En el año 2016, las cifras de los estudios realizados por Duoc UC, arrojaron que existían 156 alumnos en situación de discapacidad o necesidad educativa especial estudiando en la institución, de los cuales el 36% correspondía a discapacidad auditiva, 26% a discapacidad psíquica y por último, 22% a discapacidad motora o física.
Al ir las cifras en aumento en relación a años anteriores es que surge la necesidad de crear la Unidad de Apoyo y Bienestar Estudiantil con el fin de satisfacer las inquietudes y necesidades de todo el alumnado de Duoc UC, en especial de aquellos estudiantes en situación de discapacidad y con necesidades educativas especiales.
La sede de Valparaíso el año 2016 contaba con 12 alumnos en situación de discapacidad o con alguna necesidad educativa especial y hoy, el año 2017, esta cifra aumentó a 19, de los cuales 8 son alumnos de inicio. Dada esta realidad, es fundamental abarcar la inclusión desde el modelo educativo mismo, pues no basta solamente con declararnos una institución inclusiva, sino que además, debemos de transformar nuestra mentalidad y actitud, tanto de parte de los alumnos como de los profesores, ya que todos estamos llamados a trabajar por un cambio en las formas de relacionarse, de enseñar, de aprender, entre otros. En síntesis, un cambio cultural, con el fin de comprometernos con aquellos en situación de discapacidad.
La inclusión dentro de la educación superior debe de responder a las diversas necesidades asociadas a la discapacidad y al ambiente, pues todo alumno tiene derecho de aprender y educarse en el área de su interés.
En este marco, la sede de Valparaíso trabaja directamente con aquellos alumnos con necesidades educativas especiales, realizando apoyo y acompañamiento, además de disponer tutorías, las cuales tienen por objetivo reforzar y resolver dudas en un espacio más íntimo y de confianza, donde a los alumnos se le asigna un tutor, el cual está dispuesto a trabajar con ellos a pesar de las dificultades que se pudiesen presentar, como lo es por ejemplo, la comunicación, siendo esta una de las más comunes. La tutorías realizadas por profesores de nuestra institución, es la muestra más empírica del deseo de realizar un verdadero cambio en la educación, pues es en el proceso de enseñanza-aprendizaje donde se gesta la genuina inclusión en educación.
Poder modificar la manera en que percibimos la discapacidad es tarea de las familias, los colegios, las universidades, los amigos, la cultura, las religiones y las creencias, pues el día en que no tengamos la necesidad de utilizar el término inclusión, será el momento donde la discapacidad será reconocida, aceptada e incluida en su totalidad. El día que no tengamos que utilizar el término inclusión, será el día en que estamos realmente incluyendo.
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