Logramos levantar y fortalecer la unidad de Apoyo y Bienestar Estudiantil (UABE), durante el primer semestre. Esta nueva unidad, que nació de una inquietud profunda llena de sueños e incertidumbres, con desconocimiento incluso de sus alcances y posibilidades, ha contribuido sensiblemente a la cultura intrínseca de cada sede. Llama la atención y a la vez no sorprende, encontrar contenidas dentro de un mismo concepto esas necesidades que nuestros estudiantes, sin decirlo, lo hacen saber. Las sedes a su vez han encontrado respuestas y acompañamiento a esos casos complejos que requieren de mayor atención y que antes no encontraban un espacio concreto de canalización. Y si no se ha dado solución, por lo menos tenemos un lugar dónde consultar y verter nuestras inquietudes para, dentro de lo inmediato, dar respuesta.
La UABE, gradualmente se ha instalado en cada una de las sedes de Duoc UC. Del mismo modo en que cada sede lleva su sello particular, la UABE ha respondido también de manera específica a estudiantes y colaboradores. Hoy, con el primer semestre de vida de esta unidad, encontramos a un equipo de personas que, sin dejar de lado ninguna de las áreas que por denominación debe cumplir, ha fortalecido la orientación hacia la atención psicológica; se ha enfocado en proyectos inclusivos, realizando acompañamiento a estudiantes con discapacidad y/o necesidades educativas especiales; ha escuchado y atendido a estudiantes de diferentes etnias o procedencias. Otras sedes por su lado, han atendido las problemáticas sobre el aumento del consumo de drogas y alcohol en los estudiantes, a través de programas de vida sana y autocuidado.
El primer semestre fue de aprendizaje, de dar a conocer e involucrarse. Observar dónde están las necesidades, cómo se compromete y reacciona la sede, cómo gestionamos recursos desde nuestro entorno y, cómo tras ensayo y error, vamos aportando y apoyando la formación y permanencia de nuestros estudiantes. La sede Puente Alto ha plasmado su sello en la UABE y la ha incorporado como parte de su cultura. De la misma forma, el Punto Estudiantil se ha robustecido y rearticulado para atender de manera oportuna y colaborativa, a aquel estudiante con más de una necesidad, contribuyendo además a la promoción del bienestar integral mediante actividades colectivas. El éxito de la UABE depende directamente de las acciones conjuntas que se generen entre todas las unidades de servicio de la sede y las que se generen con el área académica. Emociona observar que la motivación y aporte va en directo beneficio del estudiante, lo que claramente hace que el trabajo se desarrolle con mejor calidad y disposición.
Hemos comenzado nuestro segundo semestre con la claridad de cumplir con ciertas metas. Quizás uno de los desafíos más importantes ha sido el trabajo con los estudiantes con discapacidad, actualmente nos encontramos trabajando con 17 alumnos en situación de discapacidad. Con orgullo compartimos la felicidad en que han iniciado su período académico, y que gracias a un trabajo conjunto con el departamento de CETECOM y Biblioteca, hemos podido facilitar el uso de los servicios de Transvoz para nuestros alumnos sordos. Este sistema requiere de la instalación de un programa específico en los computadores de los docentes, cambia el uso del computador del alumno por una tablet, requiere además de un apoyo y capacitación durante su implementación, tanto a los docentes como a los alumnos, y monitoreo y feedback de la empresa que presta el servicio y de nosotros. La modificación soluciona la problemática del desplazamiento y acarreo constante de equipos, sobre todo para aquellos alumnos que además de las dificultades auditivas presentan dificultades físicas. Esperamos que estas modificaciones sean una solución permanente y podamos ir avanzando de la misma forma con otros alumnos con discapacidad, por ejemplo nuestros estudiantes con baja visión o ceguera total, que nos ponen en una constante búsqueda de herramientas y desafían nuestra creatividad.
Tal como se expuso durante nuestra Semana de la Inclusión, realizada durante el mes de mayo, la inclusión de personas con discapacidad en una institución de educación saca a discusión nuestro rol de formadores, sólo por el hecho de pertenecer a ella. La tarea no es sólo del docente, los procesos de enseñanza-aprendizaje se dan dentro y fuera de aula y todos somos responsables de llevarlos a cabo. Esto conlleva una serie de acciones que debemos ir desarrollando, puesto que no basta aceptar el desafío, debemos además acompañar y guiar, sobre todo a nuestros docentes, quienes se enfrentan diariamente y de manera más directa e intencionada con los estudiantes. Y es así como la UABE en un trabajo colaborativo con la asesora UAP en inclusión, especialista en estrategias educativas, ha iniciado un trabajo de manera articulada para resolver y facilitar los procesos educativos dentro del aula con nuestros alumnos con discapacidad.
Éste y otros son los desafíos que continuarán desarrollándose, y fortaleciéndose en la UABE. La unidad se encuentra y seguirá en constantes cambios, tratando de encontrar y sociabilizar las mejores prácticas, actividades y alianzas. Es un hermoso reto, lleno de creatividad, aprendizaje, crecimiento personal y profesional, no tan sólo para los que coordinamos el área, sino para todo aquél que se involucre y participe de los distintos procesos.
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