Que concentra a los estudiantes más pobres, que es poco valorada, y que muchos de sus egresados no continúan estudios superiores, son algunos de los aspectos en los que coinciden gran parte de los estudios sobre la Educación Media Técnico-Profesional (EMTP) en Chile. Sin embargo, existe un caso, cercano a nosotros, donde estas tres afirmaciones, al menos, resultan relativas, y que muestra el impacto que una oferta de calidad puede tener para cambiar la imagen de la EMTP en un entorno particular. Se trata de la comuna de Renca, y la relevancia que en ella tiene el Liceo Politécnico Particular Andes de la Fundación Duoc UC.
En Renca, 7 de cada 10 estudiantes eligen la EMTP. Los estudiantes y sus familias ven en esta educación una opción que ayuda a enfrentar de mejor forma la vida adulta, que da mayores oportunidades de trabajo y que prepara mejor para la educación técnica superior. Así lo delata una encuesta realizada a los padres y apoderados de 7° y 8° básico de un establecimiento de la misma comuna, los que en su gran mayoría esperaban que sus hijos sigan esta modalidad de estudios, identificando al Liceo Andes dentro de sus primeras opciones de preferencia.
Nuestro liceo, que imparte las especialidades de Mecánica Automotriz, Telecomunicaciones y Electrónica, alcanza en las pruebas Simce de 2° Medio resultados más altos que otros establecimientos de similar nivel socioeconómico del país. Asimismo, el 77% de sus egresados continúa estudios superiores al cabo de dos años, y menos de un 5% de ellos abandona sus estudios en el primer año. A nivel país, solo el 50% prosigue estudios en el mismo lapso de tiempo, desertando de este total un porcentaje cercano al 20%.
Los logros de nuestro liceo, y el que también reportan otros liceos técnicos de la comuna de similar trayectoria y prestigio, llevan a que la EMTP en Renca sea una opción de estudios transversalmente valorada, y elegida por un grupo más amplio y heterogéneo de familias. En efecto, en esta comuna el perfil de las familias cuyos hijos eligen esta modalidad de estudios no es muy distinto al de las familias que mandan a sus hijos a la modalidad científico-humanista, en términos del ingreso familiar per cápita, el nivel educativo de los padres, y las expectativas que estos tienen de continuidad de estudios de sus hijos. Esto, a diferencia de lo que sucede en otras comunas del país (por ejemplo, San Ramón y San Bernardo), donde en relación a estos aspectos, los estudiantes de la EMTP y de la EMCH son notoriamente distintos (siempre los primeros más vulnerables que los segundos). Asimismo, en Renca, la brecha de continuidad de estudios entre los egresados de ambas modalidades formativas es solo del 6%. En cambio, a nivel promedio país, esta brecha es de un 35%, reflejando la situación desventajada en la que se encuentran los egresados de la EMTP en relación a sus pares de la EMCH en este aspecto.
En suma, Renca es una muestra que la EMTP puede estar abierta a todos los estudiantes, ser considerada como primera opción por muchos, y abrir puentes efectivos hacia niveles educativos posteriores. En todo esto nuestro liceo que concentra al 30% de la matrícula EMTP marca la pauta. ¿Por qué no replicar esta experiencia en otras comunas, ya sea de forma directa o a través de otras entidades sostenedoras?
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