En los últimos diez años la comunidad europea ha avanzado de manera permanente y ordenada para resolver un problema de índole mundial: cómo logramos validar los aprendizajes que todos obtenemos en ambientes distintos a los formales, como lo son los logrados en todas las instituciones educativas reconocidas por los ministerios de educación respectivos de cada país. La preocupación del continente aludido creció por los problemas derivados de los fenómenos inmigratorios, una crisis económica de alto impacto que les ha traído cifras de desempleo altas en los jóvenes y la necesidad de la reinserción laboral de los desempleados.
La primera vez que la Comisión Europea y Cedefop publicaron un documento para establecer Directrices que midieran aprendizajes no formales e informales fue el 2009. Este año en curso, publican la primera actualización del documento de aquel año, recogiendo la Recomendación del Consejo Europeo que dictaminó el 2012 que esta revisión debía realizarse periódicamente. Por tanto, lo que hace el nuevo documento es seguir las pautas fijadas por el Consejo Europeo. Finalmente, se trata que se establezcan “antes del 2018, disposiciones para la validación de forma que todos los ciudadanos puedan ver identificado y documentado su aprendizaje no formal o informal y, si lo desean, evaluado y certificado”[1].
Este nuevo documento debería ser de lectura obligatoria para todas las instituciones académicas que se dedican a la formación de profesionales y que muestran un interés manifiesto por mejorar el personal calificado de todas las empresas. Existe una realidad mundial: muchos trabajadores no han cursado estudios sistemáticos y lo que saben lo han aprendido en las empresas, familia o espacios de actividades de organizaciones voluntarias y sociales. Además, muchos han cursado estudios pero luego sus capacitaciones o logro de nuevas competencias se han realizado fuera de las instituciones formales. Pero ha surgido un problema: ¿cómo desde las instituciones educativas podemos ayudar a validar formalmente esos aprendizajes y de este modo colaborar con el desarrollo y la movilidad de los empleos y de esas personas en el país?
Las nuevas “Directrices europeas para la validación del aprendizaje no formal e informal”, recién conocidas, constituyen un documento metodológico muy interesante por su experiencia y propuesta. Su objetivo central es “que la validación persigue hacer visibles los resultados del aprendizaje no formal e informal y asignarles un valor adecuado”[2]. Y el 2018 Europa espera “disposiciones nacionales adecuadas que permitan a las personas validar y hacer visibles los resultados de su aprendizaje en el trabajo, el hogar, el tiempo de ocio y las actividades de voluntariado”[3].
A la propuesta le importa entonces dar visibilidad al aprendizaje logrado, asignarle un valor y generar confianza respecto de su fiabilidad y la calidad de sus procesos de reconocimiento. El plan contempla cuatro fases de validación: determinación[4], documentación[5], evaluación[6] y certificación[7].
Resulta particularmente interesante y aportativo el análisis de cada una de las fases y sus recomendaciones. Asimismo, su propuesta de estándares para validar aprendizajes, y la distinción teórica y fáctica que hace respecto de los relacionados a lo meramente educativo de lo laboral. Distingue entre estándares laborales[8] y educativos[9], probando que ambas categorías reflejan lógicas con prioridades y motivos distintos. Finalmente, todo el apartado dedicado a las maneras y herramientas para evaluar, con sus debilidades y fortalezas, constituyen una síntesis particularmente valiosa para la educación técnica profesional.
Equipo editorial Observatorio Duoc UC
Lunes 6 de junio de 2016
[1] Cedefop (2016). Directrices europea para la validación del aprendizaje no formal e informal. Luxembourg: oficina de publicaciones. https://www.cedefop.europa.eu/files/3073_es.pdf P.5
[2] Ibid. P. 13.
[3] Ibid P. 15.
[4] “Determinación de los resultados del aprendizaje que haya adquirido una persona mediante un aprendizaje no formal e informal”. P. 18.
[5] “Documentación de los resultados del aprendizaje que haya adquirido una persona mediante un aprendizaje no formal e informal”. P. 18.
[6] “Evaluación de los resultados del aprendizaje que haya adquirido una persona mediante un aprendizaje no formal e informal” P. 18.
[7] “Certificación de los resultados de la evaluación del aprendizaje individual adquiridos mediante un aprendizaje no formal e informal, ya sea en forma de cualificación, de créditos que den lugar a una cualificación o de cualquier otro modo que se considera apropiado” P. 18.
[8] Siguen la lógica del trabajo: hacer las cosas bien en un contexto determinado.
[9] Lo que se necesita aprender y cómo se aprende y se evalúa.
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