo con los datos, qué problemáticas son las que se están intentando analizar y resolver, qué datos se están recopilando para ello y cuáles son las medidas de protección, privacidad y seguridad que la Institución tiene en funcionamiento.
Es importante destacar que la implementación de este tipo de programas siempre trae consigo el desafío de encontrar el correcto equilibrio entre control y flexibilidad. No debemos caer en la trampa de pensar que la gobernanza de datos, por su importancia para la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo, debe centrarse esencialmente en la generación de permisos y restricciones. Esta mirada nos puede conducir a generar un programa de gobierno de datos demasiado rígido e insensible al contexto en cual se desenvuelve la Institución, levantando barreras para la innovación y las transformaciones requeridas. Un reciente estudio de Gartner indica que para el año 2027, el 60% de las organizaciones no lograrán aprovechar el valor previsto de sus casos de uso de inteligencia artificial debido a marcos incoherentes de gobernanza de datos.
En la búsqueda de este equilibrio considero que Duoc UC ha sido exitoso en construir una estructura de gobierno que ha demostrado ser eficaz, lo cual se observa especialmente en el nivel de reconocimiento que tiene la iniciativa de gobernanza en las distintas áreas de la Institución. En esta misma línea, el diseño y despliegue de las políticas de datos ha logrado un alto nivel de adopción y entendimiento, lo cual se ve reflejado en el uso de los datos institucionales para impulsar iniciativas sumamente interesantes, entre las que me gustaría destacar el trabajo que viene desarrollando el equipo de Andrea Parra con la estrategia de progresión estudiantil. Junto con esto, Duoc UC destaca entre las instituciones de educación superior latinoamericanas al haber instaurado una iniciativa de gobierno de datos desde su concepción como un proceso de mejora continua, estableciendo para ello instancias de aprendizaje, reflexión, evaluación y mejora sistemática del rendimiento de las políticas y procedimientos de gobernanza de datos institucional.
El mundo está cambiando, el trabajo está cambiando, por lo que los modelos de aprendizaje necesarios para preparar a las personas para el trabajo deben adaptarse y transformarse. La velocidad con la cual están ocurriendo los cambios está impulsando oportunidades en áreas que ni siquiera existían cuando algunos de nosotros aún estábamos en el colegio. Las tendencias relacionadas al aprendizaje permanente parecen consolidar este enfoque, respaldando la visión respecto a que las principales competencias del futuro tendrán relación con la capacidad de aprender y adaptarse continuamente. Un espíritu innovador y un enfoque transformacional serán vitales para enfrentar de manera exitosa estos tiempos de cambios vertiginosos, características que veo reflejadas en la motivación y profesionalismo con el cual se está desplegando la estrategia institucional de gobierno de datos en Duoc UC. Conservar una educación centrada en las personas, continuar aportando al desarrollo del país, aumentar la vinculación con el medio y mantener una búsqueda constante de transformación social son valores que serán desafiados constantemente por cambios que seguirán ocurriendo, sin embargo, esta Institución ha demostrado a lo largo de su historia que tiene el potencial transformador para forjar un futuro más diverso, justo y sostenible.
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