¿Cuál fue el momento más impactante o espiritualmente significativo que experimentó durante su peregrinación en Israel?
El momento más impactante, dentro de los muchos que hubo, fue cuando llegué por primera vez al Santo Sepulcro. Cada paso, cada momento, fue realmente conmovedor. Al comienzo uno está viendo tantas cosas nuevas, que de repente se llega a una plazoleta y te dicen: Acá esta la Iglesia del Santo Sepulcro. Uno queda inmediatamente conmovido.
Debo señalar que tuve la posibilidad de volver muchos días, y cada vez era conmovedor. Poder tocar la loza donde estuvo el cuerpo del Señor y que está a la entrada. Ver los peregrinos que pasaban y pasaban, y ser uno de ellos, poder estar de rodillas, poder rezar ahí, ser parte de la historia y la tradición, es muy potente. Cada día que fui lo hice, y cada vez era una gran emoción.
Cuando pasé al Santo Sepulcro como tal, fue menos veces, ya que siempre había muchísima gente y fue conmovedor. Pude estar dos veces, el tiempo es breve, por la cantidad de personas que quieren pasar. Todo lo que quería decir, orar, poner junto al sepulcro del Señor…No se dio, solo pude estar ahí, sentir una paz increíble, a pesar de lo que pasaba, que era poco el tiempo, pero fue un momento único. Esto me paso en ambas oportunidades. Realmente algo maravilloso.
Poder subir a donde estuvo la Cruz y es realmente significativo poder rezar, poner la mano en la piedra, percibir que ahí estuvo el Señor Jesús, toca toda la vida. Uno tiene tantos recuerdos, tantos momentos, es algo hermoso. El Señor Jesús, acá murió por mí, por nosotros, por todos.
La oración en la Capilla de la Resurrección donde pudimos tener la celebración de la Eucaristía, es una sensación única, la fe celebrada, las palabras tantas veces dichas, ahora tenían un aquí y ahora. La Historia se hacía mi historia, de amor, de encuentro con el Señor. Una experiencia inolvidable, de reforzamiento del amor y del llamado de Cristo en la vida y el sentido de la vocación como presbítero, toma una profundidad y sentido potente.
He querido recalcar el peregrinar, ya que los lugares han sido fijados por los peregrinos. Desde siglos y siglos, ellos que han llegado a estas tierras han ido fijando los lugares, y a pesar de la historia de conflicto de la zona, están ahí, fijando desde la fe el lugar, la zona, el encuentro. Eso es conmovedor y se da hasta esta fecha. Se vive eso al hacer el Vía Crucis con personas que son de otra cultura, una maravilla de la fe, de la cultura, de la vida.
¿Cómo influyó su peregrinación a Belén y Jerusalén en su comprensión y relación personal con Cristo?
Fue un comprender que Él me quiere en la historia, y fue una frase que usé varias veces en los videos que mandábamos. Creo que no fue algo de cuña comunicacional y que sale bien, es algo que siempre he trabajado con sacerdotes mayores que me han ayudado en la vida. Dios se manifiesta en la historia y eso es, liberador, ya que al igual que el pueblo de Israel, también yo soy liberado, y como el pueblo falló, también yo fallo; Pero Dios es fiel. Eso no se olvida y por los acontecimientos del 7 de octubre, con el ataque a Israel, uno percibe esa experiencia del Dios con nosotros, que cuida, protege y muestra su misericordia. Comprendo que esta frase es muy complicada de señalar, ya que lo visto durante y después es duro, complejo, pero ahí, en esos momentos y en esas circunstancias, uno mira y pone ante el Señor su vida, y trata de percibir lo que nos quiere señalar, con toda la complicación que uno pueda tener para comprender o mirar los duros acontecimientos.
Ciertamente uno como peregrino se siente afectado por las noticias que siguen llegando y que muestran lo complejo que se da desde esa fecha, debido a que son acontecimientos que marcarán por muchos años esa zona y varios momentos del mundo. Pero ahí estuvimos, ahí Dios nos fue mostrando su rostro. Dios ahí nos ha pedido trabajar y luchar por la paz, Dios ahí nos ha abierto interrogantes que no podemos contestar y desde ahí Dios me cuestiona a mí, en cómo trabajar por la paz, el diálogo, el entendimiento.
¿Puede compartir alguna anécdota o experiencia especial que hayan tenido en un lugar sagrado en Tierra Santa o en Roma?
Como anécdota el poder contar que nuestro guía en Belén, un hombre de fe y muy buen anfitrión, cuando estábamos en la iglesia de los pastores, a las afueras de Belén, digamos respecto a la Iglesia de la Natividad, según los datos históricos, conversó con un grupo coreano que estaba haciendo unos hermosos cantos en dicha Capilla, y pudieron cantar noche de paz en coreano: conmovedor, la lengua realmente lograba una experiencia maravillosa. Bueno al final la calidad del canto bajo bastante, pero no opacó lo que fue ese momento realmente significativo y cultural, de cercanía de vivencia universal de la fe y maravilloso, en una Iglesia hermosa, y que realmente nos recordaba a todos, como ser buenos pastores, como contemplar a Cristo y como anunciarlo.
Además, también valorar la buena disposición para cantar en coro, algo que no estaba previsto, pero fueron muy generosos en poder hacerlo y creo que para ellos también fue tan emocionante que eso los embargo más de lo que podía pensar.
¿Cuál fue su sensación al caminar por los mismos lugares donde Jesús vivió y predicó? ¿Hubo alguna revelación inesperada?
Es una mezcla de sensaciones. El lugar donde alojamos, el Hospicio Austriaco, estaba al lado donde estuvo la Torre Antonia, y es ahí el lugar en que juzgaron al Señor Jesús. Uno piensa encontrarse casi como estaba todo hace 2 mil años, por cultura, por noticias y fotos, uno sabe que no es así, pero es impresionante como el subconsciente te trata de mostrar otra realidad. Superado este punto, es conmovedor ir viendo lo que va apareciendo. La imagen de la Ciudad Vieja, el sector que va hacia Jericó, mirar desde una azotea y te digan, allá esta Betania de Lázaro o en esa dirección y al fondo el mar muerto. Lo que ocurre es que las dimensiones, por lo lejos que estamos desde Chile, toma otras connotaciones. Lo anterior es caminar donde el Señor caminó, después de tantas guerras hasta hoy, de tantas cosas. Ver cómo te decían, bueno este cerro lo sacaron, este valle lo rellenaron; es decir, una experiencia maravillosa y de admiración a todo lo que se ha realizado y eso es impresionante.
¿Qué aprendizajes o lecciones destacadas obtuvo de visitar Israel y Roma?
Un aprendizaje importante, fue el trabajo previo realizado con esmero, en equipo y dedicación, eso nos permitió sortear las dificultades de la mejor manera, poder valorar la experiencia de Israel y de Roma, compartir con hermanos y descubrir que uno no estaba solo, había soporte, respaldo, rostros concretos que nos ayudaron a vivir una real experiencia tras las huellas de Jesús.
También lo previo involucra la vida de fe, el ir preparando el corazón para el momento del viaje, el conversar todos los días con el Señor en la oración, señalando que estaríamos en sus tierras, dialogando con san José y que iríamos a su casa. Lamentablemente no pudimos. También el estar dialogando con la virgen, el poder tener su manto maternal para esos días de visita. Esta preparación mueve lo interno, y el recoger tantas intenciones, muestras de cariño, y peticiones de oración para llevar en el viaje, era una emoción y una responsabilidad.
Durante la peregrinación, ¿cómo influyó la historia bíblica en su apreciación de la Tierra Santa y su importancia en la fe cristiana?
En una respuesta anterior algo señalaba. Son momentos que uno debe ir superando, para que las construcciones, los edificios, no queden solo como una huella histórica invaluable, ya que es el recorrido del Señor Jesús, es la huella del Resucitado en esos puntos, es la fe de los peregrinos que fueron fijando lugares, acontecimientos, señales que nos permiten recuperar la historia de nuestra fe, en eso es potente cuando te indican lugares, cada vez hacia donde se caminaba, recorres esos lugares. Una bendición. Nosotros estábamos alojados en el hospicio Austriaco y estaba allí la Iglesia de la Sagrada Familia, por esas calles paso San José y la Virgen con el niño, yendo a buscarlo y con él de vuelta, cuando se les perdió, cada vez que iban al Templo, pasaban por donde alojábamos, eso es impresionante. En ese espacio le pedí a San José nos ayudara como peregrinos a seguir las huellas de Jesús y realmente fue significativo.
¿Cómo describiría la conexión entre la historia de la Biblia y la presencia actual de la fe en Israel?
Es bastante complejo de señalar. Había la presencia religiosa en los lugares santos, pero estábamos inmersos en fiestas judías, así que era una experiencia bastante amplia de la fe, ciertamente marcada por la presencia en la calle de judíos; además estábamos cerca de la entrada a la Mezquita de la Explanada y el Hospicio está en el barrio musulmán, así que la variedad era amplia. Nosotros éramos peregrinos, donde no tuvimos ningún problema por ser cristianos. Otros peregrinos tu vieron problemas, pero más allá no sabría cómo enfocar.
¿Hubo algún lugar específico que considere el más sagrado o especial de todos los que visitó? ¿Por qué?
Como lo señalé el Santo Sepulcro, es la gran Iglesia, pero tiene 3 “Momentos”. La Capilla de la Cruz, en el segundo piso, muy significativa y emocionante de poder meter la mano para tocar la roca donde estuvo la Cruz del Señor. El Santo Sepulcro como tal es una Capilla hermosa, uno entra a un sector pequeño, y pareciera ser que el tiempo se anula, es un lugar de profundo significado. También los es la Capilla de la Resurrección, donde pudimos celebrar la Eucaristía. Este contexto hace la profundidad de lo vivido.
Para ser honesto a la pregunta, señalo este lugar, pero no puedo dejar de indicar lo significativo de estar en Belén, en la Gruta del Nacimiento.
¿De qué manera su peregrinación a Israel y Roma influirá en su labor pastoral y en su capacidad para transmitir el mensaje de Cristo a su comunidad?
Influirá en la medida que fue un potente refuerzo en la fe. Lo que he leído, lo que he rezado, lo pude ver. Vuelvo a un punto que he señalado, estuve donde se ha desarrollado la historia, y literal, el ataque del 7 de octubre marcara una década en Israel, y ahí fuimos testigos, lo vivimos, lo experimentamos.
Esa es la experiencia de la fe, el poder haber estado por los lugares donde el Señor caminó, como lo plantee en un video, al igual que Pablo, por Estambul fuimos a Roma. Bueno, en bastante mejores condiciones que el pobre Pablo que tuvo una tortuosa navegación en ocasiones. Así que agradecido, muy agradecido y creo que esa es, en lo personal algo que me ha marcado, el amor de Dios, su ternura, su cercanía, la intercesión de los patronos, san José en este caso y el cariño de tantos y tantas para llegar bien.
¿Qué nos puede compartir, respecto a su visión íntima de los hechos de violencia, que se iniciaron en días que usted visitaba lugares sagrados para la fe cristiana, judía y musulmana para transmitir el mensaje de Cristo a su comunidad?
Momentos complejos, que uno ni se imagina en la profundidad de sus raíces, lo que sí puedo indicar es una oración al Príncipe de la Paz para que se hagan reales las palabras del profeta Isaías. Que no haya más guerras y que los instrumentos de muerte se transformen en instrumentos de vida, para poder alimentar a un pueblo.
Ciertamente esto es complejo. Cuando uno más analiza y lee a distintos pensadores, las situaciones que llevan a la Paz se ven lejanas; pero ahí desde esta realidad, es donde uno no puede dejar de pedir ese don, y donde uno también debiera preguntarse ¿cómo yo trabajo por la paz? Siempre debemos pedir por ella, para poder trabajar por un mundo más justo, humano y fraterno.
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