¿Por qué considerar los entornos virtuales de aprendizaje en línea como una parte del proceso de enseñanza? Seguramente encontraremos varias respuestas para esta pregunta, pero la que más destacaré estará enfocada a la flexibilidad de estudio. Tenemos una gran comunidad de alumnos que no solo la universidad es su única responsabilidad, sino que complementan su educación superior con un trabajo y en algunos casos con labores del hogar.
Los entornos virtuales de aprendizaje como forma de enseñanza permiten a quienes lo necesitan, contar con una herramienta valiosa como lo es el “tiempo”. Poder determinar dónde, cómo y cuándo estudiar es algo que para esos estudiantes es de vital importancia, y les entrega libertad de acción e independencia.
Quienes deciden aprender a través de estos entornos virtuales, desenvolverán en la selección de estudios habilidades simples y otras más complejas, destacándose de sobremanera: el autoaprendizaje, la productividad, el trabajar en equipo, la autogestión, metas propias, utilizar diferentes canales de comunicación, investigar en la red, compresión lectora, entre otras. Este entorno virtual nos permitirá tener espacios de reflexión y autoevaluación de las habilidades que estemos alcanzando, donde se podrá generar un pensamiento crítico de nuestros logros y debilidades en el proceso de estudio pudiendo identificar las brechas a alcanzar, con todo lo anterior esas estrategias se transformarán en un conjunto de habilidades que permitirán que los estudiantes logren desarrollar los aprendizajes en línea, que se esperan para cumplir el objetivo final que es la adquisición de una competencia específica.
Abrir a nuestra comunidad a entornos virtuales a aquellos que deseen continuar perfeccionarse de manera flexible y con un costo razonable, es una muy buena instancia para cumplir con nuestra misión, y también para generar un vínculo con nuestros exalumnos desde la educación continua.
Hace algún tiempo leí el libro “Didáctica universitaria en entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje”[i], que trata acerca de la experiencia de estos ambientes en algunas universidades tales como la University of British Columbia en Canadá y la Universitat Oberta de Catalunya en España, donde relatan cómo han centrado sus esfuerzos en la generación de cursos on-line que permitan flexibilidad de estudios. Ofreciendo cursos en línea rentables económicamente, permitiendo que el personal de diferentes empresas interesadas participe, mejoren sus competencias en áreas específicas de desempeño y con ello logren retribuciones económicas dentro su ambiente laboral.
Sin duda, el perfil del estudiante está cambiando, al mismo tiempo que lo hace nuestra sociedad y la propias instituciones de educación superior, por lo que debemos prepararnos como docentes para generar estrategias distintas a lo que estamos acostumbrados en la práctica de las aulas presenciales, que estén alineadas con los nuevos tiempo.
Para nuestra institución el poder desarrollar entornos virtuales de aprendizaje nos entrega el reto de generar contenidos que no solo respondan a la competencia a lograr, sino que sean capaces de simular experiencias lo más cercano a la realidad del ambiente laboral. Estamos todos invitados a subirnos a estos nuevos desafíos de modelos de enseñanza.
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