Por estos días, en Lisboa, se está desarrollando la Jornada Mundial de la Juventud, idea gestada y desarrollada por San Juan Pablo II, y que tiene por objetivo celebrar la fe, vivir la inclusión, desarrollar el diálogo entre culturas, la valoración del otro y el sentido de fraternidad para hacer un mundo mejor.
Desde esta óptica quisiera tomar el tema de la inclusión que se gesta en estas Jornadas, y que sin duda es una interesante muestra de lo que se puede vivir en el día a día.
El sábado, ante más de 8 mil peregrinos, 50 países, idiomas, razas y culturas variadas, se invitaba en la misa internacional a ser parte del laboratorio social que es la JMJ, donde la inclusión es vital. Es decir, la capacidad de valorar al otro por lo que es, por el ser de la persona, y si bien estamos en un contexto de fe, la invitación es universal, por cuanto los distintos grupos representados y los diferentes grupos que expresan la variedad social, siempre son una invitación a mirar al otro como un hermano, valorando su ser personal, su diferencia, su realidad, su originalidad.
Lo anterior es muy importante de mirar, hay veces que podemos quedarnos en la mirada local, pequeña, en los parámetros de mi propia existencia, y sin duda que estar en estas Jornadas, nos ayuda a la valoración cultural, a la mirada hacia el otro, al descubrir que cuando el otro es “distinto” también me enriquezco, ya que los complementos de la vida son necesarios, son vitales, para que nos podamos valorar mutuamente.
Sin duda que la inclusión ha ido avanzando en diferentes miradas y acentos en los últimos años, lo que siempre nos desafía a no perder de vista la dignidad de la persona, la riqueza de la diferencia, el respeto por el otro, el cuidado de la valoración mutua y la riqueza de tener una mirada amplia.
Desde Portugal, queremos, como Delegación Duoc UC vivir y ser también embajadores de la inclusión ya que lo estamos viviendo y valorando en cada encuentro, en el compartir espacios con otros distintos, con diferentes bases sociales, culturales, de razas e identidades, lo que nos ayuda a mostrar el camino que nosotros hemos ido trabajando poniendo al centro al ser humano, imagen de Dios y valorando la riqueza que el Creador ha puesto en cada uno de nosotros.
0